Enlaces accesibilidad

José Domingo: "No me esperaba compartir honores con Moebius en el Salón del Cómic"

  • 'Aventuras de un oficinista japonés' es el mejor cómic español del año
  • La surrealista historia de un trabajador que intenta volver a casa

Por
José Domingo y un fragmento de una página de 'Aventuras de un oficinista japonés'
José Domingo y un fragmento de una página de 'Aventuras de un oficinista japonés'

Aventuras de un oficinista japonés (Bang Ediciones) de José Domingo,  narra la particular odisea muda de un gris empleado japonéspor volver a su  casa, tras la jornada laboral . Uno de los cómics más sorprendentes,  origniales, imaginativos y divertidos de los últimos años, que se ha alzado con el Premio a la Mejor Obra Nacional en este Salón del Cómic de Barcelona de 2012.

"No me lo esperaba -confiesa Domingo-. además este año habían cambiado las reglas, había 10 nominados y eran todos muy buenos. Cualquiera podía ganar".

Y además ha tenido el homor de figurar en el palmarés junto al recientemente fallecido Moebius, ganador del Premio al Mejor Álbum extranjero por Arzak, el vigilante (Norma). "Simplemente estar nominado ya era un premio, pero ha sido un subidón. Pero confieso que el hecho de que le diesen a Moebius el premio ahora, que acaba de fallecer, me produjo sentimientos encontrados, por un lado te alegras porque es muy bonito y emocionante, pero por el otro piensas, Ya no está".

"Una locura de tebeo"

"Aventuras de un oficinista japonés es una auténtica locura -confiesa Domingo-, un tebeo en el que se intenta sorprender y divertir al lector en todo momento mediante una concatenación de locuras, una detrás de otra, que le pasan a este pobre hombre, que sale de su trabajo para volver a casa y empieza a ver cosas raras. Primero un perro que sale volando, luego una pelea de Yakuzas... y sólo es el principio porque la cosa se va liando cada vez más, hasta que acaba pasando por una secta satánica, en manos de unos extraterrestrs, convertido en un meteorito de chicle... un montón de cosas extrañas".

Unas páginas espectacualres con dibujos que esconden miles de detalles: "Puedes buscar muchas cositas por ahí, hay muchos detalles y bromas escondidas. Me gusta darle un toque de humor absurdo y negro y hay pequeñas cosas que son lo que dan esas pinceladas".

Una historia sin palabras: "Creo que no hacía falta meter texto ni palabras que explicasen nada en esta historia -confiesa Domingo-. Las propias acciones se explican por si mismas. Creo que haberle metido palabras hubiera quitado fuerzas a estas locuras. Explicadas perdían gracia".

"Me habían pedido una historia corta"

Domingo confiesa que el cómic salió de un encargo: "Me habían pedido una historia corta para el fanzine de las jornadas de cómic de Ourense e hice una historia de cinco páginas con las mismas cuatro viñetas por página, el mismo tiro de cámara y este estilo más improvisado y dije "A ver que pasa, total son cinco páginas y si veo que este estilo no funciona no pasa nada porque es una pequeña prueba. Pero funcionaba muy bien, se me disparaba la imaginación y decidí presentarlo como proyecto y esas páginas actualmente son las cinco primeras páginas del libro. Acababa ahí, con una especie de continuará".

"Llevé un dossier al editor de Bang con las cinco páginas y una sinopsis.  No les podía explicar mucho porque explicado pierde la gracia, pero enseguida les interesó,. No sé si tenían idea de a donde podía llevar, pero debió gustarles porque me han dejado completa libertad. Creo que son unos valientes y se han tirado a la piscina. Buscan cosas creativas"

A pesar de que en las páginas se van acumulando detalles, personajes y bormas, Domingo confiesa que "No he dibujado a Wally, no le busquéis"

"Podría tener continuación e incluso este cómic de cien páginas podía haber tenido cuatrocientas o haber continuado hasta el infinito -confiesa Domingo-, pero creo que había que poner el tope en algún momento, la propuesta le ha gustado a la gente y se divierten, pero no deja de ser una cosa peculiar y estirarlo demasiado habría hecho que perdiese fuerza. Sería redundante".

Sus inicios y sus proyectos

"Antes de este cómic había publicado en numerosas revistas y fanzines. Estaba metido en el colectivo Polaquia, que sacábamos la revista Varsovia, que también fue premiada en el Salón. Un colectivo de autores que autoeditábamos nuestras obras a un nivel muy modesto y que ha sido una gran escuela para mí. Algo que fue fundamental para mi formación".

"Y en 2008 publiqué mi primer cómic a nivel estatal Cuimhne (Dolmen), con guión de Kike Benlloch, que era muy distinta a esto, era una historia de fantasía en la línea de La Princesa Mononoke de Miyazaki, ciencia ficción medieval, muy diferente a todos los niveles pero que para mi fue el salto a publicar en un cómic con una tirada nacional. Fue el gran salto. Salir de tus dibujitos en libretas y ponerte a hacer una historia de cien páginas".

"Ahora mismo mi mayor ilusión es seguir haciendo tebeos. Tengo varias ideas en el caldero a la espera de ver cúal es la elegida. Me gusta decidir en función de cúal es la que más me apetece hacer. Dejar que salga. De momento acabo de sacar un cómic digital de 10 páginas, son tiras sobre un perro llamada El gran Flaffy, en las que reproducimos el punto de vista del perro, que solo ve un cacho de acera y los pies. Es un perro inocentón al que le pasan historias que parecen tontas pero que también tiene algo de profundidad, en ese sentido de descubrir el mundo y saber si te aceptan".