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El misterio del paradero de Gadafi

  • El dictador libio no aparece en público desde el pasado 12 de junio
  • Algunos le sitúan en Venezuela; otros en un búnker en Trípoli
  • Los rebeldes aseguran que esperan capturarle con vida

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Durante décadas se ha pavoneado en cumbres internacionales haciendo gala de una excentricidad sin límites, pero en los últimos días Muamar el Gadafi solo ha dado señales de vida a través de mensajes radiofónicos sin ofrecer ningún detalle sobre su paradero, que algunos sitúan en Trípoli y otros, como Reino Unido, en Venezuela.

Las tropas rebeldes, que ya campan a sus anchas por la capital y feudo del dictador, han declarado que esperan capturar a Gadafi vivo, un deseo que también comparte la comunidad internacional. Pero para ello, deben encontrarle primero.

El dirigente libio no ha sido visto en público desde mediados de junio. Sus enemigos especulan con que pueda haber huido de Trípoli e incluso del país, un rumor alimentado por las últimas declaraciones de este fin de semana del ministro de Exteriores británico, William Hague, que ha calificado de "creíbles" las informaciones de que el dictador pueda encontrarse en Venezuela.

A medida de que el avance rebelde se consolidaba tras siete meses de contienda, sus polémicos discursos televisados de arenga a sus leales han dejado paso a llamadas telefónicas retransmitidas por la televisión pública.

El Pentágono ha declarado que EE.UU. cree que Gadafi no ha abandonado Libia. El ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, cuyo gobierno ha liderado los esfuerzos internacionales para derrocar a Gadafi, ha afirmado este lunes que París no sabía dónde estaba. Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, ha asegurado que Londres tampoco tenía información sobre su paradero.

En algunos momentos del levantamiento, Reino Unido señaló la posibilidad de que Gadafi huyera a Venezuela a refugiarse en los acogedores brazos de su amigo Hugo Chávez, una información que resultó ser falsa pero que ha vuelto a tomar fuerza en las últimas semanas tras los rumores de que un avión venezolano estaba en el aeropuerto libio.

Sus hijos, capturados en Trípoli

Otras fuentes han apuntado a que Gadafi podría haber abandonado la capital para establecerse en Sirte, su ciudad natal, donde todavía conservaba algunos apoyos y simpatías.

Sin embargo, la versión que se está imponiendo a medida que pasan las horas y el fin de su régimen se acerca es que Gadafi se encuentra todavía en Trípoli, tal y como él siempre ha defendido, y probablemente en un búnker de algún recinto militar.

Durante sus 41 años en el Gobierno, Gadafi ha creado un culto a su personalidad. Carteles y pancartas con su imagen adornan cada rincón de Libia y su filosofía es difundida a través del 'Libro Verde', un compendio de su ideología en el que se presenta como padre de la nación, guerrero contra el colonialismo y un activista y firme defensor de los intereses panarabistas y panafricanos.

Gadafi ha disfrutado, sin duda, de un gran apoyo popular en las últimas décadas, por lo que capturarle y demostrar a la gente que su reinado está acabado será crucial para el próximo gobierno.

El líder libio, Muamar Gadafi, se aferra al poder y ha anunciado que no se marchará y que morirá con un mártir.

Tres de sus hijos, Saif el Islam -el que estaba llamado a ser su sucesor-, Mohammed y Saadi ya han sido capturados y su otro vástago Al Mutassim estaría, según la cadena de televisión Al Arabiya, en el complejo de Bab al Azizya, en un barrio de la capital.

Última aparición pública en junio

Gadafi fue visto por última vez en público el 12 de junio en un encuentro con el presidente de la Federación Internacional de Ajedrez, el ruso Kirsan Ilyumzhinov, quien dijo entonces que el líder no tenía ninguna intención de abandonar el país.

En los primeros meses de la sublevación, el excéntrico tirano, de 69 años de edad, hizo varias apariciones espontáneas en Trípoli para conseguir apoyos y desafiar a la comunidad internacional.

A bordo de un carrito de golf, vestido de beduino, en medio de las ruinas de un palacio bombardeado por los americanos en 1986 o sosteniendo un paraguas en mitad de una calle de Trípoli, en su discurso amenazante siempre se comprometió a permanecer en la capital y luchar hasta la muerte.

En su último mensaje de audio, emitido este domingo por la noche, Gadafi aseguró que se encontraba en la capital libia y que batallaría con sus leales "hasta el fin".

Cualquiera que sea su escondite, Gadafi debe estar decidiendo su futuro y valorando el destino de otros caudillos derrocados recientemente. Hosni Mubarak, el expresidente egipcio, está siendo juzgado por ordenar el asesinato de manifestantes en la revuelta popular que puso fin a su mandato en febrero. El tunecino Zine El Abidine Ben Alí, el primer líder de la primavera árabe en caer, se encuentra en el exilio en Arabia Saudí, y sus delitos han sido juzgados en ausencia.

El destino de otros dictadores

Después de una larga persecución, Sadam Hussein fue ignominiosamente encontrado escondido en un agujero en el suelo, nueve meses después del la invasión de Irak liderada por EE.UU. en 2003. Tras el juicio, fue ahorcado y las fotos de su ejecución exhibidas en la televisión. Sin embargo, un juicio bajo supervisión internacional podría ser la mejor opción para Gadafi.

En 1989, Nicolae Ceausescu, presidente de Rumanía y su esposa Elena fueron capturados después de intentar huir de Bucarest en helicóptero. Tras un juicio breve, fueron ejecutados por un pelotón de fusilamiento.

Con los años los dictadores han encontrado refugio en Panamá (el Sha de Irán), Hawaii (Fernando Marcos de Filipinas), Arabia Saudí (Idi Amin de Uganda) y Francia (varios). Pero parece que hay pocos voluntarios para acoger a Gadafi.

Se ha acabado el tiempo para negociar el exilio de Gadafi

Sudáfrica, que dirigió un fallido intento de mediación, ha asegurado que no estaba ayudando a Gadafi a salir de Libia y que está seguro de que no pedirá asilo allí.

"El Gobierno de Sudáfrica quiere refutar y disipar los rumores de que ha enviado aviones a Libia para trasladar a personas a algunos lugares secretos o a Sudáfrica", ha afirmado el ministro de Relaciones Exteriores, Maite Nkoana-Mashabane.

El canciller italiano, Franco Frattini, ha señalado que había acabado el tiempo para las negociaciones sobre un posible exilio de Gadafi,que debe ser juzgado por la Corte Penal Internacional en La Haya.

"Todavía es muy importante encontrar Gadafi para llevarlo a juicio, que es lo que vio con Sadam Hussein en Irak y, de esa manera, se trata de una situación potencialmente muy peligrosa", ha indicadoel primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt.