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Decenas de muertos y más de un centenar de heridos en dos explosiones en Damasco

  • Según el Ministerio del Interior, 55 muertos y 372 heridos
  • Ha ocurrido cerca de un edificio de la inteligencia militar
  • El jefe de la misión de la ONU ha visitado el lugar

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El Gobierno sirio culpa a los rebeldes y estos al régimen por los atentados

Al menos 55 personas murieron hoy y 372 resultaron heridas por la explosión consecutiva de dos coches-bomba en la zona de Qazaz, en la periferia de Damasco, según un comunicado del Ministerio sirio del Interior, citado por la televisión oficial. El Ministerio apuntó que los dos vehículos, que llevaban más de 1.000 kilos de material explosivo, iban conducidos por terroristas suicidas.

Los atentados, casi simultáneos, han tenido en Qazaz, en el suroeste de la ciudad, cerca de la carretera de circunvalación y a una hora de mucho tráfico por la entrada en el trabajo y en los colegios. Las imágenes muestran vehículos calcinados y restos humanos, y un cráter en la carretera. Vehículos civiles y viviendas se han visto afectadas, y una escuela cercana ha enviado a los estudiantes a casa.

El distrito que ha sido objetivo del ataque alberga un complejo de  edificios de los servicios de inteligencia, incluyendo el cuartel  general de la oficina antiterrorista del Ejército. Otro edificio  cercano, también de la inteligencia militar, ha sido destruido.

A pesar del cordón policial, una multitud se ha reunido en el lugar gritando lemas a favor de Bachar al Asad.

Las primeras reacciones al atentado ya se han producido. El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, ha condenado "en los términos más fuertes posibles" el ataque mientras que la Liga Árabe ha advertido de las "graves consecuencias de estos ataques en la misión de observadores militares de la ONU desplegados en el país.

Visita del jefe de la misión de la ONU

La explosión de este jueves tiene lugar cuando el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon advertía de la extensión de la guerra civil en el país, y después de que un artefacto estallara al paso de un convoy de los observadores de Naciones Unidas.

Precisamente, el jefe de esta misión, el general Robert Mood, se encuentra en la zona. "Mi mensaje a los implicados en este acto terrorista es que esto no supone ninguna solución a ningún problema", ha dicho Mood en una breve declaración a los periodistas. El jefe de la misión también ha pedido ayuda "a todo el mundo en Siria y en el exterior" para detener la violencia.

El Consejo Nacional Sirio (CNS), principal organización de la oposición,  ha acusado al propio régimen de Asad de estar detrás de los  atentados. "El régimen comete estos ataques para enviar dos mensajes: uno  para decir a los observadores internacionales que están en peligro, el  otro para corroborar sus alegaciones según las cuales grupos armados y  Al Qaeda operan en Siria", ha declarado a la agencia francesa AFP Samir  Nachar, miembro del comité ejecutivo del CNS.

El último atentado mortal en la capital siria tuvo lugar el pasado 27 de abril, con la muerte de 9 personas.