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El partido de Gbagbo suspende "cualquier proceso de reconciliación" tras la entrega de su líder a la CPI

  • El FPI anuncia que rompe el diálogo con el Gobierno marfileño
  • Considera la entrega del expresidente "ilegal"

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El partido del expresidente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, ha manifestado que suspende “cualquier proceso de reconciliación” después de la entrega del expresidente marfileño, Laurent Gbagbo, a la Corte Penal Internacional donde ha sido acusado de cometer crímenes de lesa humanidad tras la violencia que vivió el país tras los comicios de 2010.

El expresidente de Costa de Marfil responderá a cuatro cargos de crímenes de lesa humanidad presuntamente perpetrados en su país tras las elecciones, en el que será el primer juicio a un ex jefe de Estado que llevará a cabo la Corte Penal Internacional (CPI). Gbagbo fue entregado por las autoridades marfileñas el pasado martes.

Como consecuencia, ha dicho el Frente Popular de Costa de Marfil (FPI), el movimiento ha decidido "suspender su participación en cualquier proceso de reconciliación, y "la ruptura del diálogo con el poder republicano actual", según ha manifestado la formación mediante un comunicado emitido tras una reunión del comité central del partido, según Afp.

El FPI ha denunciado lo que considera un "procedimiento ilegal" y un "secuestro político” similar "al exilio". También “condena esta entrega como un atraco político y jurídico al presidente Laurent Gbagbo", apunta la misma agencia.

La formación del expresidentes marfileño ha manifestado también su intención de trabajar por el "retorno" de su líder, y ha considerado que "esta transacción es una farsa y una burla a la justicia llevada a cabo por el presidente Alassane Ouattara, que obedece los mandatos de sus patrocinadores".

Acusaciones de crímenes de lesa humanidad

Gbagbo, de 66 años, llegó a Holanda durante la madrugada de este miércoles, en un avión fletado por las autoridades marfileñas para ser ingresado en la prisión de la CPI en Scheveningen (cerca de La Haya), la misma que utiliza para sus inculpados el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY).

El expresidente está acusado de ser el responsable último de los asesinatos, violaciones a mujeres y otras formas de violencia sexual, persecución y actos inhumanos que se dieron lugar tras los disturbios violentos registrados en Costa de Marfil tras los comicios de 2010. En su primera comparecencia, los jueces se asegurarán de que el ex jefe de Estado ha sido informado de los cargos y los ha entendido.

La organización Human Rights Watch estima que en el período de violencia postelectoral que se desencadenó tras la negativa de Gbagbo a aceptar su derrota electoral frente a Ouattara hubo 3.000 muertos y más de 150 violaciones de mujeres.

Entre 2002 y 2007, Costa de Marfil sufrió una guerra civil que enfrentó al norte musulmán, relegado de derechos, y a la más privilegiada población cristiana del sur del país, entre la que se encuentran los principales seguidores de Gbagbo.