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Las cajas de ahorros necesitarán 17.000 millones de euros para cumplir los requisitos de solvencia

  • Según un estudio publicado este miércoles por BBVA Research
  • La reforma financiera va por el buen camino si se aplica con celeridad

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La reforma financiera de las cajas iniciada por el Gobierno, que exige a  las entidades de ahorro un capital básico de entre el 9% y el 10% para transformarse en  bancos, va en la dirección correcta y debería servir para despejar las  dudas existentes sobre el sistema financiero, si estas medidas se  implementan adecuadamente y con celeridad, así lo recoge el estudio de BBVA Research sobre la previsión de la economía española, publicado este miércoles.

El economista jefe para Europa y España de BBVA Research, Rafael Domenech, ha explicado este miércoles que según los cálculos de la entidad el sector financiero español necesita entre 13.000 y 17.000 millones de euros para cumplir los requisitos del futuro decreto que ultima el Gobierno.

Según ha indicado Domenech, esta estimación se basa en los datos oficiales publicados hasta el 31 de diciembre de 2010, por lo que la necesidad de financiación podría aumentar a medida de que algunas entidades, sobre todo cajas, vayan llevando a cabo su saneamiento.

"Hoja de ruta clara"

Por ello, a la espera de conocer los detalles del decreto, el BBVA considera que el plan de recapitalización "contiene elementos favorables y es una hoja de ruta clara para continuar con la reestructuración del sector, ya que se favorece la participación del capital privado y se incentiva la conversión de las cajas en bancos".

En cuanto a la recapitalización, Domenech defendió que "debe ser inmediata, definitiva y preferentemente por capital privado ya que así aumenta la credibilidad ante los mercados, da mayor eficiencia y reduce la presión sobre la deuda pública".

Pese a que sitúa las necesidades de capital en un máximo de 17.000 millones, BBVA estima que la exposición de la banca española al sector promotor inmobiliario se sitúa entre 50.000 y 60.000 millones, "un problema acotado y asumible para la economía española", según Domenech.

El proceso de bancarización reduciría las 45 entidades de ahorro actuales a 17, con unos activos medios por caja de 76.000 millones de euros,  mientras que el tamaño medio en diciembre de 2009 era de 27.000 millones de euros.

Señala además que la recapitalización inmediata mediante la entrada de capital privado incrementaría la credibilidad frente a los mercados internacionales, 

daría lugar a una mayor eficiencia del sistema y reduciría la presión sobre la deuda pública española.

Activos problemáticos

En caso de que las cajas se vean obligadas a recurrir a la ayuda de los  Fondos de Reestructuración Ordenada bancaria, FROB, según avanza el  estudio 

de BBVA, el cumplimiento de la normativa europea sobre competencia, va a exigir a las entidades de ahorro un saneamiento riguroso.

Precisamente, las entidades de ahorro, según cálculos de la agencia France Press sobre datos facilitados por el Banco de España, acumulaban 90.000 millones de euros en activos inmobiliarios problemáticos a finales de diciembre de 2010.

Ese nuevo requisito obligará a la mayoría de las cajas a aumentar su  capital básico o core capital y, para lograrlo, deberán captar capital  privado en los 

mercados.

Si no han alcanzado el límite  antes de finales de septiembre, podrán recibir ayudas del Fondo de  Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), pero sólo si 

han adoptado la forma de banco, lo que incita a las cajas a bancarizarse.

La  entrada del FROB en las entidades que lo requieran se haría a través de  la adquisición de acciones en la cuantía que le falte para llegar al  nivel desolvencia y, sólo se mantendría durante un máximo de 5 años.

Hasta el momento, según señala el estudio de BBVA Research, 11 entidades han solicitado ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, FROB, y al Fondo de Garantía de Depósitos, FDG, por valor de 16.000 millones de euros.

El economista jefe de BBVA Research para España y Europa, Rafael Doménech, defendió este miércoles que los salarios se fijen en función de la productividad y de la situación económica de la empresa.

Salarios y productividad

El BBVA se ha sumado al Banco de España en su recomendación de no vincular la subida salarial a la inflación. 

Según el economista jefe de BBVA Research para España y Europa, Rafael Doménech, la actualización en función del IPC "no garantiza que aumente el poder adquisitivo de los trabajadores" y genera una "espiral inflacionista". 

Además, este economista considera que tampoco debe tenerse en cuenta la situación de la economía del país o del sector en que se sitúe cada empresa. 

Por ello, considera que la estructura de la negociación colectiva "es inadecuada porque la fijación de los salarios no es suficientemente flexible para la heterogeneidad de las empresas". 

Sobre la negociación colectiva, Doménech ha abogado también por restringir la ultractividad de los convenios, lo que garantiza que se mantenga lo acordado mientras se negocian.