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El mensajero de los dioses alcanza Mercurio

  • La sonda MESSENGER es la primera que entra en la órbita de Mercurio
  • Dará pistas sobre los orígenes del sistema solar e irá en busca de hielo
  • La misión de exploración comenzará oficialmente el 4 de abril

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El mensajero de los dioses alcanza Mercurio

Por primera vez un satélite de la NASA ha entrado en la órbita de Mercurio. Es la sonda Messenger (acrónimo de la misión MErcury Surface, Space ENvironment, GEochemistry & Ranging), que llevaba seis años y medio en el espacio.

La suerte de la misión de la NASA dependía de una delicada maniobra de 15 minutos de duración que ha tenido lugar esta madrugada, y todo ha salido como estaba previsto.

Aunque el Messenger ya había cartografiado parte de la superficie en otros vuelos previos, las primeras imágenes no se podrán ver hasta finales de mes, cuando los ingenieros comiencen a probar los instrumentos de la sonda. Y la misión de exploración comenzará oficialmente el próximo 4 de abril.

La sonda está equipada con espectómetros en varias bandas (rayos gamma, neutrones y rayos x) que permiten observar la composición de la superficie. Además lleva un instrumento para medir el plasma, las partículas del espacio, un altímetro por láser y varias cámaras.

Una órbita muy elíptica

En algunos momentos el Messenger estará a 200 kilómetros de la superficie del planeta. Pero en otros tendrá que alejarse hasta los 15.000, lo que implica una órbita muy elíptica.

Mercurio es el planeta más cercano al Sol y la temperatura es muy alta. Aunque tiene un escudo protector, la sonda tiene que alejarse para enfriarse y luego continuar con la captura de datos, que se podrá seguir en directo a través de Twitter (@MESSENGER2011).

Es uno de los planetas que más ha costado investigar; de hecho, es la primera vez que un satélite se pone en su órbita. Hasta ahora sólo había sido visitado por la sonda Mariner 10, que entre 1974 y 1975 lo sobrevoló en tres ocasiones

Mercurio se mueve mucho más rápido que la Tierra y una nave debe desplazarse a casi 105.000 kilómetros por hora para alcanzarlo, además enfrentarse al calor del Sol.

Uno de los objetivos de los astrónomos es averiguar si hay agua en los polos. Todo es posible, porque según los expertos, las temperaturas varían mucho en Mercurio y puede ser que en un cráter muy profundo donde no penetre la luz solo haya hielo.

Tras alcanzar la órbita de Mercurio, a la NASA solo le quedan dos planetas por orbitar, Urano y Nepturno, aunque ya se han hecho acercamientos en distintas misiones.