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Los dinosaurios no encuentran dueño en una subasta en París

  • El lote de Sotheby's estaba valorado en 6 millones de euros
  • La crisis ha provocado la falta de inversores de EE.UU.

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Un impresionante cráneo de Triceratops, herbívoro de cuerno frontal que compartió territorio y período histórico con el temido Tiranosaurio Rex. Estaba valorado en la subasta de Sotheby's en 150.000 euros

Son ejemplares únicos. Piezas de una historia que el ser humano no llegó a conocer. Varios esqueletos de dinosaurios gigantes buscaban dueño ayer jueves en una subasta de Sotheby's en París. Finalmente estos gigantes se quedaron sin adjudicar. Nadie pagó los seis millones de euros en los que estaban valorados.

Prosaurolophus maximus era la estrella del lote. Este dinosaurio herbívoro vivió al final del periódo Cretácico, hace aproximadamente 75 millones de años. Pesaba más de una tonelada y medía más de once metros de largo.

Su esqueleto estaba valorado en más de 1,2 millones de euros y tiene la pecularidad de ser uno de los pocos restos de dinosaurios que conserva parte de su piel momificada.

El animal vivió en el actual estado de Montana, en Estados Unidos, y actualmente se conserva el 85% de su osamenta, además de la práctica totalidad de los huesos del cráneo, de casi un metro de diámetro.

En la subasta le acompañaba el Tenontosaurus. A este ejemplar los arqueólogos le han bautizado como "Clover el Combatiente" por haber protagonizado "un combate violento" con varios dinosaurios carnívoros, tal y como atestigua su cola de varios metros de largo seccionada en el transcurso de la contienda.

Pero este luchador no ganó la batalla en esta ocasión y tampoco tuvo suerte en la venta.

Lo mismo ocurrió con otros dos dinosaurios voladores, los Pteranodones Longiceps, y un impresionante cráneo de Triceratops, herbívoro de cuerno frontal que compartió territorio y período histórico con el temido Tiranosaurio Rex.

Sotheby's daba por segura la venta de un gigante de 12,5 metros de largo. Se trata de un Suuwassea Emiliae, un herbívoro de cuello largo y es uno de los dos únicos ejemplares encontrados en el mundo de este lejano pariente de los Diplodocus.

Un cocodrilo del Jurásico, un cráneo de oso de las cavernas, tres huevos de dinosaurio o un colmillo de mamut fueron otras de las piezas que o bien se quedaron sin comprador o no alcanzaron el precio esperado.

El Xiphactinos audax, uno de los peces más temibles del Cretácico capaz de engullir de un solo bocado a presas de dos metros, también se quedó huérfano.

La crisis, culpable

Corren malos tiempos para la subasta de estos ejemplares. No se organizaba una subasta de este tipo de este otoño de 2010 y el resultado para los organizadores no ha podido ser más decepcionante.

David Herskowitz, experto en historia natural y organizador de substas en EE.UU. señalaba que aunque las piezas más raras y costosas están en los museos, los coleccionistas privados suponen el 95% de los compradores de este mercado.

Herskowitz se lamentaba en declaraciones a AFP de que estos fósiles son "muy baratos en comparación con el arte". "La más mínima obra de arte saca su peso en oro y son dinero fácil para los museos. Estas son piezas únicas que tienen una historia que nadie puede alcanzar."

Con la crisis, los compradores de EE.UU. no estaban presentes

Alain Renner, organizador de la subasta reconocía que no se habían alcanzado los objetivos marcados. "Con la crisis, los compradores de EE.UU. no estaban presentes".

Las piezas volverán ahora a esperar a ser expuestas en algún museo. Sotheby's recordó que el récord alcanzado en una subasta de dinosaurios fue en 1997 con un Tiranosaurio Rex adjudicado por ocho millones de dólares (5,8 millones de euros).