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El nuevo Gobierno de centroizquierda danés no instaurará controles aduaneros permanentes

  • La anterior coalición de derecha dio luz verde en mayo al proyecto
  • La Comisión Europea cuestionaba su legalidad
  • La política de inmigración se verá ahora suavizada

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El nuevo Gobierno de centroizquierdas danés, encabezado por la socialdemócrata Helle Thorning-Schmidt, ha anunciado que no llevará a cabo el plan de la anterior administración de instaurar puestos de control aduanero permanentes.

Así consta en el pacto de gobierno de coalición, salido de las elecciones del 15 de septiembre y que conforman los partidos Socialdemócrata, Radical Liberal y Socialista Popular.

"Los planes de mayo de 2011 de erigir nuevos puestos de control en las fronteras danesas no serán realizados", figura en el acuerdo, algo que ya había sido anunciado durante la campaña electoral.

El nuevo Gobierno pretende realizar un control aduanero efectivo fruto de "un despliegue móvil, flexible y basado en el trabajo policial de acuerdo con las reglas comunes que rigen en la UE".

El plan podía violar el Tratado de Shengen

La anterior coalición de derecha había sacado adelante un acuerdo en mayo, ratificado por el Parlamento dos meses después, para instaurar controles aduaneros permanentes en las fronteras con Suecia y Alemania, lo que provocó recelos por la posibilidad de que violase el Tratado de Schengen de libre circulación.

En virtud de este acuerdo, 50 nuevos agentes de aduanas daneses comenzaron a realizar a principios de julio controles esporádicos de forma permanente en las fronteras con esos países.

El plan incluía destinar a 48 agentes más a finales de año y una inversión de 270 millones de coronas danesas (unos 36 millones de euros) en personal y equipamiento.

Una medida muy criticada

El plan, criticado desde la entonces oposición, Bruselas y otros países, surgió en medio de un debate sobre la zona Schengen en la Unión Europea, que modificó el tratado para permitir el restablecimiento temporal de fronteras internas por la oleada de inmigrantes del norte de África.

Incluso la Comisión Europea tenía pendiente aún de difundir un informe sobre la legalidad del proyecto, mientras la anterior administración danesa defencía que respetaba la legalidad vigente.

La férrea política de inmigración y asilo político instaurada por el anterior Gobierno con el apoyo de la ultraderecha se verá ahora suavizada, aunque algunas de sus líneas maestras seguirán vigentes.