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¿Cómo funciona un rescate bancario?

  • La petición formal del Estado es un requisito indispensable para activar la ayuda
  • Un stress test a las entidades y al sistema financiero fija la cantidad del crédito
  • El Eurogrupo es quien aprueba la concesión del préstamo
  • La CE y el BCE vigilan que se cumplen las condiciones impuestas

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¿Cómo sería un rescate a España?

Tras días e incluso semanas de especulaciones al respecto, España finalmente ha solicitado un rescate para sanear el sistema financiero, por el que dispondrá de hasta 100.000 millones de euros para canalizar hacia los bancos a través del FROB. Aunque el Gobierno insiste en que no se trata de un rescate, sino de un "apoyo financiero", la activación de la ayuda sigue un proceso similar a los de Grecia, Irlanda y Portugal.

Hasta ahora, los rescates puestos en marcha por la Unión Europea se han articulado a través del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF), salvo el primero de Grecia, que se preparó de urgencia (a través de préstamos bilaterales con un interés algo inferior al exigido en el mercado por la deuda griega) para auxiliar al país cuando la presión de los mercados eliminó cualquier posibilidad de que Atenas pudiera captar en ellos la financiación necesaria para seguir pagando sus deudas.

El método seguido en la primavera de 2010 con Grecia sirvió de base para diseñar el FEEF, con el que se rescató primero a Irlanda y después a Portugal. Los fallos detectados en esos tres casos trataron de repararse con la creación del nuevo Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), un instrumento ya permanente que debería entrar en vigor el próximo mes de julio (aunque la fecha concreta dependerá de cuándo sea ratificado el pacto fiscal europeo por los parlamentos de los Estados miembros de la eurozona).

Además, según ha ido avanzando la crisis de deuda en Europa, los jefes de Estado y de Gobierno han ido modificando ambas herramientas y, en la cumbre del 21 de julio de 2011, acordaron definir un proceso específico para que los dos fondos europeos pudiesen utilizarse para recapitalizar a la banca de un país. A continuación repasamos qué pasos deben seguirse para poner ese proceso en marcha y qué implica esa activación.

1. Petición formal de ayuda por parte del Gobierno del país afectado

Es el requisito indispensable para la activación del paquete de ayudas, ya que esa puesta en marcha implica la continua supervisión de la política financiera del país afectado, un campo que aún pertenece al dominio nacional.

2. Evaluación técnica por parte de la CE y el BCE de las necesidades financieras del país

Una misión de técnicos de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y de las agencias europeas de supervisión realizan una primera radiografía del sistema financiero del país que ha solicitado la asistencia.

Esa evaluación deberá abordar: el origen y grado de las dificultades de las entidades financieras que necesitan ayuda; la urgencia de su reestructuración; la viabilidad a largo plazo de esas entidades afectadas; si se trata o no de entidades sistémicas (es decir, si su caída implica el contagio a todo el sistema); la jerarquía a la hora de conceder dinero, desde las entidades más importantes a las más pequeñas; y el impacto que la devolución del préstamo europeo tendrá en las cuentas del Estado afectado, esto es, si elevará su déficit y su deuda.

El informe que los expertos de la Unión Europea elaboren a partir de ese análisis será la base para las negociaciones sobre la cuantía del préstamo y las condiciones que se marcarán para su concesión, en concreto: qué tipo de interés deberá pagar España y qué plazos tendrá para devolver el dinero.

3. El Gobierno afectado debe indicar qué entidades recibirán la ayuda y cómo se inyectará

El Gobierno del Estado afectado -en cooperación con la autoridad nacional de supervisión financiera, en este caso, el Banco de España- señala qué entidades deben recibir la ayuda y qué fórmula se usará para que la utilicen en su recapitalización: inyección directa de capital, inyección a cambio de acciones, nacionalización completa, etcétera.

Según el protocolo del mecanismo, la cuantía de la ayuda tendrá que deducirse de un stress test, una prueba de solvencia tanto de las entidades afectadas como de otras instituciones financieras relevantes del mismo país. Para poder avanzar en el proceso, primero se realizará una evaluación rápida de la situación y, después, un análisis más detallado. Ambas evaluaciones serán dirigidas por el supervisor nacional y deben implicar a las agencias europeas de supervisión y a expertos procedentes de los bancos centrales del resto de Estados miembros.

En el caso de España, este requisito se cumple ya en gran medida, puesto que el Gobierno ya ha señalado a Bankia como una de las entidades que deben recibir ayudas y ha puesto en marcha evaluaciones independientes del sector.

4. Negociación sobre las condiciones que debe cumplir el país para recibir la ayuda

Las negociaciones sobre las condiciones que deberá cumplir el Estado que ha pedido la ayuda se basan en las reglas fijadas en la UE para permitir las ayudas públicas. Por eso, esa negociación se hace con la Comisión Europea y su aprobación exige el visto bueno de su Dirección General de Competencia.

Esas condiciones incluirán siempre un plan detallado para la reestructuración del sistema financiero de España. Su cumplimiento es obligatorio para las entidades beneficiarias de la ayuda.

Al mismo tiempo que estas negociaciones, el organismo gestor del FEEF o del MEDE (según cuál sea el fondo de rescate utilizado) va preparando la documentación para avanzar en el proceso de concesión del préstamo. Ese trabajo se concretará en un acuerdo marco para esa concesión.

5. El Eurogrupo autoriza el préstamo

Los ministros de Finanzas de los países del euro reunidos en el Eurogrupo se encargan de autorizar el préstamo después de analizar la propuesta del FEEF.

La concesión de esa ayuda irá ligada al compromiso de cumplir lo negociado con el país y que se pone 'negro sobre blanco' un Memorando de Entendimiento que elabora la Comisión Europea, junto al BCE y las agencias europeas de supervisión. En ese documento se especifican las condiciones concretas que deberá cumplir cada una de las entidades asistidas y las que tendrá que aplicar el conjunto del sistema financiero del país en cuestión.

Cualquier préstamo siempre estará condicionado a que el país no puede desentenderse de esos compromisos hasta que no devuelva la ayuda. Además, todos los beneficios resultantes de la recapitalización bancaria se usarán para devolver al fondo de rescate el dinero prestado.

6. Control periódico del cumplimiento del acuerdo

La Comisión Europea se encarga de vigilar que se cumplen los requisitos exigidos al sistema financiero del país a cambio de la ayuda. En una revisión periódica (que suele ser trimestral), los técnicos de la CE, el BCE y las agencias europeas de supervisión comprobarían que se está cumpliendo el plan de reestructuración pactado y tendrán derecho a realizar en cualquier momento inspecciones sobre el terreno en cualquier entidad financiera que haya recibido ayuda.

El propio fondo de rescate, como organismo que presta el dinero, también vigilará si se satisface lo acordado y, en el caso de España,  el Eurogrupo ha invitado al Fondo Monetario Internacional a participar como supervisor de la operación (algo que hace en el caso de los tres países rescatados, aunque en el caso de España no aporta fondos).

7. El directorio del fondo de rescate decide sobre las fases de entrega del préstamo

La entrega del dinero se hace por fases, según avanza el cumplimiento de las condiciones pactadas. La junta de directores responsable del fondo de rescate es la encargada de decidir la entrega de cada parte y, para ello, tiene en cuenta el informe periódico de la Comisión Europea sobre la aplicación de lo acordado.