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Los rebeldes tuareg anuncian la independencia del norte de Mali

  • Así lo han anunciado en su web y a la cadena France 24 
  • Han indicado que respetarán las fronteras limítrofes
  • La Comisión Europea ha defendido la integridad del país

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Ningún país reconoce el estado independiente que los tuaregs han proclamado en Mali

El grupo independentista tuareg Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) ha anunciado este viernes la "independencia del estado de Azawad", región del norte de Mali y ha pedido a la comunicad internacional su reconocimiento.

En un comunicado firmado por el secretario general del grupo, Bilal Ag al Sharif, y difundido en su página web, el MNLA ha insistido también en el reconocimiento y el respeto de las fronteras de los países vecinos.

Según Al Sharif, la decisión ha sido tomada después de contactos con los distintos órganos representativos del movimiento, que se levantó en armas contra el poder central de Bamako el pasado 17 de enero, para exigir la autodeterminación de un territorio de 850.000 kilómetros cuadrados.

Asimismo, en la nota, en la que reclaman su derecho a fundar un estado de acuerdo con las leyes internacionales, se comprometen a "trabajar para garantizar la seguridad y avanzar hacia la construcción de las instituciones para culminar con la redacción de una constitución democrática para un estado Azawad independiente".

"Nos acogemos al derecho de autodeterminación"

En la nota, la denominada comisión ejecutiva del MNLA insta además a la comunidad nacional "a reconocer, sin tardanza, Azawad como un estado independiente".

Además explica que esta comisión ejecutiva se encargará de administrar los asuntos del nuevo estado hasta que se nombre una autoridad nacional azawad.

En declaraciones a la cadena de televisión France 24, Mossa Ag Attaher, portavoz del MNLA, ha dicho: "Esta noche se ha proclamado solemnemente la independencia del Azawad".

"Nos acogemos al derecho a la autodeterminación" recogido en los tratados internacionales y "nos comprometemos a respetar todas las fronteras" que separan el Estado autoproclamado "de los países limítrofes", ha asegurado.

"Asumimos completamente el papel que nos incumbe para dar seguridad a esos territorios", ha añadido el portavoz. "Tenemos una cultura milenaria de tolerancia" de "no imponer a nadie ninguna religión (...) y vamos a seguir así".

Hace dos días, el MNLA anunció el fin "unilateral de las operaciones militares", que entró en vigor el pasado jueves, después de que el Consejo de Seguridad de la ONU pidiera el fin de los ataques en el norte de Mali.

La CE, por la unidad de Mali

La Comisión Europea (CE) ha defendido la integridad territorial de Mali tras conocerse la declaración de independencia de la región norteña de Azawad.

"La Unión Europea ha dejado muy claro a lo largo de esta crisis que respeta la integridad territorial de Mali", ha señalado Maja Kocijancic, portavoz de la Alta Representante de la Política Exterior comunitaria, Catherine Ashton, en comentarios a Efe.

La portavoz ha expresado también el respaldo de la CE hacia los esfuerzos de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) para encontrar una "solución rápida" a la situación yha asegurado que la UE seguirá enviando ayuda humanitaria a las "comunidades necesitadas, donde sea que estén".

Reino Unido ha anunciado la retirada provisional del personal de su embajada en Bamako, la capital de Mali, debido a la inestabilidad que vive el país tras el golpe militar.

Tampoco el Gobierno de Estados Unidos, que ha rechazado a declaración de independencia de los rebeldes y ha alertado de que "exacerbará los graves problemas" que enfrenta ese país, sobre todo desde el golpe de Estado del pasado 22 de marzo.

La rebelión tuareg se remonta a principios de la década de los años 90, y desde entonces se han producido varios rebrotes de esta crisis.

Ésta amenaza ahora con una división del país ante la debilidad de la junta militar que gobierna Mali desde el pasado 22 de marzo y que parece incapaz de imponerse ante las críticas internas y las presiones exteriores que exigen el restablecimiento total del orden constitucional.