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Gucci: 90 años de sangre, lujo y lágrimas

  • La casa de moda inaugura un museo en Florencia
  • La entrada cuesta 6 euros y la mitad va a obras benéficas

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Gran fotografía de la actriz Naomi Watts con el vestido de Gucci que llevó al festival de cine de Cannes en 2010.
Gran fotografía de la actriz Naomi Watts con el vestido de Gucci que llevó al festival de cine de Cannes en 2010.

La moda lleva años entrando en los museos y ahora los museos de moda comparten cartel con los de pintura o escultura. Es el caso del Museo Gucci que abre sus puertas en Florencia para festejar que la firma cumple 90 años.

En la fiesta de inauguración, amenizada por el grupo Blondie, estaban, entre otros,  Carlota Casiraghi y a Anne Wintour, la editora jefe del Vogue USA. El museo está situado en la Piazza Della Signora y en sus tres plantas se puede contemplar la historia de la firma a través de su archivo particular,  comprar regalos o tomar un café. La entrada cuesta 6 euros y el 50% se destina a obras benéficas.

90 años de lujo y guerra

Los espacios se dedican a los iconos de la casa, la evolución del logo, el life style y el deporteen especial la equitación. En 1906 Guccio Gucci vendía sillas de montar en la misma plaza donde ahora está el museo y 15 años después sus vitrinas estaban repletas de bolsos, baúles, guantes, zapatos y cinturones de inspiración ecuestre.

Durante la dictadura fascista escaseaban muchos materiales y Gucci experimentó con el cáñamo, el lino y el yute. Así nació el bolso Bamboo Bag,  inspirado en la silla de montar. En los años cincuenta llegó la trama distintiva verde- rojo- verde que recordaba a la cinta de la silla tradicional de montar.

Cuatro hermanos peleados por la empresa

Guccio Gucci muere en 1953 y sus cuatro hijos se pelean por el trono del exitoso negocio. Los problemas internos no mermaron su fama, y tanto las estrellas de Hollywood como la jet set adoraban sus creaciones. En esa época Jackie Kennedy dio nombre al bolso que tanto se colgaba del hombro y la casa creó el fular Flora para Grace Kelly.

En los 60 nació el logo de la doble G y aumentó la venta en el extranjero. Los años 70 le abrieron las puertas de Beverly Hills donde los exclusivos clientes pedían bolsos con cadenas de oro y diamantes.

En 1981 Gucci hizo su primer desfile en Florencia y en esa década la empresa se convirtió en una sociedad anónima a manos de Maurizio Gucci, nieto del fundador. No duró mucho porque pocos años después la firma estaba en manos de unos inversiones con sede en Bahréin.

Un texano en Gucci

Durante casi treinta años la familia tuvo dieciocho juicios por evasión fiscal, contrabando, falsificación y fraude. En1995, Maurizio Gucci murió asesinado en Milán y tres años después su viuda,  Patrizia Reggiani, fue condenada a 29 años de cárcel por haber encargado el asesinato.

1995 tiene además una cara amable y es la entrada de Tom Ford. El diseñador consiguió en tiempo record que la firma fuera el objeto de deseo por excelencia.  Un éxito que duró diez años.

En 199 la firma se integra en el grupo de lujo Pinault-Printemps-Redoute, y en 2005, la directora de los accesorios,  Frida Giannini, sustituye a  Ford para ser, un año después, la directora creativa exclusiva para mujer y hombre.

Hoy la casa goza de buena salud.  Giannini apuesta por colecciones deseables pero siempre comerciales. Para ella el éxito es que lleguen a la tienda y después a los armarios de quienes sienten adoración por la doble G. Una casa de maletas en las que ha viajado esta historia digna de película con un guion que mezcla deseo, lujo, asesinato y guerras familiares.