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El presidente yemení condena la muerte de cinco opositores por disparos de sus partidarios

  • Saleh advierte que pueden "encender la chispa de la guerra" 
  • Los manifestantes pedían que Saleh sea juzgado
  • El tiroteo puede reavivar el conflicto tras la cesión de poder

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Mueren cinco personas en una manifestación contra el presidente yemení

El presidente yemení, Alí Abdalá Saleh, ha condenado las acciones de violencia registradas este jueves en Saná porque "tienen como objetivo encender la chispa de la guerra cada vez que se divisa un rayo de esperanza para lograr la paz", en alusión a la firma el jueves de un acuerdo que estipula su salida del poder.

Saleh, que se encuentra en Riad y cuyas declaraciones han sido difundidas por la agencia yemení Saba, se refería al ataque de grupos armados de supuestos partidarios suyos contra una multitudinaria protesta de opositores que se ha saldado al menos cinco muertos.

Saleh ha ordenado al ministerio del Interior abrir "una investigación inmediata y total para presentar a los culpables de los crímenes ante la justicia, sean del bando que sean".

Por último, Saleh ha pedido a todo el pueblo yemení y en especial a las formaciones políticas afrontar "su responsabilidad patriótica para propiciar un ambiente adecuado que saque al país de los efectos de la crisis", que arrastran desde hace diez meses.

Manifestación contra la impunidad

El ataque se ha producido contra una manifestación de jóvenes opositores que se han echado a la calle para pedir que Saleh  sea llevado ante la justicia, a lo que han contestado civiles armados  fieles al jefe de Estado abriendo fuego.

Varios testigos han visto a hombres armados disparando a manifestantes  en la calle Zubeiride Sanáa. Al menos cuatro cuerpos sin vida han sido  trasladados de la escena del tiroteo hacia un hospital cercano, donde  una fuente oficial ha detallado que el número de muertos es cinco.

Además, los opositores han criticado a los partidos de la oposición que

accedieron a firmar la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo

(CCG) que estipula el traspaso del poder en los siguientes treinta días y la celebración de comicios presidenciales.

Los asistentes a la marcha han rechazado que estos grupos, agrupados en la denominada coalición Encuentro Compartido,  hayan "dado la oportunidad" al presidente yemení de abandonar el poder sin someterse a un proceso judicial por su supuesta implicación en la muerte de manifestantes.

Además de los cinco fallecidos,

veinte de los heridos han sido alcanzados por disparos

mientras que el resto sufrió síntomas de asfixia por el efecto de los gases lacrimógenos.

Reavivar el conflicto

El choque puede reavivar el enfrentamiento civil entre ambos bandos, después de que la firma de la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo en la capital de Arabia Saudí fuese recibida con vítores por algunos ciudadanos el pasado miércoles, mientras que otros protestaban por las condiciones del acuerdo y buena parte de la problación civil se quedaba en casa por temor a nuevos enfrentamientos.

En virtud de este acuerdo Saleh dejará el poder a su vicepresidente, que tendrá el encargo de formar un gobierno de unidad nacional con la oposición y convocar elecciones. Sin embargo, el presidente yemení, que ha gobernado el país durante 33 años, seguirá siendo presidente honorario durante tres meses y no podrá ser perseguido judicialmente.

Está previsto que Saleh se traslade a Nueva York para recibir  tratamiento médico a causa de las dolencias que sufre después del ataque  terrorista del que fue víctima el pasado mes de junio, señaló ayer el  secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Yemen, el país más pobre de la península Arábiga, vive una situación de  crisis y de revuelta popular contra el régimen de Saleh, quien ha  presidido el país desde la unificación entre el norte y el sur en 1990,  aunque desde 1978 era el gobernante de Yemen del Norte.