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La líder opositora birmana Suu Kyi, aclamada en Ginebra en el arranque de su gira europa

  • Ha hablado ante la OIT tras 25 años sin visitar el continente
  • El presidente de la organización la compara con Mandela y Gandhi
  • La líder birmana se ha mostrado "profundamente emocionada"

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La líder opositora birmana Suu Kyi, aclamada en Ginebra en el arranque de su gira europa

La líder opositora birmana Aung San Suu Kyi ha sido recibida este jueves en la 101 Conferencia Internacional del Trabajo con gran emotividad, en su primer discurso en Europa tras más de dos décadas de cautiverio en su país.

Suu Kyi ha sido recibida por los delegados de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) con una larga ovación, a la que la política birmana ha respondido declarándose "profundamente emocionada".

"No sé por qué la gente dice que soy muy valiente. Estoy terriblemente nerviosa", ha declarado la presidenta de la Liga Nacional para la Democracia, que llegó el miércoles a Ginebra para una gira que le llevará también a Noruega, Irlanda, Reino Unido y Francia.

La líder opositora birmana ha sido recibida por el director general de la OIT, el chileno Juan Somavía, que le ha agradecido "haber alumbrado a su país y hacerlo ahora con esta asamblea".

"Es un día emotivo para nosotros, un día dorado para la OIT, un día que guardaremos en nuestra memoria. Durante muchos años, podremos decir que estuvimos allí aquel día", ha defendido Somavía.

Elogios del presidente de la OIT

Somavía ha definido a su invitada como "una mujer de notable carácter y determinación",  y ha comparado su visita con las que hicieron en su día los ex presidentes sudafricano Nelson Mandela y polaco Lech Walesa.

"Usted está a la misma altura histórica", ha declarado el director general de la OIT, que ha considerado que Suu Kyi es la muestra personificada de que "lo imposible puede convertirse en realidad" y de que "los mayores obstáculos se pueden superar".

Somavía ha citado a Mahatma Gandhi para definir lo que la política birmana representa: "no puede enseñaros violencia, porque no la conozco, pero puedo enseñaros a no inclinar la cabeza ante nadie,  incluso aunque haya que pagar con la vida por ello".

Suu Kyi ha respondido a las alabanzas de Somavía, afirmando que siente una sintonía especial con los latinoamericanos: "cuando me encuentro a gente latinoamericana es como si me encontrara con gente de mi familia, porque hemos atravesado por la misma situación".

En su discurso de media hora, del que se ha salido con frecuencia para hacer comentarios improvisados, ha indicado que no acudía a la Conferencia de la OIT como representante de los trabajadores, de los empresarios o del Gobierno de su país -"al menos todavía", ha bromeado-, pero ha pedido el respaldo de la comunidad internacional a Birmania.

En este sentido, ha hecho un llamamiento a inversiones extranjeras directas en su país, con el objetivo central de crear empleo, sobre todo para los jóvenes, que durante décadas han estado marginados y sin esperanza por la falta de un sistema educativo adecuado.

"El problema no es tanto la falta de trabajo, sino la falta de esperanza", ha expresado la hoy parlamentaria birmana, que ha pedido a los empresarios inversiones para su país que ofrezcan beneficios sostenibles, tanto para las empresas, como para los trabajadores.

"Vengan a Birmania no solo a buscar inversiones y oportunidades, sino para juzgar el potencial que tenemos (...). Nuestros jóvenes tienen el espíritu en ellos, pero no han sido educados para poder llevar su país al lugar adecuado", ha declarado Suu Kyi.

Más inversión

Birmania,  un país paradigma de los problemas de trabajo forzoso y recientemente denunciado por la OIT por esta práctica,  afronta una nueva oportunidad con las reformas políticas de la Junta Militar, como las elecciones que llevaron a Suu Kyi de nuevo al Parlamento.

"Con estos cambios y el levantamiento de las sanciones, estamos ante una oportunidad sin precedentes para el desarrollo económico, la democracia y un crecimiento respetuoso con los derechos humanos en Birmania", ha agregado la premio Nobel de la Paz.

En su intervención, la líder opositora ha denunciado que la compañía estatal birmana de petróleo y gas MOGE carece de transparencia y rendición de cuentas y ha urgido a las compañías extranjeras a no firmar acuerdos de cooperación con la misma hasta que estas condiciones mejores.

"El gobierno necesita cumplir los estándares internacionalmente reconocidos como el código del Fondo Monetario Internacional de buenas prácticas y transparencia. Otros países podría ayudar al no permitir a sus empresas asociarse con MOGE hasta que cumpla esos códigos", ha añadido.

La líder opositora birmana llegó el miércoles por la noche a Ginebra para comenzar una gira por Europa, la primera ocasión en que viaja al continente en casi un cuarto de siglo.

El vuelo en que viajaba aterrizó en Ginebra, donde tras su discurso ante  la OIT hablará con el ministro de Exteriores suizo Didier Burkhalter en la capital, Berna.

La OIT levantó el miércoles las sanciones que pesaban sobre Birmania desde hacía una década, como reconocimiento al proceso de transición a la democracia iniciado por la Junta Militar que gobierna el país, y que incluye una nueva ley sindical y el compromiso de acabar con el trabajo forzado en 2015.