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Ponta remodela el Gobierno rumano en plena crisis por el proceso para destituir a Basescu

  • Habrá cambios en cuatro ministerios, entre ellos Interior, Justicia y Exteriores
  • El ministro de Interior ha dimitido por el escándalo con el censo electoral
  • El Constitucional debe decidir aún si Basescu es o no destituido

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El primer ministro rumano, Victor Ponta, ha anunciado una amplia remodelación de su Gobierno -que lleva solo tres meses en el poder- en plena crisis política por el proceso para destituir al presidente del país, Traian Basescu.

El socialdemócrata Ponta ha propuesto este lunes a su socio liberal y presidente interino, Crin Antonescu, cambios en cuatro ministerios, entre ellos los de Interior, Justicia y Exteriores.

"El Gobierno debe dar otro tipo de mensaje, de estabilidad, de predictibilidad", ha señalado Ponta, que ha atacado al presidente suspendido Traian Basescu.

La decisión se produce tras las dimisiones del hasta ahora ministro del Interior, Ioan Rus, y de su adjunto, por el escándalo de las deficiencias en el censo electoral del referéndum sobre la destitución de Basescu, celebrado el 29 de julio, cuya validez decidirá el Tribunal Constitucional (TC) el último día de agosto.

El cambio más destacado de Ponta en su Gobierno es el paso del reputado jurista Titus Corlatean de Justicia a Exteriores.

Preocupación en Bruselas

Corlatean deberá trabajar para recuperar la credibilidad de Rumanía en el exterior, después de las alarmas encendidas en Bruselas por la supuesta amenaza al Estado de derecho en el proceso de destitución de Basescu iniciado por la mayoría gubernamental.

El TC aplazó el pasado jueves hasta después de las vacaciones su decisión sobre la validez del referéndum, en el que una abrumadora mayoría se pronunció por la destitución de Basescu pero en el que no se alcanzó el quórum de la mitad más uno de participación necesario, según la ley, para que la consulta tenga efecto.

El Constitucional denunció haber recibido informaciones contradictorias del Instituto Nacional de Estadística (INS) y la Oficina Electoral Central (BEC) sobre el censo electoral utilizado en la consulta.

Las contradiciones en el censo

Esta corte ha pedido al Gobierno que revise y le reenvíe los datos correctos del censo para poder tomar una decisión sobre la validez de la consulta y por tanto sobre si Basescu ha sido o no destituido.

El ministro Rus organizó el referéndum con un censo de más de 18 millones de votantes, que ha sido puesto en entredicho por la coalición gubernamental de socialdemócratas y liberales, que se ha basado en cifras del INS.

La coalición sostiene que las listas utilizadas no son válidas al no estar actualizadas, y asegura que habría en realidad entre 15 y 16 millones de votantes en Rumanía.

De ser cierta esta última cifra, los más de ocho millones de electores  que votaron el pasado 29 de julio supondrían más de la mitad más uno del  electorado y la destitución de Basescu sería efectiva.

La amplia reestructuración gubernamental se produce a pocos meses de las elecciones legislativas de este otoño, y es el enésimo capítulo en el culebrón político rumano de este verano.