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Cae una de las mayores redes de artículos falsificados de España y Portugal

  • Las falsificaciones se adelantaban al mercado en sectores como la telefonía
  • Procedían de China y se introducían en Portugal y España
  • Se han incautado de 200.000 falsificaciones y detenio a 27 personas

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Muchas falsificaciones se adelantaban al mercado
Muchas falsificaciones se adelantaban al mercado

La Policía ha desarticulado una de las mayores organizaciones dedicadas a introducir artículos falsificados en España en una operación que ha supuesto la intervención de más de 200.000 falsificaciones y la detención de veintisiete personas en Cataluña, Madrid, la Comunidad Valenciana y Portugal.

Entre los productos falsificados, de origen chino, figuran 5.000 iPhones 4-S,  tablets, ordenadores, relojes de marcas de lujo, ropa de deporte, gafas de sol, pitilleras, mecheros y también números y letras para falsificar camisetas del Real Madrid y el Barcelona.

La Policía calcula que la red ha podido obtener unos beneficios de varios millones de euros en los últimos tiempos,  ya que por cada teléfono móvil de última generación que vendía en el mercado, la banda ganaba entre 50 y 60 euros.

Algunos de los artículos intervenidos en la operación, en la que ha participado también la Policía portuguesa, la Guardia Urbana de Barcelona y la Agencia Tributaria, se adelantaban incluso al mercado, dado que imitaban por ejemplo teléfonos móviles que todavía no habían sido puestos a la venta al público.

La mayoría de los productos se vendían en mercadillos y bazares de Cataluña y del resto de la costa mediterránea y también en Madrid, y los clientes eran principalmente turistas que conocían perfectamente que los artículos no eran auténticos.

Los puntos de entrada, Barajas y el puerto de Valencia

La organización utilizaba el aeropuerto de Barcelona para dar entrada a los productos de pequeño tamaño y de gran valor, como teléfono o relojes, y el Puerto de Valencia para la ropa y el calzado.

De hecho, en el puerto valenciano ha sido detenido un agente de aduanas que se encargaba de tramitar la documentación de los contenedores con los artículos pirateados y cuyo destino en este caso era casi siempre Portugal.

Este hombre se encargaba también de trasladar la mercancía a unos almacenes de seguridad, donde aguardaba un tiempo prudencial hasta su venta. Durante el transporte, la red camuflaba las falsificaciones entre productos originales para intentar eludir los controles aduaneros.

El líder de la organización, de origen indio, dirigía todas las importaciones desde su domicilio en Castelldefels (Barcelona) y a través de empresas pantalla y testaferros.

Falsificaciones de "calidad excepcional"

Tal y como han explicado los investigadores de la Policía en una rueda de prensa, este hombre, que ya había sido detenido en 2008 por hechos similares, mantenía un alto tren de vida, era propietario de varios vehículos de alta gama y vivía en una mansión de lujo, protegida con cámaras de seguridad.

La inspectora jefe de la Policía de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV), Mónica Dopico,  ha asegurado que la calidad de las falsificaciones era "excepcional", al menos en su aspecto externo, aunque no así en la calidad de los materiales que, en el caso de los teléfonos, podían ser incluso peligrosos.

Dopico ha explicado que se han dado casos en los que las baterías de estos equipos, que no pasan ningún control de calidad, han explotado, causando graves daños a los usuarios.

Entre los detenidos -19 en España y 8 en Portugal- hay ciudadanos indios, algunos de ellos nacionalizados, marroquíesespañoles y también chinos, que ocupaban el "ultimo escalón" de la red.

Los cabecillas de la organización en Portugal eran una familia marroquí con vinculaciones con el tráfico de drogas, según han asegurado los investigadores lusos.

De forma paralela, durante las pesquisas sobre los miembros de la red se ha descubierto también un taller de confección de prendas falsas en un pueblo de la provincia de Girona.

El taller se surtía de materias primas no falsificadas, como bolsos o carteras traídos de China, a los que se les estampaban marcas de reconocido prestigio