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Los talibanes demuestran su poder con un asalto a un hotel de Kabul que causa 20 muertos

  • El gobierno da por finalizado el asalto tras 12 horas
  • Entre las víctimas hay al menos cinco civiles 
  • En los últimos días, los atentados suicidas han aumentado

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Un ataque suicida talibán a un hotel de Kabul deja varios muertos

Los insurgentes talibanes de Afganistán se muestran cada vez más osados en sus ataques contra objetivos tanto civiles como militares. El último ejemplo ha sido el asalto a un hotel, repleto de personas, a escasos kilómetros de Kabul, donde han tomado rehenes y han resistido el acoso de las fuerzas de seguridad durante 12 horas.

El balance oficial es de 20 muertos (entre 12 y 15 civiles, dos guardias del hotel, un policía, además de los asaltantes) y docenas de heridos, entre ellos mujeres y niños. Los atacantes portaban fusiles kalashnikov, lanzagranadas y chalecos de explosivos, lo que da idea de su potencia de fuego.

En el momento del asalto, en el hotel Spzhmai, a orillas del lago Qargha (a 10km de Kabul) había unas 300 personas. Según los testigos, algunos de ellos se lanzaron al lago en la oscuridad de la noche para intentar escapar. Tropas de élite afganas, apoyadas por soldados de la OTAN, lograron  liberar al menos a 35 personas en una operación que comenzó al amanecer,  para evitar víctimas civiles durante la noche.

Rehenes escondidos

"Escuchamos una fuerte explosión e intentamos escapar, pero estábamos rodeados de terroristas suicidas. Nos hemos escondido detrás de un árbol hasta la mañana. Dios nos ha protegido", relata Abdullah Samadi, uno de los supervivientes.

Los atacantes, según Samadi, vigilaban a sus prisioneros mientras buscaban almacenes ilegales de vino. "Al amanecer llegaron cerca de donde estábamos, y tuvimos que saltar al agua. Hemos estado allí hasta las 9, entonces la situación mejoró y pudimos nadar hacia las fuerzas de seguridad", ha explicado.

Los portavoces talibanes que han reivindicado el ataque aseguran que el hotel era usado por afganos y extranjeros como "lugar de prostitución" y "fiestas" antes de la fiesta religiosa del viernes.

Al anunciar su ofensiva de primavera, los talibanes amenazaron con atacar a más funcionarios del gobierno y a afganos adinerados, pero este asalto ha sido uno de los pocos en los que se han tomado tantos rehenes.

El presidente, Hamid Karzai, ha condenado el ataque. "Es un crimen contra la humanidad porque su objetivo han sido niños, mujeres y civiles que comían en el lago. No había ningún soldado allí", ha dicho el general Mohammad Zahir, jefe de la unidad de investigación de la Policía de Kabul.

El lago Qargha es uno de los pocos lugares para el esparcimiento que quedan en Kabul. Sus restaurantes y hoteles son populares entre los funcionarios y los hombres de negocios, particularmente los jueves. Los clientes del hotel Spozhmai deben pasar controles de armas, pero el nivel de seguridad es inferior al de la capital.

Aumentan los ataques

En los últimos días los ataques de talibanes han aumentado a través de varios ataques suicidas contra las fuerzas militares afganas y de la OTAN. Sin embargo, la planificación y los objetivos son diferentes, lo que sugiere que tanto los talibanes afganos como sus aliados de la red Haqqani en Pakistán han cambiado de táctica. Ahora centran su atención en lugares de importancia, extranjeros y en la élite afgana, extendiendo una guerra de guerrillas que antes se libraba en las zonas rurales.

El propio presidente de Afganistán, Hamid Karzai, ha reconocido que los ataques contra la policía local ha aumentado mientras se preparan para hacerse cargo de la seguridad tras la salida de las tropas de la OTAN en 2014.