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Putin se resiste a sancionar al régimen de Damasco tras su encuentro con Hollande

  • Previamente estuvo en Berlín, donde se ha reunido con Merkel
  • Putin niega que las armas que vende a Siria se usen en el conflicto
  • Es su primera visita al exterior tras su nueva elección como presidente

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El presidente ruso, Vladimir Putin, ha justificado su resistencia a sancionar al régimen sirio por el riesgo de que la situación degenere en la guerra civil, la misma razón por la que no cree que la salida del presidente, Bachar el Asad, sea una condición para solucionar la crisis.

"No estamos ni por Bachar el Asad ni por sus oponentes" pero "si se aparta del poder a un presidente, no todo el mundo estará satisfecho" y "nuestro objetivo es impedir una guerra civil", ha subrayado Putin en París al término de su encuentro con el presidente francés, François Hollande, en conferencia de prensa.

Para ilustrar los riesgos de sacar al presidente sirio, se ha referido al antiguo líder libio Muamar el Gadafi: "todos sabíamos que era un tirano", pero también se ha visto lo que ocurrió tras su derrocamiento en la ciudad de Sirte.

El jefe del Estado ruso ha dicho esto después de que Hollande hubiera reiterado que para lograr un arreglo político en una segunda etapa "tiene que haber sanciones, presiones" y también que "la salida de Bachar el Asad es una condición previa para la transición política".

Putin, que antes de pasar por París estuvo en Berlín con la  canciller alemana, Angela Merkel, ha defendido que las eventuales sanciones  contra Damasco se deben debatir en el Consejo de Seguridad de la ONU,  y ha puntualizado que "no siempre son eficaces" y además que "hay que prevenir  que la situación evolucione hacia el peor escenario" y degenere "en una  guerra civil".

Hollande ha comentado, por su parte, que la misión Annan "debe ir hasta el  final" y terminar con las acciones violentas, "sobre todo del régimen". "Creo que las sanciones forman parte de la presión necesaria,  indispensable, para una solución política" que pasa también "por un  diálogo", comentó el presidente francés

Reunión también con Merkel

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente ruso, Vladímir Putin, han destacado  su interés común en una "solución política" para Siria, sobre la base del plan de paz del enviado especial de la ONU, Kofi Annan.

"Nuestro interés común es respaldar el plan de Annan para superar el escenario actual del conflicto", ha afirmado Putin, en una conferencia de prensa conjunta con Merkel, al término de la reunión mantenida por ambos líderes en la Cancillería alemana.

El presidente ruso ha negado categóricamente que su país esté suministrando a Siria armas susceptibles de ser empleadas en una guerra civil y también que se comporte como un aliado del régimen de Bachar al Asad.

Moscú "no está "apoyando" al régimen de al Asad, porque no está "respaldando ninguna de las partes en conflicto", ha dicho Putin, sino que trabaja para evitar "una escalada de violencia" que degenere en una "guerra civil".

"Trabajamos para evitar nuevas, horribles masacres como la de Hula y estamos convencidos de que ello debe hacerse la base de una solución política", ha insisitido Merkel, quien antes de la llegada de Putin había anunciado su propósito de hacer valer su influencia para que Moscú se una a la presión internacional sobre el régimen sirio.

"Tenemos que hacer absolutamente todo lo políticamente posible para evitar una guerra civil", ha enfatizado Merkel, para quien el plan de Annan es el "punto de partida adecuado" para conseguirlo, aunque, añadió, "llegado el caso deberemos adoptar medidas políticas adicionales".

La canciller alemana ha hecho una y otra vez hincapié en la palabra "política", de acuerdo al hasta ahora rechazo tácito de Berlín a cualquier intervención militar.