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El Tribunal Supremo de Pakistán ordena la inhabilitación del primer ministro por desacato

  • Yusuf Rafa Guilani fue condenado por desacato hace dos meses 
  • El Tribunal considera que no puede seguir ejerciendo sus funciones

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El primer ministro paquistaní saluda al llegar al Tribunal Supremo el pasado mes de febrero.
El primer ministro paquistaní saluda al llegar al Tribunal Supremo el pasado mes de febrero.

El Tribunal Supremo de Pakistán ha ordenado este martes a la Comisión Electoral del país que inhabilite al primer ministro, Yusuf Razá Guilani, quien fue condenado por desacato hace dos meses, según informan medios locales.

A pesar del alegato favorable a Guilani del fiscal general, Irfán Qadir, el tribunal afirma en su dictamen que la sentencia condenatoria, emitida el pasado 26 de abril, ha dejado a Guilani inhabilitado para ser primer ministro de Pakistán.

Guilani se mostró inflexible en su apoyo al presidente y jefe de su  partido e hizo saber a la corte que no escribiría la misiva, en medio  de una soterrada lucha de poder con la Justicia y el Ejército, que ha gobernado el país durante parte de su historia.

La decisión abre una crisis institucional en Pakistán, ya que tras la sentencia de abril la Asamblea Nacional recalcó por boca de su presidenta que la inmunidad del primer ministro podía ser revocada solo por vía parlamentaria y no judicial.

Guilani fue condenado por desobedecer la orden judicial para que escribiera un carta a las autoridades suizas que permitiera reabrir una causa de corrupción contra el presidente Asif Alí Zardari, que pertenece a su mismo partido. 

Contrapeso de los Bhutto

Guilani fue elegido primer ministro en el año 2008 por decisión de su formación, el Partido Popular de Pakistán (PPP), dirigido por el hoy presidente del país, quien sustituyó a su vez al frente del partido a su esposa,  la asesinada Benazir Bhutto.

El primer ministro,  a menudo percibido como un contrapeso del clan Bhutto, había logrado mantenerse a flote durante la legislatura pese a las presiones provenientes de la justicia y, sobre todo, del aparato militar, en un país proclive a los golpes de estado.

Pero entre la endogámica elite política paquistaní, pocos presumen de tanto pedigrí como este punyabí que presidió el Parlamento durante el segundo mandato de la difunta Bhutto y que pasó años en prisión al comienzo del régimen del general Musharraf.

Guilani pertenece a una familia acomodada y religiosa de terratenientes que durante cuatro generaciones ha tenido una importante participación en la vida política, especialmente en el ámbito local del Punyab.

Muy activo durante las graves inundaciones que asolaron Pakistán en el año 2010, Guilani había servido hasta ahora como rocoso muro de contención del presidente Zardari, el otro gran objetivo de sus contrincantes en los aparatos militar y judicial.