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Aubry lanza su candidatura a las primarias socialistas francesas tras la caída de Strauss-Kahn

  • El favorito en las encuestas es el ex secretario socialista, François Hollande
  • Se presenta con un discurso redistributivo propio de la izquierda tradicional
  • Cuenta con el apoyo de los partidarios de Strauss-Kahn

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Se ponen en marcha en Francia las primarias del Partido Socialista

La primera secretaria del Partido Socialista francés, Martine Aubry, ha anunciado este martes que se presenta a las primarias de su partido para ser la candidata en las presidenciales de abril de 2012.

"No se puede seguir pidiendo tanto a los que tiene poco y dando tanto a los que tiene mucho", ha declarado la también primer edil de Lille en una comparecencia pública en la ciudad en la que es alcaldesa y en la que ha trazado las líneas del "nuevo modelo social, económico y ecológico" que quiere llevar al Palacio del Elíseo.

Lo ha hecho en una breve alocución de 15 minutos y sin preguntas, en la que la máxima responsable del Partido socialista ha abogado por una Francia "innovadora", "competitiva" y "ecologista",  a través de un discurso con alusiones a los trabajadores, ejecutivos, artistas y organizaciones sindicales, entre otros.

Referencia a los sindicatos

Con abundantes referencias a la situación económica, Aubry ha descrito su país como un Estado que sufre desórdenes "económicos", "presupuestarios" y "sociales" y ha hablado de crear una Francia en la que no se sometan "las necesidades vitales a las reglas del mercado".

Por ello ha apelado a "las asociaciones y organizaciones sindicales" para estar "en el corazón" del cambio que propone a los franceses para que le otorguen su confianza en otoño.

"Quiero devolver a Francia su fuerza, su serenidad, su unidad. Quiero dar a todos una idea del futuro y el deseo de un destino común", ha proclamado Aubry.

"Por eso he decidido proponer mi candidatura a la presidencia", ha anunciado tras denunciar las políticas del presidente Nicolas Sarkozy "exclusivamente dirigidas para el beneficio de los privilegiados."

Para hacer frente a Nicolas Sarkozy, candidato más que probable de la derecha para su propia sucesión en las elecciones de abril de 2012, Martine Aubry debe vencer en las primarias de su partido al actual favorito en las encuestas y exsecretario general de los socialistas galos, François Hollande.

La rivalidad de Hollande

Paradójicamente, Aubry se había mostrado dispuesta  a apoyar la candidatura de Dominique Strauss-Kahn al Elíseo pese a que  pertenece al ala socio-liberal, más a la derecha del PS.

El  arresto del exdirector gerente del FMI por violación le ha hecho revisar  los planes del pacto que los unía: solo el que estuviese en mejor  posición de los dos lograría vencer al resto de candidatos socialistas a  las primarias.

Ahora tiene los apoyos de los partidarios de  Strauss-Kahn pero parte con desventaja para las primarias que se  celebrarán en octubre debido a que su principal rival, François  Hollande, con el que tiene una abierta enemistad personal, lleva meses  preparando su candidatura y es conocido y apreciado por los franceses.

Hollande se sitúa por delante de Sarkozy en los sondeos y pese a haber sido el secretario general de los socialistas franceses entre 1997 y 2008 y ser el valedor de la candidatura de su expareja, Segolene Royal, en 2007, ha cultivado una imagen ajena a su partido con una campaña de a pie y con propuestas pragmáticas para atajar los problemas de la juventud.

Izquierda tradicional

De estilo sobrio, Aubry quiere encarnar una izquierda responsable pero fiel a sus tradiciones e ideas políticas a riesgo de exponerse a las críticas de ser demasiado arcaica.

La derecha ya afila sus críticas antiguas contra esta mujer de 60 años que fue conocida internacionalmente por ser la "señora de las 35 horas", en referencia a la reducción de la jornada laboral adoptada por el gobierno socialista de Lionel Jospin en los años 90, cuando ella impulsó la medida.

Para la UMP del presidente Sarkozy, la medida es el símbolo de una izquierda "intervencionista o arcaica". Sin negar la maternida de las 35 horas, Aubry quiere deshacerse de las etiquetas y ha tratado de rectificar su imagen desde que se convirtió en la líder del Partido Socialista a finales de 2008.

Renovación del partido

En ese congreso recibió el apoyo de muchos pesos pesados del partido para evitar que se hiciese con el cargo la candidata socialista en las presidenciales de 2007, Segolene Royal, pero pocos de los que la apoyaban presagiaban una candidatura suya en el futuro.

Sin embargo, desde esa fecha ha comenzado una meticulosa renovación del partido, que se ha mantenido hasta ahora unido pese a su tradición de divisiones internas que le debilitan. Gracias a ello, consiguió que su partido lograse una importante victoria en las elecciones regionales celebradas en 2010.

Su estilo y su discreción en su vida personal ha hecho que se la califica como una "Merkel a la izquierda", algo a lo que Aubry ha respondido con ironía: "Las dos somos serias y tenemos problemas con Nicolás Sarkozy, pero somo distintas".