Enlaces accesibilidad

La industria cultural se instala en la "crisis perfecta"

  • El anuario 2011 de la SGAE muestra una caída generalizada del sector
  • El consumo en nuevas tecnologías no frena el descenso general de la demanda
  • Anton Reixa: "La Ley Sinde es ineficiente"

Por
Menos espectadores y menos recaudación en cine, teatro y música en vivo

En plena 'crisis del IVA' cultural, la SGAE ha presentado su anuario de las artes escénicas, musicales y audiovisuales 2012. Los datos, centrados en el análisis de espectadores, recaudación y oferta cultural, reflejan un descenso generalizado que refuerza la tendencia que se inició en 2008

Una consolidación que muestra el panorama de 2011 o, lo que es presumiblemente peor, anterior a los recortes ministeriales, disminución y eliminación de ayudas públicas e incremento del IVA. "El año que viene será peor. La subida del IVA tendrá un impacto muy grande", advierte Antón Reixa, presidente de la Sociedad General de Autores.

Miguel Ángel Recio, Director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), quiso romper una lanza por el optimismo. “Aunque la tendencia está ahí, la entrada de la crisis en este sector va con más retraso y menos virulencia que en otros sectores".

Sobre el IVA, Recio añade que "todavía hay que ver que efecto va a producir. No sabemos cuánto va a ser absorbido por las propias empresas y cuanto por el consumidor".

El informe anual achaca el descenso generalizado a numerosos problemas estructurales: La dificultad para encontrar retorno a las inversiones realizadas; la dependencia del sector público; La falta de desarrollo de la internacionalización de la cultura, la falta de implicación de las empresas privadas (a la espera de la nueva Ley de Mecenazgo y de la desgravación fiscal anunciada); y el fraude a la propiedad intelectual.

La solución exterior

Recio apunta dos vías para la industria cultural: internacionalización y búsqueda del espectador en otros canales. "La internacionalización resulta prioritaria para el desarrollo de la industria cultural. Antes era una oportunidad, ahora es una necesidad", sostiene Recio que señala directamente al mercado iberoamericano como objetivo principal.

Además, destaca el aumento de consumo en TV, radio y nuevas tecnologías como otra oportunidad. "Tenemos que difundir la oferta cultural en esos canales y en las nuevas tecnologías, que es donde está el público".

Para Reixa, sin embargo, la tendencia muestra que en el sector digital "no se logra convertir en un valor añadido el consumo de pago por contenidos culturales".

Sobre la piratería, Reixa opina que "tiene que crecer” la oferta legal en Internet y, al mismo tiempo, tiene que haber leyes "que sancionen lo que es ilegal". "La Ley Sinde es ineficente", concluye.

La industria cultural, sector a sector

Para Francisco Galindo, secretario general de la SGAE, la crisis en el sector cultural tiene un perfil especial. “Hay un descenso de la financiación pública y privada, un descenso de la demanda y, como consecuencia, un descenso de la actividad que se traduce en descenso de la oferta”, explica.

Los porcentajes que se detallan a continuación toman como referencia comparativa los de 2008, año del inicio de la crisis.

Las artes escénicas caen un 12’2 % en número de espectadores pero solo un 8,7 % en recaudación. Es decir, menos entradas pero más caras, un efecto motivado por el buen momento de grandes musicales y eventos. También aumenta la concentración del teatro en Madrid y Cataluña (un 70 % del total).

La situación de la danza se define como “crisis absoluta” por el anuario: 38 % menos de representaciones, 29 % menos de público y 38 % menos de taquilla.

La tesis de que la demanda de música clásica y lírica es inelástica porque los espectadores tienen un alto nivel adquisitivo se cumple en el primer caso, pero no en la lírica (ópera y zarzuela) que registra un 24 % menos de espectadores y un 27 % menos de recaudación.

Otra tesis fallida es la de que, tras la caída de los soportes (CD), la música popular encontraría acomodo en los conciertos. El descenso de los mimos, respecto a 2008, es del 12,2 %. Especialmente acusada es la caída de los conciertos pequeños y medios sostenidos por la oferta municipal.

El descenso del sector del cine se define como una "caída suave pero permanente”. La taquilla solo ha caído un 2,2 % frente al descenso del 9 % de espectadores. El precio de las entradas y el valor añadido del 3D explican en parte las cifras. La noticia mala es que la cuota de pantalla del cine español no ha aumentado y está sujeta al impacto de eventuales taquillazos como Torrente en 2011.