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La aerolínea Spanair suspende sus operaciones y prepara la declaración de quiebra

  • Miles de pasajeros se quedan sin vuelo y esperan un plan alternativo
  • La aerolínea catalana daba empleo a más de 2.000 personas
  • Este viernes, la Generalitat le ha denegado más ayudas económicas

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Afectados por el cierre de Spanair

La línea aérea Spanair ha suspendido sus operaciones desde este viernes por la noche, lo que supone la cancelación de sus vuelos, y se prevé que presentará concursos de acreedores la próxima semana. Decenas de miles de pasajeros están afectados y unos 2.000 trabajadores se quedarán seguramente sin empleo.

Según han explicado a Efe fuentes de la compañía, el concurso de acreedores será el segundo paso tras la suspensión de operaciones. La decisión llega después de que este viernes la Generalitat denegara seguir ayundado a la aerolínea tras el fracaso de las negociaciones para incorporar a un nuevo socio en su accionariado.

En una nota, Spanair pide perdón a los usuarios perjudicados y justifica su decisión "ante la falta de viabilidad financiera para los próximos meses", por la que "la compañía ha optado por cesar la operación de sus vuelos como medida de prudencia y seguridad, y tomará todas las medidas legales pertinentes".

Spanair detalla que durante todo el día la dirección de la compañía se ha coordinado con AENA y con las autoridades del Ministerio de Fomento para preparar un plan de contingencia en los aeropuertos.

Según Fomento, la aerolínea comunicó a Fomento el cese de actividades a las 20.16 horas, pero pasadas las 23.30 horas, el ministerio no había detallado los planes para asistir a los viajeros más allá de habilitar salas en los aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat. En todo caso, ha anunciado que abrirá un expediente sancionador a la aerolínea de forma inmediata por el cese abrupto de su actividad.

"Es una causa de infracción y, por tanto, de hipotética sanción", ha dicho el secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras, Rafael Catalá, citado por Efe. Según la agencia, el responsable ha dicho que Spanair ha causado daño irreparable a las personas que tenían expectativas de viajar en los próximos días y que han visto frustrados sus planes.

Poca antención a viajeros

Mientras, el Ministerio de Fomento ha constituido en Barcelona un comité de coordinación y seguimiento permanente para garantizar los derechos de los viajeros afectados. Aena indicó que la suspensión se iba a iniciar a partir de las 02.00 horas del 28 de enero (sábado), aunque el comunicado de Spanair decía que "el último vuelo comercial" iba a aterrizar a las 22.00 horas de este viernes.

Los usuarios que tenían previsto volar con Spanair o que habían adquirido un billete para los próximos días, semanas o meses, disponen de dos números de teléfono de información de la compañía: 900 13 14 15 (gratuito) o 902 13 14 15, aunque suelen comunicar. La web lleva varias horas sin funcionar.

Además, los pasajeros se quejan de que en los mostradores solo les dan una hoja de reclamaciones, pero no la atención a la que obliga la ley, empezando por la información y pasando por la alimentación, además de la recolocación o indemnizaciones. Entre tanto, varias aerolíneas han lanzado ofertas para los pasajeros afectados, que solo con los vuelos cancelados afectados el fin de semana son unos 23.000, según fuentes de Spanair citadas por Europa Press.

Al margen de dirigirse a los clientes, la dirección de la aerolínea también ha agradecido el "enorme y continuo esfuerzo" realizado por los empleados de la compañía y los accionistas, la mayoría instituciones públicas, aunque este último aspecto no lo menciona la nota.

MIles de empleos perdidos

La aerolínea Spanair, con unos 2.000 trabajadores, una facturación anual de 600 millones y una cuota de mercado del 22%, arrastra una historia de turbulencias económicas con varios expedientes de regulación de empleo y pérdidas millonarias (115,72 millones en el 2010), informa Efe.

Este viernes, la Generalitat ha confirmado que cerraba el grifo de las aportaciones de fondos públicos a Spanair, de las que había dependido en los últimos años; lo que unido al desinterés de Qatar Airlines por entrar en el capital, ha sido determinante para el final de esta empresa.

"El mantenimiento de la compañía era un proyecto  estratégico para Barcelona", y su final "es una mala  noticia para la ciudad", ha lamentado el presidente de Spanair.