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Las elecciones comienzan para los debutantes: en busca de 40.000 avales para concurrir al 20-N

  • Los partidos sin representación necesitan el aval del 0,1% de los votantes
  • La modificación en la Ley Electoral se introdujo en marzo
  • Los mayoritarios: "Se controlará que no se acceda al censo con fin comercial"
  • “No nos importa tener que recoger firmas, pero que lo hagan todos” dice Equo

Consulta el artículo 169.3 de la LOREG.

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Recogida de firmas de Equo
El cabeza de lista por Madrid de Equo, Juan López de Uralde y la número dos, Inés Sabanés, durante el acto en el que esta formación ha comenzado la recogida de avales necesarios.

Una de las novedades más importantes para las próximas elecciones del 20-N es la necesidad, por parte de los partidos sin representación parlamentaria, de conseguir el aval del 0,1% de los votantes de cada circunscripción para poder acudir a las urnas.

Esta modificación de la Ley Orgánica del Régimen Electoral (LOREG) aprobada en marzo con solo 10 votos en contra en el Parlamento, supone que los partidos minoritarios tengan que recoger entre el 27 de septiembre y el 17 de octubre unas 40.000 firmas en toda España si se quieren presentar en todo el país, 4.641 solo en la Comunidad de Madrid según el censo electoral del INE.

“Muchas formaciones se presentaban para únicamente conseguir el censo electoral con fines comerciales”, explican desde el PSOE en relación a la introducción de la exigencia de avales para poder participar en el proceso electoral. Desde el PP coinciden en que la intención es "impedir una práctica poco presentable" relacionada con los datos de los ciudadanos que figuran en el censo y afirman "se trata de una cifra simbólica" de firmas.

“El objetivo es que los partidos sean partidos, no formaciones fantasmas creadas por despachos de abogados, y que para eso no solo haga falta estar en el registro”, explican las fuentes socialistas en declaraciones a RTVE.es, a lo que los populares añaden que "este mismo proceso ya estaba recogido en la ley desde 1985 para agrupaciones electorales y nadie se quejó".

Sin embargo, los partidos sin representación parlamentaria, como Equo (formación de Juan López de Uralde, exdirector de Greenpeace España) o Por Un Mundo Más Justo (M+J), consideran que “mientras los grandes partidos dedican sus esfuerzos a preparar su programa electoral, los demás tienen que dedicar sus limitados recursos, tanto humanos como económicos, en recoger firmas por todo el territorio nacional”, explica Ramiro Viñuales, secretario general de M+J.

“No nos importa tener que recoger firmas, pero que lo hagan todos los partidos”, añade Inés Sabanés, coordinadora de campaña de Equopartido que se presenta por primera vez y que trabaja en favor de la sostenibilidad ambiental y la equidad social. Sabanés propone que se aumenten “las exigencias con respecto a las normas desde el Ministerio del Interior para presentar las candidaturas".

“Partidos con 126.000 votos en 2008 tienen ahora que recoger avales”

M+J, partido que exige que la lucha contra la pobreza tenga un carácter prioritario en la agenda política, y que consiguió en las elecciones de 2008 23.318 votos en el Parlamento y un total de 126.008 votos entre todos sus candidatos al Senado, se ve ahora con la necesidad de conseguir avales para poder concurrir nuevamente al proceso electoral.

Solo tenemos 20 días y aún no conocemos las normas

“Tenemos recursos humanos y económicos limitados ante un proceso tan grande, y con tan poco tiempo merma nuestras capacidades” dice Viñuales de M+J, a quien lo que más le “sorprende no es que lo hayan votado los dos grandes partidos, sino que esta reforma contó con el apoyo de IU y UPyD”.

La coordinadora de campaña de Equo lo considera “una modificación a espaldas de la democracia, una improvisación que pretende evitar que nuevos partidos formen parte de las alternativas electorales”.

Desde M+J aseguran que “hay empresas que se ofrecen a conseguirte los avales, si tienes los recursos económicos suficientes los puedes conseguir, por lo que la excusa comercial pierde fuerza”. Idea que también comparten en Equo, que piensan que “es absurdo decir que previene de un mal uso del sistema electoral”.

Las formaciones implicadas se movilizan en la red con "yoavalo.org"

En una iniciativa, promovida por el partido Pirates de Catalunya, que defiende el impulso de la sociedad de la información y el acceso a la cultura como elementos imprescindibles de la democracia, los ciudadanos que lo deseen pueden ofrecer en su Comunidad Autónoma su compromiso de avalar a cualquier partido que se presente en su circunscripción.

"Yo avalo" es el nombre del proyecto que ofrece la posibilidad de poner en contacto a los futuros avalistas con los partidos. Cada votante solo puede apoyar a una formación, aunque la fuente socialista consultada duda que "alguien vaya a cruzar los datos" que presenten las distintas formaciones.

Sin embargo, desde Equo, formación que acumula el mayor número de "preavales", apuntan que "no se pueden arriesgar" y que los partidos deben ser "muy rigurosos en el proceso". Y añaden que, "aunque no va a haber tantos partidos" como en 2008, elecciones en las que en Madrid se presentaron 37 partidos de los que 5 tienen representación en el Parlamento actualmente, "va a haber muchos".

En esa misma línea se expresan desde M+J, que confían en reunir las firmas necesarias para presentarse como mínimo en el 75% del territorio, cifra que da derecho a tener un espacio electoral gratuito, ya que "los partidos como el nuestro no pueden permitirse el coste de una campaña por otras vías", añade Viñuales.

"No me parece bien que el Estado sepa quién ha avalado a qué partido"

"Esta medida no mejorará la calidad del sistema electoral", asegura Jordi Argelaguet, director del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO). "Más bien considero que la empeorará", añade.

Los ciudadanos son los que tienen la palabra para determinar qué formaciones prosperan electoralmente

Argelaguet cree que "hasta ahora, cualquier colectivo tenía una gran facilidad para concurrir a las elecciones. Ahora, se ha limitado este acceso, con lo que será más posible plantear discursos contra una democracia más restrictiva, con el resultado de una cierta deslegitimación del conjunto del proceso" electoral.

Este profesor de Ciencia Política y Derecho Público de la UAB, apunta una alternativa a la exigencia de avales para controlar el buen uso del censo electoral por parte de los partidos, "se le puede dar un censo con alguna especificidad que pueda servir para detectar un uso no adecuado del mismo", propone.

Argelaguet cree que más que extenderse a otros partidos, la medida habría que eliminarla, "no me parece bien que el Estado acabe teniendo un fichero que diga qué ciudadanos han avalado a qué partido", concluye.