Enlaces accesibilidad

A prisión el director porno Pablo Lapiedra, acusado de prostituir y grabar a menores

  • Permanecerá encarcelado mientras se decide sobre su entrega a Colombia
  • Las menores, colombianas, actuaban 11 horas al día, toda la semana, por 700€
  • El director de un instituto de Medellín fue el primero en denunciar en 2008
  • La Audiencia Nacional tendrá la última palabra para extraditarle a Colombia

Por

El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha enviado a prisión al director de cine porno Pablo Lapiedra mientras se decide si es extraditado a Colombia, cuyas autoridades le reclaman por prostituir y grabar a menores de ese país en películas que después vendía a través de varias de sus páginas de Internet, con las que obtenía importantes beneficios económicos.

El ingreso en prisión fue acordado por Ruz mediante un exhorto al juzgado de Barcelona a cuya disposición fue puesto Lapiedra, de nacionalidad española, cuando se produjo su detención el pasado jueves en la Ciudad Condal, han informado fuentes jurídicas.

Tras este trámite, Ruz tomará declaración a Lapiedra el próximo lunes para preguntarle si desea ser extraditado a Colombia.

De negarse a la entrega, el juez dará traslado de la causa a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional para que en una vista examine si debe ser o no entregado a las autoridades colombianas.

Les dio documentación falsa para hacer un casting también falso

Las jóvenes de origen humilde, eran

engañadas, ya que Lapiedra les decían que se trataba de un "cásting" y les daba documentación falsa para que pudieran pasar por mayores de edad.

Fuentes de la investigación han informado a EFE de que el detenido tenía a la menores grabando películas pornográficas, con diferentes actores masculinos, durante 11 horas, desde las ocho de la mañana hasta las siete de la tarde, todos los días, por poco más de 700 euros.

La investigación se inició a finales de 2008 cuando la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT), en colaboración con la Policía Nacional de Colombia e Interpol, detectó una red que se dedicaba a prostituir a adolescentes en el país americano.

Denuncia desde Colombia en 2008

La denuncia partió del rector de un instituto de Medellín (Colombia) después de que varios alumnos alertaran de que una compañera, de 16 años, aparecía protagonizando un vídeo pornográfico de especial sordidez, en el que la chica era vejada por dos hombres, que también la insultaban verbalmente junto a la persona que grababa la película.

El vídeo se encontraba a la venta en el sitio de Internet www.pablolapiedra.com, junto a otros similares protagonizados por jóvenes colombianas.

Para conseguir la descarga del vídeo, se pagaban cantidades que oscilaban entre los 10 y los 75 euros con tarjeta de crédito, en función del volumen de material.

Las primeras investigaciones permitieron averiguar que esta web estaba a nombre de la esposa de Lapiedra, la ciudadana colombiana Zuleydy Piedrahita, quien también era titular de otros dos dominios en los que protagonizaba películas pornográficas en las que explotaba su apariencia de adolescente, a pesar de ser mayor de edad.

Los expertos de la BIT analizaron los vídeos de las menores y observaron que, si bien los varones que mantienen relaciones sexuales con las chicas hablan con acento colombiano, el cámara es un nativo de España.

Además, en alguna toma se puede ver cómo se encuentra presente Zuleydy Piedrahita en labores auxiliares o como mera espectadora.

Pablo Lapiedra era el cámara

Según la Policía, el estudio de los vídeos ha permitido determinar, sin lugar a dudas, que el cámara era el detenido, Pablo Lapiedra, conocido productor español de cine pornográfico.

Tras detenerse a los actores porno que participaron en la cinta y cerrar las páginas de Internet, Interpol dictó sendas órdenes internacionales de detención con código rojo contra Lapiedra y su mujer.

Su localización ha sido muy complicada, ya que ambos se habían divorciado, ella se había instalado en Estados Unidos, y él estaba ausente de todos sus domicilios conocidos en las provincias de Madrid, Alicante y Barcelona.

No tenía a su nombre ni cuentas bancarias, ni tarjetas de crédito, ni teléfonos, aunque se detectó que se movía por Barcelona y que tenía nueva pareja.

Se estableció una vigilancia las 24 horas sobre la vivienda de su nueva novia que parecía vacía y con las persianas bajadas, aunque Lapiedra se encontraba escondido dentro, sabedor de que era seguido por la Policía.

Finalmente el pasado jueves recibió una visita de un conocido y salió con él a la calle, momento en el que fue detenido.

Será ahora la Audiencia Nacional la que deba decidir sobre la solicitud de extradición cursadas por las autoridades colombianas.