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Portugal vende la eléctrica EDP a la china Three Gorges por 2.693 millones

  • La participación adjudicada supone el 21,35% del capital de la compañía
  • Portugal obtendrá más de la mitad de lo que espera ingresar por privatizaciones

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El Estado portugués ha decidido vender su participación en la eléctrica Energías de Portugal (EDP) por 2.693 millones de euros a la china Three Gorges, una de las cuatro aspirantes a la compra, junto a la alemana E.On y las brasileñas Electrobras y Cemeg, según ha anunciado este jueves oficialmente la energética lusa.

El Estado luso, que se desprende así de un 21,35% del capital  en EDP y mantendrá casi un 4% más, ingresará por la venta  2.693 millones de euros, más de la mitad de lo que espera percibir  Portugal con su programa de privatizaciones.

Se trata de una de las operaciones previstas por el Gobierno para recortar el déficit del Estado, una condición exigida por la Unión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo (BCE) para que pueda acceder al rescate financiero de 78.000 millones de euros, aprobado el pasado mes de mayo.

Primera gran privatización

La privatización de la eléctrica lusa ya fue anunciada por el Gobierno el pasado mes de junio, junto a otras medidas como el recorte del 50% en la paga extra de navidad de todos los trabajadores.

La eléctrica REN, la aerolínea lusa TAP, la petrolera Galp, la Radio  Televisión pública o Aguas de Portugal son algunas de las empresas de  las que saldrá el Estado luso antes de 2014 para cumplir el acuerdo  firmado en mayo a cambio de un rescate financiero internacional de  78.000 millones de euros.

El compromiso del Gobierno luso, del conservador Pedro Passos Coelho, pasa por la reducción del déficit público del 9,8% registrado en 2010 a un 4,6% en 2012.

Con un valor bursátil cercano a los 8.000 millones de euros y un beneficio neto que durante los últimos tres ejercicios (2008, 2009 y 2010) ha superado los mil millones de euros, Energías de Portugal (EDP) pasa a manos extranjeras 23 años después de dejar de ser un monopolio público.

La china Three Gorges, principal accionista

Three Gorges, con el 21,35%, se convertirá ahora en el principal accionista de EDP, seguido por dos entidades españolas: Iberdrola (6,79%) y la Caja de Ahorros de Asturias (5,01%). Por detrás de ellos se colocan el grupo inversor luso José de Mello (4,82%), el Banco Comercial Portugués (3,37%), el Banco Central de Noruega (2,66%), la compañía pública argelina Sonatrach (2,23%), el Banco Espirito Santo (0,88 %) y la también estatal Caixa Geral de Depósitos (0,64%) de Portugal.

EDP es uno de los valores más importantes de los veinte que cotizan en el principal índice de la Bolsa de Lisboa, el PSI-20, aunque en los últimos dos años su valor en el mercado ha caído un 25 por ciento, hasta situarse en el entorno de los 2,3 euros por acción.

En el comunicado al regulador del mercado de valores de Lisboa en el que se informó de la venta, EDP señaló que la operación supone una prima del 53,6% en relación al precio de mercado a fecha de ayer.

La eléctrica EDP, presidida ahora por Antonio Mexia, tiene negocios tanto en Portugal como en Brasil y España y parte de su actividad se centra en las energías renovables, especialmente la eólica, además de la producción y distribución de gas.

Presencia en España

En la vecina España EDP situó la sede de su filial EDP Renovables, controla además HC Energía y compró en 2009 activos a Gas Natural por más de 300 millones de euros.

Con esa adquisición, EDP se hizo con las empresas de distribución en baja presión y comercialización de gas en las comunidades españolas de Cantabria y Murcia, así como las que lo hacen en alta presión en las del País Vasco, Asturias y Cantabria.

La eléctrica portuguesa presenta en la actualidad una deuda valorada aproximadamente en 17.000 millones de euros, una cifra que en opinión de Mexia "no es preocupante" debido a que sigue financiándose a un interés más bajo que el Estado luso.

Las agencias internacionales de notación financiera mantienen a EDP como una de las pocas empresas lusas de relevancia cuya deuda no está calificada a nivel de los bonos basura.