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Tepco no hizo lo suficiente para evitar el desastre nuclear en Fukushima, según el OIEA

  • "Esto se podrá evitar en el futuro", ha dicho el director general del OIEA
  • Se empieza a liberar más de 10.000 toneladas al mar
  • También han vertido un colorante para ver por dónde se filtra el agua

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Fukushima verterá 11.500 toneladas de agua radiactiva al Océano Pacífico

Tepco no tomó las medidas suficientes para evitar el accidente nuclear de Fukushima. Es lo que ha afirmado este lunes el director general del OIEA, Yukiya Amano, durante una rueda de prensa, informa EFE.

Además, Amano ha dicho que, tras el accidente nuclear de Fukushima, el mundo y la industria atómica no pueden seguir "como si nada hubiese ocurrido".

"Las preocupaciones de millones de personas de todo el mundo sobre si la energía nuclear es segura deben ser tomadas en serio", ha dicho durante la apertura de la quinta conferencia de revisión de la Convención de Seguridad Nuclear (CNS).

A la reunión de Viena, que durará hasta el próximo día 14, asisten los reguladores nucleares de los 71 países adheridos a esta Convención Internacional.

El IOEA ha lanzado esta acusación poco después de que TEPCO anunciara que iba a lanzar al mar miles de toneladas de agua radiactiva de la planta nuclear de Fukushima para facilitar las tareas de sus operarios, a los que la contaminación impide avanzar en algunas zonas. Mientras, prosiguen las tareas para descubrir la ruta por la que el el agua radiactiva se filtra al mar.

La operación, que ha comenzado a las 19.00 hora local (12.00 horas  peninsular), implica arrojar al Océano Pacífico un total de 11.500 toneladas de agua,   de las que unas 10.000 proceden de depósitos especiales y otras 1.500  del sótano de los reactores 5 y 6, las únicas de las seis unidades de la  central que están por ahora controladas.

Según un portavoz, aunque ese agua excede cien veces el límite legal  de yodo-131, el nivel es relativamente bajo en comparación con el del  agua que inunda  algunas áreas de la planta nuclear, con una radiación  hasta 100.000  veces superior. El portavoz ha explicado que "no tenemos otra alternativa que la de arrojar este agua contaminada en el océano como medida de seguridad".

En este sentido, la Agencia para la Seguridad Nuclear de Japón ha insistido en que la  operación no entraña riesgos para la salud mientras el portavoz del  Gobierno japonés, Yukio Edano, ha asegurado que es una medida de emergencia y  que TEPCO debe vigilar su posible impacto medioambiental.

El fin es hacer espacio en esos lugares para poder trasladar allí el agua con una radiactividad aún más elevada que   inunda los edificios de turbinas de los reactores 1, 2 y 3, y que   dificulta seriamente las labores de los operarios de TEPCO para   enfriarlos.

Colorante para descubrir la ruta de la fuga del agua

Por otro lado, Tepco ha vertido este lunes líquido con colorante en un túnel cercano al reactor 2 de la central para tratar de determinar la ruta por la que el agua radiactiva se filtra al mar. Asimismo ha comenzado a lanzar al mar miles de toneladas de agua radiactiva para facilitar las tareas de sus operarios.

Según la televisión NHK, los trabajadores han vertido el líquido de color blanco en un túnel que conduce a la fosa donde este sábado se detectó una grieta de unos veinte centímetros, que permite que agua con una elevada radiactividad se escape al mar.

La filtración se ha intentando detener sellando la grieta con hormigón e inyectando polímero en polvo para absorber el agua, pero ninguno de esos dos recursos ha tenido éxito.

El objetivo del colorante es poder seguir la ruta exacta por la que llega al mar el agua contaminada, que por su elevado nivel de radiactividad se cree podría proceder del núcleo del reactor 2.

Varias opciones para detener la filtración

Tepco baraja varias posibilidades para detener la filtración al mar, como tratar de tapar la grieta con productos químicos o instalar una barrera en el litoral para contener el agua radiactiva.

De forma paralela, los técnicos continúan los esfuerzos para drenar el agua radiactiva que inunda los sótanos de los edificios de turbinas de las unidades 1, 2 y 3, que dificulta seriamente las labores para enfriar los reactores de la central de Fukushima.

El portavoz del Gobierno, Yukio Edano, ha insistido este lunes en que se trabaja para frenar el escape detectado el sábado "lo antes posible", aunque este domingo también advirtió de que las filtraciones desde Fukushima pueden durar "meses".

Cubrir los reactores

Ante la preocupación por la radiactividad, el Gobierno estudia diversas alternativas para contenerla, incluida cubrir los edificios que albergan los reactores con un gigantesco envoltorio especial, según fuentes oficiales citadas por la agencia local Kyodo.

De aplicarse a las cuatro unidades con problemas, esta opción podría costar unos 80.000 millones de yenes (666 millones de euros) y llevar unos dos meses de trabajo, según las fuentes.

La posibilidad ha sido sin embargo criticada por algunos expertos, que apuntan al riesgo de que el envoltorio sea destruido por el calor que emana de los reactores y al hecho de que cubrirlos dificultaría el vertido de agua sobre ellos.

El profesor emérito Keiji Miyazaki, de la Universidad de Osaka, ha insistido en que lo que hay que hacer cuanto antes es "restaurar las funciones de refrigeración de los reactores", dañadas por el tsunami.