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Japón admite que no sabe cuándo acabará la crisis nuclear en Fukushima

  • Los ciudadanos no corren peligro de radiactividad, ha dicho Naoto Kan
  • Se intensifica la búsqueda de los 16.000 desaparecidos

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Continúan las labores de búsqueda de los desaparecidos en Japón

Un día después de anunciar que la central de Fukushima tenía que ser desmantelada y con los niveles de radiactividad casi por las nubes, el primer ministro japonés, Naoto Kan, se ha quitado el mono azul con el que ha tenido que enfrentarse a los -seguramente- peores días de su vida.

Con la corbata anudada, en una clara señal de querer pasar a una fase más tranquila, Kan ha querido tranquilizar a una población asustada aún por lo que ha sido la peor catástrofe en Japón.

Para conseguirlo, ha dicho a sus conciudadanos que no corren “ningún riesgo de estar expuestos a niveles peligrosos de radiactividad” si siguen, eso sí, los consejos de las autoridades.

Aun así, el mandatario japonés ha reconocido que es “difícil” determinar cuándo concluirá la crisis de la planta nuclear. Y ha asegurado que está “preparado para una larga batalla” que logre poner bajo control Fukushima.

Kan, además, ha hecho un llamamiento a todos los expertos para que estabilicen la situación en el complejo nuclear. “La situación no está normalizada y tampoco puedo decir cuándo lo va a estar, aunque estamos haciendo todo lo que podemos”, ha afirmado.

Comunicación, la asignatura pendiente

Pero si hay algo que está lejos de funcionar mejor no solo en Fukushima, sino en todo Japón, es la comunicación. Es lo que ha dicho este viernes el director general del Instituto Francés de Radioprotección y Seguridad Nuclear, Jacques Repussard.

Repussard, que está en Tokio para ayudar a la compañía TEPCO –la que intenta evitar, en la misma planta nuclear, una catástrofe nuclear–, ha destacado este viernes que las conferencias de prensa que ha dado la compañía y la información que se ha ofrecido, en general, no han provocado sino la saturación de los ciudadanos de todo el mundo que querían saber qué estaba pasando en Fukushima.

Y es que microsieverts y milisieverts, mezclados con comparaciones –unas bastante más alarmantes que otras– de todo tipo no hacen más que alimentar la psicosis colectiva, asegura este experto en energía nuclear.

Se intensifican las labores de búsqueda

Al margen de Fukushima, Japón ha empezado a intensificar las labores de búsqueda de los más de 16.000 desaparecidos que hay a día de hoy.

Cuando se cumplen tres semanas del desastre, 18.000 efectivos del Ejército japonés, apoyados por 7.000 soldados estadounidenses, bomberos, guardacostas y policías han puesto en marcha una operación de tres días por mar y aire.

El Gobierno, además, ha comenzado a trabajar con las autoridades locales para construir casas, colegios, hospitales y oficinas para los evacuados.

Este viernes se ha sabido que el 69% de los colegios de las provincias de Iwate, Miyagi y Fukushima, las más afectadas por el terremoto del 11 de marzo, están destruidos o dañados, lo que dificulta el comienzo del año escolar este mes en Japón.