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El Gobierno congela el recibo de la luz y señala que no aumentará el déficit tarifario

  • El recibo de la luz, a pesar de su congelación, se ha encarecido un 10% en 2011
  • El déficit tarifario eléctrico ha aumentado casi un 50% con la Tarifa de Último Recurso

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La tarifa de la luz

La TUR (Tarifa de Último Recurso) se compone del coste de la energía (que supone el 45%) y los peajes eléctricos (55%).

Estos últimos son los costes regulados del sistema. Es decir, el transporte, distribución o primas a las renovables. Es la parte del recibo que controla el Gobierno.

El coste de la energía se determina en una subasta entre las productoras de electricidad y las empresas que la comercializan. Depende, entre otras cosas, de la variación en el precio de las materias primas (petróleo, carbón...)

El Gobierno ha decidido congelar el recibo de la luz para lo que queda de año. Lo hace a pesar del aumento del coste de la energía entre un 9% y un 11% en la última subasta Cesur, celebrada este martes. El propósito de esta medida es proteger los bolsillos de una mayoría de consumidores, alrededor de 20 millones, que se encuentran acogidos a esta tarifa. La decisión, sin embargo, puede provocar un aumento del déficit tarifario que acumulan las compañías eléctricas, es decir la diferencia entre los ingresos que obtienen y el coste de producir la energía.

Fuentes del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio aseguran que esta decisión no supondrá un incremento del déficit tarifario de 2011 y que para evitarlo se va a llevar a cabo un ajuste técnico que impedirá que la reducción de la parte de tarifa que regula el Estado repercuta en el cómputo de este ejercicio. Desde el Ministerio no se aportan más detalles, pero avanzan que el ajuste se publicará en el Boletín Oficial del Estado antes del próximo 1 de octubre.

A pesar de la congelación del recibo, la Tarifa de Último Recurso (TUR) ha subido este año un 10%, el mayor encarecimiento anual de la factura desde que entró en vigor esta tarifa en julio de 2009.

El objetivo del Gobierno era ofrecer a los consumidores una tarifa refugio, fijada para el suministro de electricidad obligatorio a clientes que no quieren o no pueden buscar otras ofertas en el mercado y con un consumo de luz de hasta 10 kilovatios (kW). Sin embargo, desde que se implantó esta tarifa, el 1 de julio de 2009el recibo de la luz de los clientes acogidos a ella se ha encarecido un 22,8%.

Escalada de precios de la luz

La TUR se encareció un 5,4% en 2009, un 7,4% en 2010 y se ha incrementado un 10% este año 2011, el 9,8% en enero y el 1,5% en julio. Esta tarifa se calcula a partir de dos componentes. Por un lado el coste de los denominados peajes (coste de acceso a las redes del sistema) que representa el 55% de la tarifa y por otro el coste de la energía que supone el 45% y para su cálculo se celebran subastas cada tres meses.

El Gobierno puede optar por congelar la parte correspondiente a los peajes, como ha decidido este miércoles, tras conocerse el encarecimiento del coste de la energía eléctrica, que podría haber aumentado el recibo de la luz un 5,9% en el último trimestre.

La decisión, adoptada cuando queda poco más de un mes para las elecciones generales, convocadas para el 20 de noviembre, es satisfactoria para el principal partido en la oposición, el Partido Popular, pero asociaciones de usuarios y compañías eléctricas han mostrado su preocupación por las consecuencias que puede tener sobre el déficit tarifario.

Casi un 50% más de déficit tarifario desde 2009

El déficit tarifario de la electricidad comenzó a acumularse en 1999 como resultado de la diferencia entre los costes y los ingresos que la producción de energía supone para las compañías. Desde entonces y hasta 2009, cuando se implantó la Tarifa de Último Recurso, esa deuda había alcanzado los 10.000 millones de euros.

Desde entonces, hasta junio de 2011 la deuda acumulada ha alcanzado los 20.000 millones de euros. El Gobierno aprobó, en mayo de 2010, financiar esa deuda sacándola al mercado en forma de títulos, con un límite temporal, diciembre de 2012 y la previsión de que alcanzar el equilibrio entre costes e ingresos de las compañías para 2013.

Esa misma ley estableció un límite anual para el déficit tarifario, de 3.500 millones en 2009, 3.000 millones en 2010, 2.000 millones en 2011 y 1.000 millones en 2012.

El Gobierno señaló entonces que esa decisión no repercutiría en los bolsillos de los consumidores, una opinión no compartida por analistas que después de que se celebrase la primera emisión de bonos de déficit tarifario, alertaron de que esa deuda, que hay que devolver, encarecería la Tarifa de Último Recurso en un 1,9%.

En esa emisión se colocaron 2.000 millones de euros con una rentabilidad del 4,8%. Ya entonces los mismos expertos auguraron que la luz se encarecería un 10% en 2011, un dato que ahora se cumple.

Incertidumbre por la congelación

Los usuarios y las compañías eléctricas han coincidido en mostrar su incertidumbre tras la congelación de la Tarifa de Último Recurso.

La Asociación General de Consumidores (Asgeco) ha advertido este miércoles, según informa la agencia Servimedia, que la bajada en los peajes de acceso anunciada por el Gobierno para compensar la subida del precio de la tarifa eléctrica en la subasta Cesur y congelar así el recibo de la luz "puede dar lugar a un mayor déficit tarifario que terminaremos pagando todos los consumidores".

Desde Asgeco consideran que el problema de las continuas subidas en la tarifa eléctrica de último recurso (TUR) se debe fundamentalmente a la "opacidad de la subasta" en la que participan como vendedores de energía un número elevado de intermediarios no productores y no a un "verdadero aumento en el mercado mayorista".

Por su parte, el presidente de la patronal eléctrica Unesa, Eduardo Montes, en declaraciones recogidas por la agencia Efe, ha calificado de "irracionalidad" la decisión del Gobierno de congelar la tarifa eléctrica para el próximo trimestre y ha señalado que no se puede "engañar" a las consumidores ocultándoles la verdad.

Montes ha advertido de que la decisión de mantener la tarifa eléctrica de último recurso (TUR), a la que están acogidos la mayoría de los consumidores, es un grave error que hará que siga incrementándose el déficit de tarifa, un desfase entre ingresos y costes que supera ya los 22.000 millones de euros y que está reconocido como una deuda de los consumidores con las eléctricas.

"Los consumidores tiene que saber que si no es ahora, lo pagarán más adelante", subrayó Montes. De acuerdo con los cálculos de Unesa, esta decisión de rebajar los peajes imposibilitará que se cumpla con el límite de 3.000 millones de euros de déficit tarifario fijado por ley para este año.

"Sería una ilegalidad incumplir el déficit y, en ese caso, tomaremos las medidas necesarias", dijo Montes. Para las empresas eléctricas, al contrario de lo que ha indicado Industria,  no hay forma de que recortando los peajes no suba el déficit de tarifa a no ser que "se incumplan acuerdos" y se dejen de pagar cosas pactadas.