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Los mercados acogen bien el acuerdo del rescate de Portugal, que coloca 1.100 millones en deuda

  • La demanda ha doblado la oferta, pero ha tenido que pagar más rentabilidad
  • La presión sobre los títulos lusos se reduce mucho en el mercado secundario

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Los mercados han respondido bien a Portugal, que ha logrado colocar 1.117 millones de euros de títulos de deuda a corto plazo, más de lo previsto en principio por el Tesoro luso. La demanda ha sido fuerte -ha doblado a la oferta inicial-, pero también ha subido la rentabilidad que ha tenido que ofrecer a los inversores por adquirir sus bonos a tres meses: un 4,652%, frente al 4,046% de la última emisión del mismo tipo.

Este resultado llega el día después de que se confirmase el acuerdo entre el Gobierno portugués y la troika -Unión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional- para concretar el rescate financiero al país, que alcanzará los 78.000 millones de euros en los próximos tres años.

Ayudas a los bancos, congelación de pensiones y privatizaciones

Entre las medidas que el gobierno luso tendrá que poner en marcha para acceder al rescate del FMI y la UE, se encuentra la concesión a los bancos portugueses, del 15% de las ayudas del rescate, unos 12.000 millones de euros, de acuerdo con el memorándum del acuerdo divulgado por medios digitales lusos.

Con esa inyección se busca reforzar el capital de las entidades financieras del país, a las que se pedirá un mínimo de capital básico del 9% este año y del 10% el año que viene.

Las fuentes consultadas por el diario británico también han señalado que el plan de ayuda pactado incluye la congelación de los sueldos de los funcionarios y las pensiones hasta 2013, así como la creación de un nuevo impuesto especial sobre las pensiones superiores a 1.500 euros mensuales.

Además, se recortarán las prestaciones por desempleo, que se cobrarán durante un máximo de 18 meses -en lugar de los tres años actuales- y verán reducida su cuantía máxima desde los 1.258 euros mensuales hasta 1.048 euros.

El Gobierno luso también deberá elaborar un plan de privatizaciones que le permita obtener 5.300 millones de euros en los próximos tres años. Y los grandes proyectos de infraestructuras públicas, así como las realizadas en asociación con empresas privadas, tendrán que re-evaluarse bajo la supervisión de la UE y el FMI para garantizar su viabilidad y sostenibilidad.

Las administraciones locales y regionales también deberán apretarse el cinturón, según esas fuentes próximas a las negociaciones, ya que se les exigirá que reduzcan su personal y que aumenten sus impuestos sobre la propiedad.

Baja la presión de los inversores

Mientras, en el mercado secundario de deuda -donde sólo venden y compran deuda las entidades financieras-, la penalización de los títulos lusos ha caído abruptamente, después de que el Gobierno socialista anunciase el acuerdo.

Según fuentes del mercado, al comienzo de la sesión, los títulos portugueses a tres años bajaban en el mercado secundario 48,7 puntos básicos, hasta quedar en un 10,856% de rentabilidad, mientras que los de 10 años se contraían 14,3 puntos básicos, hasta el 9,433%.

Analistas financieros han resaltado que la tendencia registrada en la deuda portuguesa puede interpretarse como una señal de agrado de los inversores sobre el acuerdo entre Portugal y la troika.

Estas mismas fuentes han indicado que la caída en las tasas de interés fue más acentuada en los plazos a corto plazo.

El acuerdo permitirá suavizar la reducción del déficit

El primer ministro de Portugal, José Sócrates, considera "bueno" el acuerdo, al argumentar que no exige grandes sacrificios sociales ni implica despidos de funcionarios o eliminación de pagas extraordinarias.

Sin concretar las medidas, el jefe de Gobierno en funciones apenas ha concretado los detalles, ya que antes debe presentarse el acuerdo al resto de fuerzas políticas. Sí ha adelantado que el plan de ayuda permitirá suavizar la reducción del déficit, que pasará del 9,1% de 2010, al 5,9% en 2011, al 4,5% en 2012 y al 3% en 2013. En las previsiones del Gobierno, el límite del 3% de déficit se preveía lograr un año antes, en 2012.

La Comisión Europea, el BCE y el FMI han negociado durante las tres últimas semanas las condiciones de la ayuda financiera a Portugal, solicitada oficialmente el pasado 7 de abril por el deterioro galopante de sus condiciones de financiación.

Después del anuncio del acuerdo, este miércoles, los miembros de la misión de esa troika tienen previstas reuniones con los partidos de la derecha portuguesa.

En ellas, confían lograr el respaldo al plan de ayuda de la principal fuerza de la oposición -el conservador Partido Social-Demócrata, PSD- y del partido minoritario CDS, para que las medidas previstas en el acuerdo con los socialistas puedan aplicarse con continuidad después de las elecciones generales anticipadas al 5 de junio y en las que se espera el triunfo de las formaciones de derechas.

"Los responsables del partido ya han dicho que firmarán el acuerdo", ha asegurado en la televisión portuguesa el responsable del programa económico del PSD, el economista Eduardo Catroga.