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Un activista sirio, tras sufrir acoso en Madrid: "Me he ido porque la embajada ha perdido el norte"

  • Varios sirios sufren en nuestro país amenazas e intimidaciones
  • Piden al Gobierno español que actúe y les proteja
  • Exteriores dice que "lo investigará y tomará medidas con sus socios europeos"
  • La ONU cifra en 2.900 las muertes en Siria por la represión

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Activistas sirios denuncian sufrir acoso en España

“Los funcionarios de la embajada siria en España nos tienen muy vigilados, cuando nos concentramos nos fotografían. Estamos sufriendo amenazas e intimidaciones. Quieren que dejemos de manifestarnos”, explica a RTVE Soleiman, un joven de la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio, que lleva saliendo a las calles desde que comenzaron las revueltas en su país, a mediados de marzo.

Soleiman nos propone que lo comprobemos. Se sienta, junto con dos compañeros, en la terraza de una cafetería frente a la embajada. Portan sus carteles y pancartas, con sus reclamos en pro de la libertad y en contra de la represión. A los pocos minutos, una persona de la delegación siria baja a la puerta principal y les observa. Pocos minutos después, un hombre se asoma por un balcón, donde hay una cámara colocada. Les mira y nos mira. Ve a la prensa y cierra la ventana.

“El principal enemigo del régimen sirio son los medios de comunicación”, dice Soleiman. “Por eso no permiten que entren en el país, no quieren que cuenten la dura realidad que allí se está viviendo, los crímenes que se están perpetrando”. Al menos 2.900 personas han muerto en Siria por la represión, según Naciones Unidas.

El principal enemigo del régimen sirio son los medios de comunicación

El acoso fuera y dentro de Siria

Junto con Soleiman está Imad, otro joven sirio que ha sufrido el acoso en primera persona. Vive en España desde hace diez años. Fue torturado en Siria en la década de los 80, soportando descargas eléctricas en varias partes del cuerpo, entre ellas la lengua, por eso no puede hablar con normalidad. Ahora se manifiesta Madrid, frente a la embajada.

Pocos días después de expresar públicamente su malestar y descontento, las fuerzas de seguridad sirias detuvieron a su hermano, Aladdin, en dos ocasiones. La primera en julio. Permaneció en prisión durante un mes y allí le mostraron un vídeo de Imad en las concentraciones de Madrid. La segunda vez obligaron a Aladdin a que le pidiera que dejara de salir a la calle.

El hermano de Imad fue puesto en libertad hace una semana, después de haber sido torturado en la cárcel de Deir al Zor, al noroeste de Siria. Ya no habla ni con él ni con su familia por miedo a unas consecuencias aún peores. A su mujer, que vive en Madrid, también le han llegado amenazas, le han advertido de que no salga más, “porque si lo hace, ya sabe lo que puede significar eso si regresa a Siria”, explica.

Como Imad, otras cinco personas de nacionalidad siria han asegurado sufrir intimidaciones en España. “Y son más”, matiza su compañero Soleiman, "pero por temor no lo hacen". El pasado lunes un informe publicado por Amnistía Internacional denunciaba “el acoso sistemático” del régimen de Asad a una treintena de sirios en ocho países: Canadá, Chile, Francia, Alemania, España, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos.

“El acoso se traduce en llamadas y mensajes, o incluso sé de compañeros a los que les han perseguido en el metro y han entrado en sus casas, aquí, en Madrid”, asegura Soleiman. “Pero nosotros vamos a seguir, con miedo o sin miedo, hasta la victoria”.

Tomarán la vía legal

Ya han decidido que presentarán acciones legales ante la Justicia Española. “Denunciaremos el acoso que estamos recibiendo. Muchos de nuestros compañeros ya no vienen a concentrarse por miedo, por el pánico de que les suceda algo malo a sus familiares en Siria. Queremos que el Gobierno español actúe y nos proteja”, anuncia Soleiman.

Queremos que el gobierno español actúe y nos proteja

También piden que se les renueven sus pasaportes, algo que la embajada les niega a muchos de ellos. El propio Imad acudió recientemente a la delegación siria para iniciar los trámites. La respuesta: Un ‘no’ y una hora de interrogatorio encerrado en una habitación.

A Mazen, periodista sirio, también le sucedió lo mismo, aunque hace ya más tiempo. Tuvo que pasar dos años en España sin papeles. Finalmente los consiguió gracias al trabajo de varias ONG. Ahora le caducan otra vez y de nuevo la negativa de renovárselos.

Por eso y por el acoso recibido por los servicios de inteligencia sirios en Madrid, ha decidido, junto con otro compañero, dejar nuestro país y comenzar de nuevo en Bruselas, desde donde explica a RTVE.es que tampoco le renovarán su pasaporte, "pero que la situación es un poco mejor”.

"Quería irme lejos de Madrid, porque el régimen ha perdido el norte y no es igual enfrentarse a una embajada que utiliza medios diplomáticos que a otros que no entienden este idioma", apunta Mazen.

Según fuentes diplomáticas, el Ministerio de Exteriores español han declarado que "están comprobando e investigando las amenazas y que tomarán medidas con sus socios europeos".

Soleiman, Imad, Mazen y otros compañeros coinciden en que el Gobierno español debe tomar una postura clara y firme. “Queremos que demuestre que sí hay políticos que defienden los derechos humanos, que nos apoyan”. Mientras tanto, seguirán en la calle, manifestándose, porque dicen que son la voz del pueblo sirio.