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Las primeras elecciones libres tras Mubarak eclipsan a los manifestantes de Tahrir

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PLAZA TAHRIR EN EL CAIRO
La plaza Tahrir, en El Cairo, con apenas unas docenas de manifestantes, contrasta con las manifestaciones masivas contra Mubarak de febrero.

Los manifestantes egipcios que ayudaron a derrocar a Hosni Mubarak han prometido este miércoles que permanecerán en la plaza Tahrir de El Cairo hasta que el Ejército abandone el poder, aunque las primeras elecciones libres de la historia moderna de Egipto han eclipsado por ahora sus protestas.

Los enfrentamientos entre manifestantes y la policía que dejaron 42 muertos y más de 100 heridos la semana pasada, sobre todo en las calles aledañas a la famosa plaza cairota, a causa de bombas de gasolina, palos, piedras y balas de perdigones.

"Queremos que el consejo militar se vaya", afirma Heidi Essam, estudiante de derecho de 21 años, natural de la ciudad del delta del Nilo Mansoura. "No nos iremos de Tahrir aunque tengamos que permanecer durante varios meses hasta que tengamos un gobierno de transición", añade en declaraciones a la agencia Reuters.

El levantamiento popular en el que cientos de miles de personas salieron a las calles para poner fin a 30 años de gobierno de Mubarak enorgulleció enormemente a los egipcios, y muchos activistas creyeron que la juventud sería la impulsora de una apertura democrática en el país.

Sin embargo, algunos ya no ven con buenos ojos a los manifestantes que han regresado a Tahrir para protestar por la falta de reformas y la lentitud del cambio, porque consideran que las protestas ya no hacen sino prolongar la agitación política y obstaculizar los medios de vida del egipcio más pobre y con menos recursos.

Cientos de miles de personas atestaron la plaza, uno de los mayores espacios urbanos abiertos de Oriente Medio, en los días clave del levantamiento contra el régimen en febrero, pero este miércoles Tahrir no ha llegado a congregar a más de 2.000 personas.

Boicot a las elecciones

Las elecciones parlamentarias, que han conseguido una participación sin precedentes durante las dos jornadas de votación de esta semana, ofrecen una nueva vía de expresión política, en la que los partidos elegidos pueden retomar la lucha para expulsar a los generales que sustituyeron a Mubarak de regreso a los cuarteles.

Muchos de los que han acampado en la plaza Tahrir han boicoteado las elecciones,  diciendo que eran ilegítimos y que habían sido convocadas en un momento inapropiado, después del derramamiento de sangre de este mes. Otros tenían planeado votar, pero se preguntaban si valen para votar, pero se preguntaba si valía la pena.

"Voy a votar, pero no estoy convencido de estas elecciones", señala Hany Mamdouh, un estudiante de ingeniería de 20 años, que considera que muchos egipcios confunden la oposición de los manifestantes a la Junta Militar con la oposición al propio Ejército.

"La gente no entiende que cuando decimos que queremos que el consejo se vaya, queremos decir que debe asumir su papel de proteger al país", añade Mamdouh con frustración.

Essam, en cambio, se pregunta si el nuevo parlamento que surja de un proceso electoral que durará seis semanas, tendrá autoridad real para hacer frente a los generales que han prometido una transferencia de poder completa a un gobierno civil solo en julio,  después de las elecciones presidenciales.

"El problema es que con el consejo no hay poderes para estas personas (los políticos electos). Todo es artificial. El consejo nombra a un gobierno de salvación nacional sin poderes", explica Essam a la agencia Reuters.

Más manifestaciones

Los manifestantes en la plaza Tahrir han exigido la formación de un gobierno de salvación nacional civil que reemplacen a los dirigentes militares de forma inmediata, pero los generales han rechazado hacerse a un lado y, de hecho, la pasada semana, nombraron como nuevo primer ministro a Kamal al Ganzouri, de 78 años y colaborador de Mubarak, para que formara un "gobierno de salvación nacional".

Otros militares ya han advertido de que la nueva asamblea que salga de las urnas no tendrá derecho a destituir a la Junta Militar.

Los manifestantes han convocado una protesta masiva en la plaza Tahrir este viernes para honrar a los fallecidos la semana pasada durante los enfrentamientos con la policía antidisturbios y la policía militar que custodiaba el Ministerio del Interior.

"No vamos a abandonar los derechos de los mártires", reza una pancarta en la plaza, entre las tiendas de los manifestantes que estaban empapados por la pesada lluvia de otoño a principios de esta semana.