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La Asamblea de la ONU aprueba una resolución de condena a Siria con el rechazo de Rusia y China

  • Critica las violaciones de derechos humanos y el uso de armamento pesado
  • La resolución ha recibido el visto bueno de 133 países

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Duras críticas al Consejo de Seguridad sobre Siria

La Asamblea General de la ONU ha aprobado este viernes por amplia mayoría una resolución que condena las graves violaciones de los derechos humanos y el uso de armamento pesado por parte del régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, y que critica la parálisis que vive el Consejo de Seguridad.

Según el primer recuento de la votación, la resolución ha recibido el visto bueno de 133 países, mientras que 31 se abstuvieron y 12 votaron en contra. Entre estos últimos están Rusia y China, además de naciones como Irán, Corea del Norte, Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, entre otras.

Las dificultades para encontrar una solución política en Siria motivaron la renuncia este jueves del enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan. Desde Ginebra, Annan atribuyó la continuación de la violencia "a la intransigencia del Gobierno sirio", y "a la escalada de la campaña militar de la oposición, unida a la división internacional".

"Espero que el Consejo de Seguridad escuche alto y claro el mensaje que le ha entregado la comunidad internacional entera: su parálisis es inaceptable", ha dicho tras la votación el embajador de Arabia Saudí, Abdullah al Mualimi, presidente del grupo de países árabes en la ONU que han impulsado la resolución.

Al Mualimi ha emplazado así a sus miembros a moverse "con unidad" para detener "el inaceptable baño de sangre" en Siria, al tiempo que se dirigió concretamente a Rusia y China, quienes han vetado en tres ocasiones resoluciones en el Consejo de Seguridad, que, a diferencia de las de la Asamblea, sí son vinculantes.

El texto de la resolución

La división en Naciones Unidas ha quedado clara en el cómputo de resultados: la comunidad internacional cuenta con un amplio respaldo en su crítica a Al Asad,   pero el funcionamiento del Consejo hace inviable avances comunes para   frenar el conflicto si continúa el rechazo de Moscú y Pekín. Por ello, esta resolución critica el "fracaso del Consejo de Seguridad para acordar medidas que garanticen  el cumplimiento de sus decisiones por parte de las autoridades sirias".

Críticas aparte, el texto aprobado es una nueva condena a Damasco por parte de la Asamblea General por las graves violaciones de los derechos humanos y el uso de armamento pesado, concretamente expresa la "grave preocupación" de la ONU ante "la amenaza de usar armas químicas o biológicas" por parte del régimen de Al Asad.

La  resolución rechaza "toda la violencia independientemente de donde  venga", pero presenta una "enérgica condena" contra las autoridades  sirias, a las que acusa de "un creciente uso de armamento pesado,  incluido el bombardeo indiscriminado con tanques y helicópteros, sobre  núcleos de población". 

En consecuencia, el texto apunta que el "primer paso para lograr el cese de la  violencia deben darlo las autoridades sirias", a las que llama a cumplir  con el plan de paz del dimitido enviado especial Kofi Annan.

Desde su inicio en marzo de 2011, el conflicto sirio ha causado más  de 17.000 muertos, un millón y medio de desplazados y alrededor de  150.000 refugiados en los países vecinos, según la ONU.

La credibilidad de la ONU

Tras la votación, el presidente de turno del Consejo de Seguridad, el embajador francés Gérard Araud, ha aplaudido "la colosal mayoría" recibida por la resolución, pero mostró su "tristeza" porque pone de manifiesto "la incapacidad de actuar" del órgano. "Está muy claro que el Consejo de Seguridad está bloqueado. Rusia y China han vetado ya tres textos, así que no veo cómo podemos avanzar", ha vuelto a reconocer ante la prensa.

Antes del voto, fueron varias las voces que reconocieron que la credibilidad del organismo está en juego debido a la inacción del máximo órgano de decisión de la ONU y más en un momento clave, mientras el conflicto se recrudece y después de que el enviado especial para Siria, Kofi Annan, arrojara el jueves la toalla.

"Su anuncio nos obliga más que nunca a avanzar con persistencia y tomar medidas adicionales para proteger al pueblo sirio de las continuas atrocidades a las que están sujetos", dijo el presidente de la Asamblea General, el catarí Abdulaziz al Naser, al pedir el voto a favor de la resolución que presentaron los países árabes.

Al Naser reconoció que en estos momentos "la credibilidad de Naciones Unidas está en juego, como también lo está la estabilidad de Oriente Medio y la vida de miles de personas inocentes".