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La ONU e Irak alcanzan un acuerdo sobre la ubicación del campo de refugiados iraníes

  • Lo ha anunciado EE.UU. mediante un comunicado
  • Se trata de más de 3.000 refugiados iraníes del campamento de Ashraf

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El Gobierno de Irak y la ONU han firmado este lunes un acuerdo sobre la reubicación temporal de los más de 3.000 refugiados iraníes del campamento de Ashraf, situado en territorio iraquí, según ha anunciado la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton.

"Damos la bienvenida a este importante paso hacia una solución humanitaria a la situación en curso en Ashraf", ha dicho Clinton en un comunicado, en el que también felicitó al Gobierno de Irak por trabajar para lograr el acuerdo con el embajador Martin Klober, representante especial de Naciones Unidas.

Según Clinton, el acuerdo representa un "avance significativo" y "perfila los pasos necesarios para lograr una solución pacífica y viable para los residentes de Ashraf", incluida su reubicación temporal en una antigua base militar de EEUU cerca del aeropuerto internacional de Bagdad.

"Nos sentimos alentados por la voluntad del Gobierno iraquí a comprometerse con el plan y esperamos que pueda cumplir todas sus responsabilidades", especialmente las relacionadas con velar por "la seguridad de los residentes de Ashraf", ha subrayado la jefa de la diplomacia estadounidense.

Visitas a los refugios

Tanto las Naciones Unidas como personal de la embajada de EE.UU. visitarán con regularidad a los refugiados en su nueva ubicación, detalló Clinton, quien ha expresado también su satisfacción con el Gobierno iraquí por su voluntad para retrasar el cierre definitivo del campamento de Ashraf y dar así tiempo a la puesta en marcha del acuerdo.

La gestión del campamento de Ashraf estuvo a cargo de las fuerzas de Estados Unidos desde la invasión de Irak, en marzo de 2003, hasta 2009, cuando pasó a manos iraquíes. Desde entonces, los iraníes que residen en él han denunciado en varias ocasiones agresiones cometidas por las autoridades de Irak.

Los miles de refugiados forman parte de la organización opositora iraní Muyahedin Jalk, considerada terrorista por Teherán, y residen desde la década de los ochenta en una zona fronteriza de la provincia iraquí de Diyala con el temor a ser devueltos a su país.

En abril pasado, el Gobierno iraquí anunció que daba plazo hasta final de año para que esos opositores iraníes abandonaran el país. Tras un llamamiento de la ONU a prolongar la existencia del campamento de Ashraf hasta encontrar una solución para los refugiados, Irak lo aceptó a cambio de que el organismo internacional se comprometa a sacar del país a la mitad durante los próximos meses.