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Un tribunal militar egipcio absuelve a un médico por las 'pruebas de virginidad"

  • El tribunal militar se basa en las inconsistencias de los testigos
  • Las mujeres fueron detenidas hace un año en manifestaciones en la plaza Tahrir

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En Egipto, la justicia militar ha absuelto a un médico del ejército acusado de practicar pruebas de virginidad

Un tribunal militar egipcio ha declarado este domingo inocente a un médico militar acusado de haber realizado las llamadas "pruebas de virginidad" a una manifestante que se hallaba bajo detención por el ejército, informaron fuentes castrenses.

La corte alegó que no existen pruebas suficientes para condenar al médico Ahmed Adel por los abusos denunciados por la activista Samira Ibrahim, en un caso que ha movilizado a las organizaciones de defensa de los derechos humanos y ha creado gran polémica en el país.

Según las fuentes, la sentencia es definitiva y no se puede apelar porque está emitida por un tribunal militar.

En su sentencia, el juez detectó "contradicciones" en los testimonios de las testigos llamadas a declarar, principalmente en los de una joven que había sido convocada a petición de la defensa.

Esta joven, identificada como Rasha Abdel Rahman, mencionó el nombre de una funcionaria en la cárcel que no se correspondía con el declarado en los testimonios de otras tres víctimas, añade la sentencia.

Cuando se cometieron los abusos denunciados, Ibrahim se hallaba detenida junto a otras 34 personas por protagonizar "disturbios, ataques a instalaciones del Estado, usar cócteles molotov y atacar a las fuerzas de seguridad", según Mena.

Por esas acusaciones, Ibrahim, de 25 años, fue condenada entonces a un año de cárcel exento de cumplimiento.

En una reciente entrevista, Ibrahim relató que ella y otras 16 mujeres fueron arrestadas el 9 de marzo de 2011 tras participar en una manifestación en la plaza Tahrir de El Cairo.

Siete de ellas fueron obligadas a someterse a pruebas de virginidad a manos del médico militar delante de varios oficiales, algunos de los cuales tomaron fotos con sus móviles.

Los soldados, que además las amenazaron con acusarlas de prostitución, no dieron ningún motivo para practicar las vejaciones, y cuando Ibrahim pidió que no la miraran tantos militares, la golpearon, aseguró.