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Un fuerte seísmo de magnitud 7,6 azota el sudeste de México y siembra el pánico en la capital

  • No se han producido daños de consideración, según el presidente mexicano
  • El seísmo se ha producido en el estado de Guerrero, cerca de Acapulco
  • Ha habido cortes de luz, lineas caídas y edificios temblando en México D.F.

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Un seísmo de magnitud 7,6 azota el sudeste de México

Un fuerte terremoto de magnitud 7,6 ha sacudido el sureste de México, según el Instituto Geológico estadounidense, y ha sembrado el pánico en la capital tras temblar varios edificios.

El epicentro se registró a 25 kilómetros al sureste de Ometepec, en el sureño estado de Guerrero a las 12.02 hora local (19.02 hora peninsular española), una región sin grandes centros urbanos próxima a la costa, y ha tenido una profundidad de 17,5 kilómetros.

"Nos pegó en una zona que es una de las áreas más deprimidas, una de  las zonas más pobres que tenemos en Guerrero", afirmó el gobernador de  ese estado, Ángel Aguirre, en declaraciones al canal de televisión  Milenio.

Según Aguirre, en el área más próxima al epicentro hubo unas 500 casas que quedaron destruidas o sufrieron graves daños.

La titular de Protección Civil de México, Laura Gurza, confirmó a Efe  cinco heridos en el estado de Oaxaca y dos más en la capital mexicana,  entre ellos un conductor de una camioneta de transporte de pasajeros que  fue golpeado por una estructura de hormigón que se cayó durante el  temblor.

No se descarta, sin embargo, que pueda haber más  lesionados especialmente en la zona del epicentro, una región de  localidades dispersas habitada en su mayoría por indígenas, según el  gobernador Aguirre.

Las autoridades descartaron además que se  vaya a producir un tsunami, porque la zona del epicentro se encuentra a  unos 40 kilómetros de la costa mexicana del Pacífico en línea recta.

En un primer momento, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó de que la magnitud era 7,9. Por su parte, el Instituto de Sismología mexicano ha calculado que la magnitud ha sido de 7,8 grados en la escala de Richter, revisando también su primera medición, que fue de 6,59 grados Richter.

Problemas en el D.F.

El seísmo se ha sentido en México D.F., donde se han producido cortes de luz, la caída de las líneas de los teléfonos móviles y problemas de tráfico.

"Juro que nunca sentí uno tan fuerte, creí que el edificio se venía abajo", ha asegurado a Reuters Sebastián Herrera, un empresario que procede de un barrio azotado por el devastador terremoto de 1985, donde fallecieron miles de personas.

El alcalde de la localidad, Marcelo Ebrard, ha detallado en su cuenta de Twitter que no ha apreciado daños tras sobrevolar la ciudad en helicóptero.

El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico ha dicho que el terremoto del interior no va a generar un tsunami destructivo generalizado, aunque había la posibilidad de que produzca algunos tsunamis locales.

El sismo se ha sentido en ciudades tan lejanas como Ciudad de Guatemala. En Chilpancingo, la capital del estado de Guerrero, el terremoto se ha sentido con fuerte intensidad, pero no se tienen aún datos sobre posibles víctimas o daños materiales graves.

"Un susto muy fuerte"

El presidente mexicano, Felipe Calderón, que se encontraba en la ciudad norteña de Monterrey, también señaló que no había pérdidas humanas que lamentar, de acuerdo con los primeros informes, y calificó el temblor como "un susto muy fuerte". A través de su cuenta en Twitter, ha asegurado que no se han producido daños serios por el seísmo,

"Los hospitales, las clínicas, están funcionando bien, con normalidad, algunos cristales rotos, mucho susto, mucho pánico, es cierto, pero (el sistema sanitario) está bien", agregó Calderón.

Gabino Cué, gobernador del estado de Oaxaca, vecino al de Guerrero, afirmó que en su región no se habían recibido informes de víctimas mortales por el temblor. "Algunas vitrinas rotas, algunas grietas en edificios antiguos... en términos generales, el susto en las escuelas en las que tuvieron que evacuar a los alumnos", añadió.

Escenario de terremotos

Desde el terremoto que en 1985 causó miles de víctimas en la capital, México es escenario de este tipo de temblores, el último de ellos el 10 de diciembre pasado, también en el estado de Guerrero, con una magnitud de 6,8 grado, y que causó tres muertos.

México se encuentra en una de las zonas sísmicas más importantes del mundo, dado que interactúan placas tectónicas como las del Pacífico, Cocos, Norteamérica, Caribe y Rivera. 

En la capital, desde que la ciudad comenzó a temblar, la gente salió de los edificios y las viviendas a la espera de que se calmara el movimiento del suelo.

"Yo solo dije que sea lo que Dios diga. Sólo veía que los libros del librero se venían encima de mí", dijo Marta Gómez, de 50 años, que vivió el terremoto en la planta décima de un edificio de esta ciudad.

Aunque en la capital quedó interrumpido el suministro eléctrico en muchos barrios y la telefonía móvil quedó colapsada, no se informó de daños graves en los edificios.

En el aeropuerto internacional sólo se pidió a un vuelo procedente de Estados Unidos que siguiera sobrevolando la terminal y retrasara media hora su aterrizaje.

En la turística ciudad de Acapulco, el centro de recreo más próximo al epicentro, se produjeron desalojos de hoteles, mientras que en la capital de Guerrero, Chilpancingo, se cortó la luz en la mayor parte de la ciudad.

Un terremoto con menos energía que el de 1985

Según dijo a Efe el físico del Servicio Sismológico Nacional de México Víctor Hugo Espíndola, el temblor de este martes, pese a su magnitud, no es comparable con el que sucedió en 1985, de 8,1 grados, ya que su energía fue de la mitad.

"Esas pocas décimas de diferencia, como no es una relación completamente lineal, corresponde a una energía del doble", explicó.

El aumento en la escala de Richter es exponencial, por lo que la magnitud de un sismo aumenta 10 veces de un grado al siguiente, de modo que un terremoto de intensidad 4 no es el doble que uno de intensidad 2, sino 100 veces superior.

"Como no es una relación lineal, es exponencial; con poquito que le movamos en la magnitud el área de rompimiento aumenta más o la energía liberada es mayor", apuntó Espíndola.

El físico recordó que desde 1985 México ha modificado los reglamentos de construcción y a raíz de esa tragedia en todo el país "la construcción se toma más en serio".

Después del primer temblor, México sintió al menos 10 réplicas, con diferente magnitud, y los expertos no descartan que se sigan sintiendo más temblores en las próximas horas, aunque con menor intensidad.