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Dimite el Gobierno holandés ante la imposibilidad de pactar los recortes con la extrema derecha

  • El primer ministro espera que unas nuevas elecciones logren una mayoría sólida
  • Holanda debe hacer un ajuste de 15.000 millones para cumplir la meta de déficit
  • El euroescéptico Wilders dice que no acatará "los dictados de Bruselas"

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El primer ministro holandés, el conservador Mark Rutte, ha presentado este lunes su dimisión a la Reina Beatriz después de que las conversaciones con sus socios de gobierno para aprobar una nueva ronda de ajustes fracasaran durante el fin de semana,  según han confirmado fuentes oficiales.

"El primer ministro, Mark Rutte, ha presentado el 23 de abril de 2012 a su majestad la reina la domisión de todos los ministros y secretarios de estado holanceses con efecto inmediato", ha asegurado el servicio de prensa del gobierno en un comunicado.

De esta forma, Holanda podría celebrar elecciones anticipadas en septiembre u octubre, según los analistas.

La dimisión de Rutte supone una nueva víctima de la crisis financiera de la eurozona y un nuevo motivo de preocupación para los mercados, siendo Holanda todavía uno de los cuatro miembros del euro que conserva la triple A de las tres grandes agencias de calificación.

Además, es un nuevo revés para un gobierno conservador tras las dudas en Francia sobre la reelección de Nicolas Sarkozy, que este domingo perdió la primera vuelta frente al candidato socialista François Hollande.

El Gobierno holandés ha celebrado un consejo de ministros extraordinario para estudiar una posible convocatoria de elecciones anticipadas ante la imposibilidad de pactar recortes económicos para corregir el déficit.

En la reunión han participado los partidos en el Gobierno, liberales y democristianos han analizado la mejor salida a la crisis política que ha surgido tras perder la mayoría parlamentaria que le daba el apoyo de los antimusulmanes y euroescépticos de Geert Wilders (PVV).

Un recorte de 15.000 millones

Tras siete semanas de negociaciones, los liberales y democristianos  habían pactado un nuevo paquete de ajustes por valor de 15.000 millones  de euros, pero Wilders rechazó este fin de semana la cura de austeridad exigida por Bruselas para rebajar el déficit público hasta el 3% del PIB en 2013.

"Es importante que todo el que tiene una responsabilidad mantenga la calma y se asegure de conseguir un presupuesto ordenado. Tenemos grandes problemas", ha reconocido el viceministro de Asuntos Exteriores, Ben Knapen, antes de entrar a la reunión.

Los últimos pronósticos indicaban que el déficit holandés sería de un 4,6% el próximo año si no se aprobaba un nuevo paquete de medidas, que Holanda debe presentar a la UE el próximo 30 de abril, como el resto de socios.

Según Wilders, la retirada de su apoyo responde a que su partido no está dispuesto a "seguir los dictados de Bruselas" si eso significa que personas como los jubilados holandeses pierdan poder adquisitivo.

La respuesta a la crisis política no se ha hecho esperar en los mercados, que han castigado la falta de consenso para aprobar nuevos recortes. La prima de riesgo de los Países Bajos se ha incrementado en 16 puntos básicos hasta marcar los 77. A la inminente convocatoria de comicios en Holanda se añade la incertidumbre que origina la victoria del socialista Hollande en la primera vuelta de las elecciones  en Francia, y ambos factores han lastrado las bolsas europeas al tiempo que han disparado las primas de riesgo.