Enlaces accesibilidad

La Orquesta Nacional da 'carta blanca' a Osvaldo Golijov

  • Es uno de los compositores más sorprendentes del panorama actual
  • Mezcla lo culto y lo popular y desbarata la estructura de las orquestas
  • El ciclo presenta por primera vez en España la obra del compositor argentino

Por
Osvaldo Golijov, a la izquierda, junto al director de orquesta Miguel Harth-Bedoya
Osvaldo Golijov, a la izquierda, junto al director de orquesta Miguel Harth-Bedoya.

Osvaldo Golijov es -escribió Jeremy Eichler en New York Times- "uno de los pocos compositores de hoy en día cuyas obras están cambiando profundamente la geografía del mundo de la música clásica, tras echar al cubo de la basura el viejo mapa eurocéntrico con sus habituales capitales y hojas de ruta"

"Creo en la anarquía creativa" afirmaba este miércoles, ante la prensa española, el propio Osvaldo Golijov (La Plata, 1960), explicando cómo la Orquesta Nacional de España desplegará su música, a partir de este viernes, en el homenaje que la Orquesta y Coro Nacionales de España (OCNE)  le rendirán en la octava edición del ciclo de creación contemporánea Carta Blanca

Desde entonces, y hasta el 6 de marzo, podremos conocer, por primera vez en España, a través de conciertos, proyecciones y encuentros con el compositor, la obra y la personalidad ecléctica de este compositor argentino de origen judío. Golijov hijo de una profesora de piano y un médico, se crió rodeado de música clásica, música litúrgica judía y klezmer.

Terminó su formación en Israel Estados Unidos y hoy es conocido internacionalmente por sus composiciones -en las que ha mezlado entre otras influencias, la tradición clásica y la judía- que han recibido entre otros galardones, tres Grammys y un Gramophone Award. Aunque lo que más fama le ha proporcionado es el hecho de haber compuesto las bandas sonoras de las dos últimas películas de Francis Ford CoppolaYouth without youth Tetro.

Calificado de "ecléctico, vanguardista y difícilmente categorizable" explicaba este miércoles que ya no le preocupan "las etiquetas" que le colocan.

Un pequeño problema con la orquesta

Siete son los conciertos (de cámara y sinfónicos) que compondrán esta Carta Blanca: Osvaldo Golijov, en la que la Orquesta Nacional de España interpretará por primera vez algunas de las obras que ha compuesto en los últimos años. La primera parte de los conciertos, que se celebrarán este próximo fin de semana ( 26 y 27 febrero) , contará con un programa sinfónico dirigido por Miguel Harth-Bedoya y compuesto por la suite de la banda sonora de la película Youth Without Youth de Coppola, el concierto para violonchelo Azul y una selección extraída de La Pasión según San Marcos.

Acostumbrado a deshacer la estructura habitual de las orquestas y a pensarlas "de abajo a arriba", Golijov, contaba este miércoles en Madrid que para esa Pasión, encargada por Helmuth Rilling para conmemorar el 250 aniversario de la muerte de J.S Bach, creó una "orquesta cebiche" (pescado macerado con limón típico de países como Perú o Ecuador) la que faltan los "instrumentos que acarician", como violas o maderas, en favor de los "más ácidos", como las trompetas o los trombones.

Después de escuchar este comentario, no es extraño que el director de orquesta peruano Miguel Harth Bedoya, comentara, en el encuentro con la prensa de este miércoles, que "no hay nada convencional ni previsible en Golijov, cada una de sus obras es única". Harth Bedoya dirigirá precisamente los conciertos de la primera parte del ciclo, este viernes y el próximo fin de semana.

Por su parte Golijov explica su proceder con la orquesta a su manera: "Amo la orquesta" dice "pero tengo un problema con su ordenación jerárquica" Ese problema es el que le lleva tan frecuentemente a alterar el orden convencional, eliminar secciones o instrumentos y añadir otros menos comunes como el violín persa o el clarinete klezmer.

Electrónica y nuevas tecnologías

En este ciclo organizado por el Auditorio Nacional en torno a Golijov, podrá comprobarse también su interés por las nuevas tecnologías y la amplificación,  toda vez que los micrófonos -argumentaba este miércoles- permiten trasladar "la intimidad" de un instrumento como el violín persa, ideado para ser tocado en las pequeñas salas de un palacio milenario, "a un auditorio con 2.400 personas".

El lunes 28 de febrero se celebrará un concierto de cámara compuesto por el "cuarteto kafkiano" de Yiddishbbuk, Mariel para cello y marimba -compuesto en honor de una amiga que falleció en accidente- y Patagonia", de su amigo Michael Ward-Bergeman,  "que suena a un cielo muy abierto" , explicaba Golijov, este miércoles.

También se interpretarán Tekyah, un encargo de la BBC para conmemorar el 60 aniversario de la liberación del campo de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau, con la participación de seis shofars, un instrumento de viento de origen judío, y la obra Ayre una "travesía por la costa mediterránea" de la mano de la soprano estadounidense Dawn Upshaw, otra de las colaboradores habituales en la intepretación de las obras de Golijov.

Para terminar, un segundo concierto sinfónico ( que se interpretará los días 4, 5 y 6 de marzo) permitirá disfrutar de Sueños y plegarias de Isaac el ciego, con el clarinetista David Krakauer, así como el ciclo de canciones She was here, inspirado en Schubert, de nuevo con la soprano Upshaw, y la Sinfonía número 3 de Gustav Mahler, uno de los compositores faro del universo golijoviano.

El cine: casi por casualidad

Aunque es consciente de que a través de las bandas sonoras, puede llegar a un público más amplio, Golijov asegura que no tiene especial interés en trabajar para el cine si no es para proyectos que sean especialmente apasionantes. Proyectos como los que en su día le planteó Francis Ford Coppola y que dieron como resultado las bandas sonoras de Youth without youth y Tetro.

Fue el director quien investígó que compositores podrían interesarle y llegó hasta Golijov. Francis Ford Coppola le invitó a colaborar en el film Megalópolis un proyecto costoso que nunca se materializó pero que a él le abrió las puertas del cine y las del viñedo de Coppola, por donde a veces pasearon ideando la música de aquellos proyectos.

"Coppola siempre está dispuesto a experimentar" dice Golijov, y añade: "cuando comencé a trabajar para el cine, me dijeron que los directores siempre lo quieren todo lindo en la música, pero sin embargo "Coppola siempre está dispuesto a experimentar, a jugar, en las bandas sonoras, e incluso a hacer sobresaliente todo lo raro", afirma y concluye: "trabajar con él es colaborar con otro aventurero"

Mano a mano con Alberto Iglesias

Dentro del ciclo dedicado a su obra, su segundo proyecto con Coppola, Tetro,  será proyectada este jueves en el Cine Doré, sede de la Filmoteca Española, con presentación del propio Golijov.

Allí mismo, el día 3 de marzo, Golijov participará en un coloquio con el músico, Alberto Iglesias, compositor habitual de las películas de Pedro Almodóvar, tras la proyección de la película "Hable con ella" de Almodóvar.

De momento, Golijov tiene pendiente una ópera para el Metropolitan de Nueva York que podría estrenarse "en 2014 o 2015" y el próximo año el Teatro Real representará su ópera "Ainadamar", un canto de amor por la obra de Federico García Lorca.

Además, con Coppola le aguarda un tercer proyecto: poner música a su próxima película.