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La Fiscalía advierte de que el asesino de Toulouse está "decidido" y podría volver a actuar

  • Dice que disparó a sus víctimas a quemarropa y que actúa cada cuatro días
  • Considera los hechos un acto terrorista y no cierra vías de investigación
  • Los cuerpos de las víctimas serán enterrados el miércoles en Jerusalén

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Máximo nivel de alerta antiterrorista en la región de Toulouse

La Fiscalía de París ha advertido que el autor de la masacre de Toulouse está "extremedamente decidido" y es "probable que pase de nuevo a la acción" pese a que se sabe "perseguido".

"Estamos ante un individuo con mucha sangre fría y con objetivos extremadamente definidos", ha declarado el fiscal  jefe de París, François Molins, que ha detallado que todas las víctimas murieron por un disparo a quemarropa en la cabeza.

Molins ha agregado que por el momento "no se ha abandonado ninguna pista", ni siquiera la de los tres ex militares expulsados del Ejército por comportamientos neonazis en 2008, y que ninguna se abandonará hasta que el autor sea detenido.

Además, ha detallado que 200 agentes están sobre el terreno en Toulouse bajo la dirección de la policía judicial y ya han realizado algunos interrogatorios, aunque ninguna persona ha sido detenida hasta el momento.

El fiscal ha adelantado que la Policía antiterrorista ha abierto tres investigaciones por los hechos ocurridos, ya que constituyen "actos de terrorismo en sentido jurídico".

"En virtud de la legislación francesa, la definición de terrorismo no es una definición política, sino una definición legal", ha recordado tras subrayar que "las circunstancias de la comisión de estos tres asesinatos han perturbado gravemente el orden público mediante la intimidación o el terror, y los podemos caracterizar como actos terroristas en el sentido de la definición contenida en nuestro código penal", dijo.

Los tres actos a los que se refiere son, además del asesinato de un rabino y tres menores en Toulouse, el asesinato el pasado 15 de marzo de dos militares en la localidad de Montauban y el ocurrido el 11 de marzo en Toulouse, cuando habría matado al  sargento de paracaidistas Imad Ibn-Ziaten, de 30 años.

En este sentido, ha recordado que se han producido cada cuatro días.

Todos los militares muertos son de origen magrebí, lo que unido al origen judío de las víctimas en la escuela de Toulouse ha hecho que se apunte a un móvil racista, en unos acontecimientos que han conmocionado al país y han paralizado la campaña electoral para las presidenciales del próximo mes de abril.

Sobre la posibilidad de que el autor llevase una cámara para grabar los acontecimientos, evocada por el ministro de Interior, Claude Gueant, basándose en el testimonio de un testigo, ha subrayado que se trata solo de una hipótesis.

Es más, aunque se da por hecho que el autor cometió los crímenes con el mismo scooter, aún no se tiene la confirmación porque no se ha hallado la matrícula del vehículo.

Traslado de los cuerpos a Jerusalén

Mientras, los cuatro muertos del atentado contra la escuela judía en Toulouse, todos ellos con ciudadanía francesa e israelí, se trasladan a Jerusalén, donde serán enterrados el próximo miércoles en cumplimiento del deseo expresado por sus familias.

Los ataúdes con los cadáveres del rabino y maestro Jonathan Sandler y de los niños Miriam Monsonego (de siete años), Arieh Sandler (5) y Gabriel Sandler (4) están siendo transportados por la Fuerza Aérea Francesa desde Toulouse (sur de Francia) a París y desde allí a Tel Aviv en un vuelo de la aerolínea israelí El Al, según medios locales.

En un comunicado, el Ministerio israelí de Asuntos Exteriores informa de que la llegada del avión con los féretros se espera al amanecer del miércoles, y que desde el aeropuerto serán trasladados en ambulancias al cementerio de Guivat Shaul en Jerusalén, donde serán enterrados a las 09.00 hora local (08:00 hora peninsular española).

Las familias de las víctimas mortales manifestaron al personal de la embajada israelí en París y del Consulado israelí en Marsella (sur de Francia) el deseo de que los restos de sus seres queridos reposen en Jerusalén, según el Ministerio israelí de Exteriores.

Dadas las "circunstancias excepcionales" del caso, la seguridad social israelí cubrirá el coste del entierro, con fondos destinados normalmente a los sepelios de víctimas del terrorismo en el país.