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La ofensiva talibán en el corazón de Kabul pone en evidencia a las fuerzas de seguridad afganas

  • Los insurgentes han atacado la Embajada de EE.UU. y el cuartel de la OTAN
  • Hay al menos siete muertos, tres civiles y cuatro policías, y 17 heridos

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Un comando talibán ataca la Embajada de EE.UU. y una base de la OTAN en Kabul

La ofensiva de un comando talibán en pleno barrio diplomático de Kabul, uno de los más protegidos de la capital de Afganistán, durante más de seis horas ha sembrado ciertas dudas sobre la capacidad de las fuerzas afganas para asumir el control de la seguridad del país en plena retirada de las tropas extranjeras.

Los insurgentes, al parecer disfrazados con burkas, ocuparon un edificio en construcción en el distrito de las embajadas, desde donde lanzaron un ataque coordinado con cohetes contra las sedes de sus tres principales enemigos en una guerra que dura ya diez años: la delegación diplomática de EE.UU., el cuartel general de la OTAN y la Dirección Nacional de Seguridad afgana.

Un lluvia de balas ha sobrevolado el barrio de Abdul Haq hasta las 21.00 de la noche, cuando la policía ha podido asumir el control de la situación. Al menos siete personas han muerto en la refriega, tres civiles y cuatro policías, y otras 17 han resultado heridas, pero ningún trabajador de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad) se ha visto afectado.

"Nuestros muyahidines han atacado el cuartel general de la OTAN, la  embajada de Estados Unidos, el departamento de espionaje afgano (NDS) y  otros edificios gubernamentales del centro de Kabul", ha afirmado un  portavoz talibán, Zabiulá Muyahid. Muyahid ha explicado que en esta  ocasión los atacantes disponían de chalecos explosivos, ametralladoras y un arma similar a los lanzagranadas.

El personal de la Embajada de EE.UU. se puso chalecos antibalas y cascos, mientras los soldados norteamericanas trepaban a los tejados para repeler el ataque. Al lado, en la sede de la misión de la OTAN en Afganistán el sonido de las sirenas daba la señal de alarma y la megafonía anunciaba que "esto no es un simulacro", según informan los corresponsales del diario británico The Guardian. 

Ataques coordinados

Cuatro insurgentes han muerto en el barrio diplomático y varios más en otros dos ataques en lugares cercanos a Kabul. Dos atacantes suicidas se inmolaron en el oeste de la ciudad, cerca del Parlamento del país, mientras que otro terrorista era abatido cerca del aeropuerto antes de que pudiera detonar los siete kilos de explosivos que llevaba atados al cuerpo.

"Tomaremos todos los pasos necesarios no solo para garantizar la seguridad de nuestra gente, sino también para mantener segura el área (del ataque) y para garantizar que aquellos que perpetraron este ataque pagan por sus actos", ha señalado en rueda de prensa la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, que ha subrayado que "no se dejarán intimidar".

El presidente afgano, Hamid Karzai, ha condenado mediante un comunicado la acción de los talibanes y la ha achacado a su intento de sabotear el proceso de transición de la seguridad del país a las autoridades afganas.

"Estos ataques no pueden detener el proceso y no solo no disminuyen sino que aumentan la determinación de nuestro pueblo de asumir la responsabilidad en los asuntos de su propio país", ha afirmado Karzai.

En el mismo sentido se ha pronunciado el secretario general de la Alianza Atlánticas, Ander Fogh Rasmussen. "Estamos viendo como los talibanes tratan de desafiar la transición, pero no pueden detenerla. La transición va por buen camino", ha señalado.

Las tropas internacionales comenzaron el pasado julio a transferir gradualmente la competencia de la seguridad a las fuerzas afganas, en un proceso que debe concluir según los plazos previstos en 2014.

Desafío a la transición

Rasmussen ha vuelto a manifestar este martes su confianza en que el próximo tramo de la transición, con el anuncio de un nuevo grupo de áreas que pasarán a estar bajo control afgano, será anunciado "pronto".

No obstante, la insurgencia parece encontrarse en un momento de fortaleza y el conflicto se recrudece, después de que 2010 fuese el año más sangriento para las fuerzas internacionales y para la población civil desde la caída del régimen talibán hace casi una década

Los últimos atentados talibanes de este tipo en Kabul ocurrieron a  mediados de agosto contra el Consejo Británico, donde murieron nueve  personas, y a finales de junio contra el hotel Intercontinental, donde  un asalto coordinado causó la muerte de 21 personas.