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Un testigo afirma que los trajes de Camps se apuntaban en la cuenta de 'el Bigotes'

  • Víctor Sanz trabajaba en las tiendas de Forever Young
  • Una cajera dice que había pagos pendientes a nombre de Camps y Costa
  • Había también anotaciones a nombre de El Bigotes y Campos
  • Quinta sesión del juicio por la 'causa de los trajes'

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Uno de las encargados primero de las tiendas de Milano, y después de Forever Young, ha declarado que los trajes de Camps, Costa, Campos y Betoret se incluían dentro de la cuenta de Álvaro Pérez, 'el Bigotes'.

Así ha contestado a las preguntas de la fiscal, a la que ha señalado que los trajes no se pagaban en el momento, sino que lo hacía Pablo Crespo meses después.

Por su parte, Elena Rodríguez, testigo en "la causa de los trajes", por ser la cajera de una tienda de ropa implicada en la trama Gürtel, ha asegurado este viernes en el juicio que en el inventario de 2006 había créditos pendientes  de pago a nombre de el expresident de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, y el ex secretario general del PPCV,  Ricardo Costa.

En la tienda Milano en la que trabajaba la testigo, en la calle Serrano en Madrid , figuraban anotaciones de cantidades a nombre de Álvaro  Pérez, a quien conocía de ir por la tienda, del exvicepresidente del  Consell Víctor Campos, del exjefe de gabinete de la Consejería de  Turismo, Rafael Betoret, y de Pedro García -exdirector general del  Radiotelevisión Valenciana-.

Elena Rodríguez también ha confirmado que en el inventario de enero de  2006, que hizo ella, constan los nombres -cantidades de 980, 2.250 y  2.400 euros en Álvaro, dos de ellas con una flecha marcada; 4.850 en  Campos; 2.400 en Costa; 3.300 y 1.400 en Camps; 3.550 en Pedro  García; y 3.250 en Betoret- mientras que en el siguiente de agosto -que elaboró otra persona- aparece la referencia genérica de  'Comunidad Valenciana', aunque hay tickets que se correspondían por  número.

La mayoría de estas deudas se abonó por talón el 15 de septiembre  y "prácticamente a la misma hora", sin conocer quién los hizo.  En el  inventario de 2007 aparecen como pendientes dos cantidades a nombre  de 'Comunidad Valenciana', una de ellas por valor de 3.300 euros y  otra por 1.442 euros.

No hay errores en los inventarios

Elena Rodríguez, que ha afirmado que no han detectado error o  falsedad en la confección de inventarios, ha explicado que en el de  enero de 2006 puso el nombre de Francisco Camps porque figuraba en el  albarán con el ticket.  "Aparecía su nombre gradado al ticket", ha  dicho.

Respecto a Costa, ha señalado que la cantidad que se le  atribuye corresponde a tres prendas de 800 euros, que fueron  liquidadas en septiembre del mismo año con un talón, aunque ha  indicado que desconocía quién lo había abonado.

Preguntada por la defensa si tiene conocimiento o escuchó  comentarios acerca de que Camps devolvió unos trajes que adquirió en  la tienda, ha contestado en un primer momento que no se acordaba.  

Ante ello, el letrado Javier Boix le ha recordado que en la  declaración de instrucción en junio de 2009 dijo que cuando volvió de  una baja algunos compañeros le comentaron que había devuelto sus  prendas. 

"Si lo dije en ese momento es porque me acordaría mejor que  ahora. Sería verdad", ha apuntado, aunque a preguntas de la fiscal a  través del magistrado-presidente ha subrayado que ella no ha visto  ningún documento de devolución.

Inventarios marcados

Asimismo, interpelada por si sabe por qué se incluye una flecha en  alguno de los inventarios justo en el apartado en el que aparece  'Comunidad Valenciana' o el nombre de Álvaro, ha respondido que ella  no la había puesto, y que desconocía quién lo había hecho.

También ha  comentado que desconoce si las flechas estaban ya puestas antes de  sacar la información de la tienda de Milano para remitirla al juez.

La testigo ha explicado que si una prenda sigue sin haberse  pagado, en el siguiente inventario debería seguir constando el mismo  nombre de esta persona. Al respecto, al ser preguntada por si cambio  de nombre puede deberse a que se hayan devuelto las prendas  adquiridas, ha contestado que en este caso no porque el número de  referencia sigue siendo el mismo.

No conoce a los acusados

La cajera ha afirmado que no conoce a los acusados, que a Camps no  lo vio por la tienda aunque sí que le dijeron que fue por allí en  2006, tampoco a Costa y que en esas fechas "clientes entraban  muchos". 

De Álvaro Pérez ha dicho que sí que se pasaba, en ocasiones  con una persona de pelo blanco que posteriormente tras las noticias  publicadas ha identificado como Pablo Crespo, y que trataba  directamente con el sastre José Tomás, del que sabía que se había  desplazado con Pérez a Valencia.   

"Correo confuso"

Preguntada por el correo electrónico del director posterior a José  Tomás, donde aseguraba que dos empleadas le habían informado de la  existencia de facturas con conceptos de mercancía que no  correspondían con productos vendidos en la empresa, ha dicho que el  escrito es "confuso" y que hay aspectos que no se corresponden con lo  que ella informó. 

"Yo de las mantelerías, cristalerías... vamos...", ha dicho, al  tiempo que ha dicho que no lo podía asegurar porque eran "rumores".  "Se rumoreó que se había comentado" ese extremo cuando estaba todavía  en la tienda José Tomás, pero ha dicho que no se acordaba bien y sí  que ha asegurado que ella no había visto facturas con esos conceptos.

Por ello, considera que su director posterior hizo el correo "como un  poco exagerado".

Así, ha declarado que ella le comentó que le  "sonaba" la empresa Orange Market y el importe de deuda pero cree que  para incluir la fecha y los datos ha supuesto que su director tuvo  que buscar la información.

La testigo ha resaltado que si alguien pagaba en efectivo lo  normal es que se le diera el ticket y ella insistía en que se  cogiera, aunque admite que "puede ser" que algún cliente no se lo  llevara.

En el caso de que una empresa generara un pago a cuenta, no  se le da porque las liquidaciones se hacían con posterioridad.

La declaración de esta testigo se ha prolongado durante casi tres  horas, lo que ha obligado al magistrado presidente a alargar las  declaraciones hasta esta tarde,  pese a que inicialmente no estaba  previsto. Faltan por declarar, en principio, un testigo más.