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Aplastante victoria de Mitt Romney en Illinois, la tierra de Obama

  • Acumula 20 triunfos, y algo más de 500 delegados, frente a los 236 de Santorum
  • Los candidatos se disputaban en Illinois 69 delegados
  • Santorum no había podido inscribirse en todos los distritos electorales

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Nueva victoria de Mitt Romney que lo afianza como candidato republicano

El nuevo capítulo de las primarias republicanas en Illinois, la tierra de los Obama, se cierra con una aplastante victoria del ex gobernador de Massachussets, Mitt Romney, con uno de sus mejores resultados hasta este momento.

Llegaba con un importante impulso tras su amplio triunfo el pasado fin de semana en Puerto Rico y consolida ahora su liderazgo en esta larga carrera republicana, acumulando una veintena de triunfos y un mayor número de delegados: algo más de 500 frente a los 236 de Rick Santorum, que insiste en presentarse como la “mejor opción” para arrebatarle a Barack Obama la Casa Blanca en las presidenciales de noviembre. “El único conservador de verdad- asegura- en unas primarias que luchan por el corazón y el alma de América”.

Illinois es un gran triunfo para Romney, con 69 delegados en juego en un estado que le es demográficamente más favorable. Además contaba con cierta ventaja, porque Santorum no había podido inscribirse en todos los distritos electorales, al no cumplir todos los requisitos. Pero la próxima cita será en Louisiana, estado sureño en el que el ex senador de Pensilvania parte con fuerza. Y si continuamos con los cálculos aritméticos, las victorias parecen estar repartidas entre ambos, según las encuestas, hasta el próximo 26 de junio, cita final de estas primarias republicanas. 

Para entonces alguno de los candidatos debería contar con los 1.144 delegados necesarios para tener garantizada la nominación presidencial del partido. Parece que Romney va en el buen camino, consiguiendo hasta ahora los triunfos en los territorios de mayor peso, como Ohio y Florida. Pero Rick Santorum no parece querer darse por vencido, aludiendo a su capacidad de “resurgir de las cenizas” tras sus sonadas derrotas electorales. Y lo cierto es que así es. Esta batalla republicana alterna sorpresas y golpes mediáticos de los dos grandes rivales, casi por turnos. 

Ajustados duelos durante largas noches de recuento

Ante nuestros ojos se podría dibujar sin embargo un posible escenario que cambiaría el reparto de votos: una retirada de los dos restantes aspirantes republicanos, Newt Gingrich y Ron Paul. Ya han asegurado que seguirán hasta el final. Pero el único que tiene recursos económicos, financiación, apoyo y estructura suficiente para mantener la contienda hasta el próximo verano, es Mitt Romney. 

El partido republicano también lo sabe. De momento, tanto Gingrich como Paul siguen acumulando delegados. Y muchos analistas especulan ya con alguna forma de alianza entre Santorum y Gingrich, de manera que se aglutine el voto más conservador y el apoyo del Tea Party, repartido hasta ahora. Aunque parece difícil, después de los ataques personales que se han dedicado. Como dicen los medios aquí “there is bad blood”… Ya hay mucha mala sangre…

Todas estas especulaciones, cálculos e inseguridades suponen a estas alturas demasiado desgaste para una carrera republicana que busca cuanto antes a un líder sólido, capaz de reconducir la división conservadora y de aprovechar los bajos índices de popularidad del presidente Obama, que se enfrenta a grandes dificultades para su reelección en las elecciones del próximo mes de noviembre. 

Mitt Romney ganaría las elecciones en EEUU con un 49% de votos

Una reciente encuesta del diario The Washington Post y la cadena ABC News, indica que en este momento Mitt Romney ganaría las elecciones en EEUU con un 49% de votos, frente al 47% que lograría Obama. Y anoche, las encuestas a pie de urna en Illinois, estado por el que Obama fue Senador, un 46% de los votantes confesaba creer que la economía está peor hoy, lejos de recuperarse. Esa va a ser una de las grandes bazas republicanas en la campaña electoral del próximo otoño.

En Washington resuenan los suspiros de impaciencia. Quieren que el líder conservador sea definido cuanto antes. El líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Eric Cantor, ya dio hace unas semanas su respaldo a Romney, dejando caer la aspiración de muchos: que la campaña electoral se centre ya en la economía y el empleo; los ataques se dirijan exclusivamente contra Obama; y el partido cierre filas en torno a un solo candidato. Desde su trono mediático, el multimillonario y eterno aspirante a las primarias, Donald Trump, pedía hace unos días a los republicanos que se unan a Mitt Romney ante la pérdida de tiempo que supone alargar más las primarias. 

La decisión de permanecer en la carrera a las elecciones presidenciales de los otros candidatos es vergonzosa” gruñía en una entrevista en Fox News. “Tenemos que derrotar a Obama, unámonos. Alguien tiene que terminar con esto porque se está haciendo cansado y a la gente no le está gustando. Al único que le gusta es a Obama”. Y posiblemente en la Casa Blanca, y sin que sirva de precedente, estén muy de acuerdo.