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Barroso denuncia que no todos los países son conscientes de la "urgencia" de actuar

  • Dice que la crisis es sistémica y que hay una "situación social de emergencia"
  • Pide a los líderes que pacten un calendario para la unión bancaria
  • Considera que Grecia debe quedarse en el euro si respeta sus compromisos

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El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha afirmado este miércoles que la UE tiene un "problema sistémico" y ha denunciado que no todas las capitales europeas son conscientes de la "urgencia" de tomar decisiones a corto y largo plazo para frenar la crisis de deuda.

Barroso ha pedido a los líderes europeos que en la cumbre del 28 y 29 de junio pacten un calendario con sus diferentes etapas para crear una unión bancaria, presupuestaria y política con el fin de transmitir "confianza" sobre la "irreversibilidad" del euro.

"Nos encontramos en un momento decisivo para la UE. Estamos viendo que incluso cuando los Gobiernos adoptan los pasos correctos en materia de reformas pueden sufrir el impacto negativo de acontecimientos fuera de su control o por la falta de una respuesta decisiva y global a largo plazo", ha asegurado el presidente de la Comisión Europea en un discurso ante la Eurocámara.

"Hemos de admitir que tenemos un problema sistémico y debemos articular la visión de a dónde debemos ir y también una senda muy concreta para llegar allí. No estoy seguro de que todas las capitales sean conscientes de la urgencia de esto", ha denunciado el presidente de la Comisión.

Barroso ha asegurado que el rescate de la banca española aprobado el pasado fin de semana por parte del Eurogrupo "demuestra que los críticos que dicen que no afrontamos nuestros problemas está equivocados". "Al contrario, nuestra capacidad de reaccionar rápidamente demuestra nuestra determinación de afrontarlos de inmediato", ha señalado.

Reforma del tratado

No obstante, ha insistido en que la Unión Europea necesita "una perspectiva a medio y largo plazo". A medio plazo, ha pedido proseguir con los ajustes y reformas, incluyendo a Grecia. "Creo que Grecia debe quedarse en la eurozona, asumiendo que respete sus compromisos", ha afirmado.

Grecia debe quedarse en la eurozona respetando sus compromisos

"La perspectiva a largo plazo no debe verse como un sustituto para esas reformas", ha insistido Barroso. "Pero sin confianza sobre la irreversibilidad de la unión económica y monetaria, nuestras perspectivas son limitadas", ha avisado. 

A su juicio, es esencial fijar un calendario a medio y largo plazo para profundizar en la unión económica que podría incluir una reforma del Tratado.  La mayor integración afectará sobre todo a la eurozona pero no debe fragmentar la UE, ha defendido el presidente de la Comisión, que se ha mostrado dispuesto a considerar excepciones para los países que no quieran participar, como Reino Unido. 

La "prioridad natural" en este proceso de mayor integración es la unión bancaria, ya que no exigirá cambio en los tratados. Para ello, el Ejecutivo comunitario "podría presentar en otoño propuestasclave  para introducir una supervisión bancaria más integrada y fondos comunes de garantía de depósitos y de resolución".

La segunda fase, según Barroso, es la unión presupuestaria, que puede empezar con la aprobación de las propuestas que dan mayor poder a Bruselas para intervenir en los presupuestos nacionales. Los tres pasos siguientes son reforzar los fondos de rescate, "una discusión seria sobre la emisión conjunta y la mutualización de la deuda nacional en forma de bonos de estabilidad", y una mayor coordinación en materia de impuestos.

"Situación social de emergencia"

Finalmente, el presidente del Ejecutivo comunitario ha defendido la creación de una unión política con el fin de dar "legitimidad democrática" a todo el proceso, y ha pedido reforzar para ello el papel de la Eurocámara. 

El Consejo Europeo del 28 y 29 de junio también debe servir, según Barroso, para pactar una "iniciativa de crecimiento" que debe basarse en "finanzas públicas sólidas, reformas estructurales profundas e inversiones bien dirigidas". El objetivo es hacer frente a la "situación social de emergencia" que se vive en algunos Estados miembros por el aumento del paro y la exclusión social.

La estrategia debe incluir, a su juicio, una reprogramación de las ayudas europeas para concentrarlas en el crecimiento y la competitividad, un aumento de la capacidad de préstamo del Banco Europeo de Inversiones y la puesta en marcha de bonos respaldados por el presupuesto de la UE para financiar grandes proyectos de infraestructuras, los ya conocidos como 'eurobonos de proyecto'.

El presidente de la Comisión ha pedido a los líderes europeos un acuerdo rápido sobre el presupuesto de la UE para el periodo 2014-2020 y ha atacado a los países que, como Alemania, Francia o Reino Unido, piden recortes en las perspectivas financieras porque a su juicio se trata de un instrumento de inversión pública fundamental para generar crecimiento.

"Con un poder de gasto reducido en casa, algunos Estados miembros ven las perspectivas financieras como una extravagancia y una posible fuente de ahorros. Es un gran error", ha lamentado Barroso, que ha vuelto a defender además la creación de una tasa a las transacciones financieras para financiar parte del presupuesto europeo.

"En muchos de nuestros Estados miembros, los fondos europeos son la mayor fuente y la más estable de inversión pública. Desde 2009, la política de cohesión ha sido equivalente al 97% de la inversión pública en Hungría, 78% en Lituania o 50% en Polonia", ha apuntado.