Enlaces accesibilidad

Lita Cabellut: "Ser gitana me ha dado más fuerza para pintar"

  • La artista, que vivió 13 años en la calle, Premio de Cultura Gitana de pintura
  • Lita Cabellut inaugura con sus retratos el primer Museo de Arte Gitano de Berlín

Por
Tríptico de Frida Kahlo expuesto en la London Gallery de Londres
Tríptico de Frida Kahlo de Lita Cabellut, expuesto en la Ópera Gallery de Londres

La pintora gitana Lita Cabellut posee la fuerza y la determinación de los supervivientes. “Soy ante todo una mujer alegre y adoro la vida porque sé apreciar su valor”, asegura convencida.

La artista ha estado en el infierno y ha vuelto para contarlo, transitando por una infancia dickensiana de las que imprimen en el alma marcas de las que no se borran.

Nacida en Barcelona en un barrio gitano de origen humilde, pasó 13 años de vida en la calle y en un orfanato, hasta que fue adoptada por una familia que le llevó al Museo del Prado madrileño. El Prado, como ocurre con tantos otros pintores, tuvo un efecto catártico: fascinó a la joven Lita y despertó su vocación a los pinceles.

El lado olvidado de la sociedad

Las cartas que le tocaron en la vida-mujer, gitana, pobre, artista- no aventuraban un triunfo fácil para esta mujer de pelo negrísimo y carácter vehemente que decidió desde ese momento “perseguir un sueño”.

El pasado se hace presente en las obras de Cabellut, en las que  trazos desgarrados que recuerdan a Lucien Freud y Francis Bacon- dos de sus pintores favoritos y fuente de inspiración, ‘con esas pinceladas neuróticas Freud es un maestro en describir la crueldad’, afirma- representan el “lado más olvidado de la sociedad”, con el que “empatiza especialmente”.

Las columnas rotas no implican un alma rota

Prostitutas, enfermos mentales, y vagabundos transitan por sus cuadros que pretenden, ante todo, golpear conciencias. “Es una forma de que aprendamos a verlos, a sentirlos. Me gusta fijarme en la gente que tiene menos voz, y empatizo con la gente que está sola, y con la soledad”, reflexiona.

Empatizo con los marginados de la sociedad

Las ganas de vivir frente a la tragedia han sido una de las claves de su ascenso- sus rostros pintados han dado la vuelta al mundo- y han recabado exitosas críticas en su última exposición sobre la pintora Frida Kahlo, en la Opera Gallery de Londres. “La tragedia puede ser construcción- recalca- mira sino el ejemplo de Frida que salió adelante con la columna rota y su alma siguió intacta”.

La artista viaja del magnetismo de la pintora mexicana al carisma de “otro monstruo del arte”, como es Camarón de la Isla. Un icono del pueblo gitano que protagoniza la serie de ocho cuadros con los que  inaugura este mes el primer Museo Gitano del Arte de Berlín. Ante tamaño reto Cabellut “pidió ayuda al propio Camarón” para encontrar la inspiración en unos retratos que muestran al cantaor “con humildad y respeto”.

Gitana y artista

“Nunca me he sentido discriminada. Ser gitana me ha dado fuerza y creo que he heredado el duende”, asegura convencida la barcelonesa, que ha recogido este viernes el "Premio de Cultura Gitana 8 de abril", en la categoría de pintura, que entrega el Instituto de Cultura Gitana.

He heredado el duende de mi raza

Un optimismo que se transforma en preocupación cuando analiza la situación del pueblo gitano en el mundo. “Es preocupante la falta de reacción de la sociedad ante la discriminación que sufren los gitanos. Si atacamos a este pueblo atacamos a toda la humanidad.  Ya ha ocurrido otras veces en la historia, y parece que no aprendemos”, susurra con voz triste, por vez primera en la entrevista.

La esperanza, sin embargo, retorna por momentos a su discurso cuando de nuevo, vuelve la sombra del pasado: “La tristeza y la injusticia forman parte de la vida. Cuando las aceptas te das cuenta de que son momentos. La Lita de hoy, feliz y rodeada de amigos, no es igual que la de ayer, y por eso yo no puedo cargar para siempre con el peso de mi infancia”, concluye la Lita del presente con su personal filosofía vitalista.