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Las cajas integradas en Banco Mare Nostrum le traspasarán toda su actividad financiera

  • Las entidades confirman la futura salida a Bolsa del grupo
  • Ejercerán la actividad financiera de las cajas de forma "indirecta"

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Los consejos de administración de Caja Murcia, Caja Granada, Caixa Penedès y Sa Nostra han acordado este lunes traspasar todo su negocio financiero al grupo Banco Mare Nostrum (BMN), creado por las cuatro entidades, para articular su plena integración y "sentar las bases para su futura salida a Bolsa".

Según ha informado la entidad, el acuerdo establece que cada una de las cuatro cajas que integran Mare Nostrum pasen a desarrollar su objeto propio de entidad de crédito mediante la fórmula de "ejercicio indirecto de la actividad financiera de las cajas de ahorros" a través de la sociedad central del grupo.

Esta decisión "tiene por objeto articular la plena integración dentro del grupo de las entidades que lo conforman" y preparar la futura salida del Banco al mercado de renta variable.

Esta bancarización de las cuatro cajas de ahorro es la cuarta que se produce en el panorama financiero español, después de las de La Caixa, Unnim (caja nacida de la fusión entre Sabadell, Terrassa y Manlleu), y el Banco Financiero y de Ahorro (integrado por Caja Madrid, Bancaja, Caja Insular de Canarias, Caja Rioja, Caja Ávila, Caja Segovia y Caixa Laietana).

Estas conversiones llegan tras el anuncio del Gobierno de que el mínimo de solvencia exigido a las cajas de ahorro se situará entre un 9% y un 10%, y de que sólo se concederán ayudas -en forma de compra de acciones- a las entidades que tengan forma de banco.

Desde hace dos semanas, BMN dispone de sede central en Madrid y tiene prácticamente ultimada la reducción de sucursales del grupo, que supondrá el cierre de 171 oficinas, un 10% del total existente antes de la fusión.

Una fusión fría que comenzó en junio

La creación de Mare Nostrum comenzó el 2 de junio con la aprobación, por parte de los respectivos consejos de administración de las cuatro cajas, del protocolo de intenciones para constituir un Sistema Interbancario de Protección (SIP) o fusión fría, que fue firmado por los presidentes cinco días después y cuyo contrato fue rubricado el 1 de julio.

El SIP fue aprobado por el Banco de España a finales de junio al considerar que el proyecto cumplía "los criterios de solidez y racionalidad económica que se han de exigir en este tipo de operaciones".

En los últimos seis meses las cajas han ido unificando sedes y adaptando su red a lo acordado, por lo que se han repartido la presencia en las diferentes comunidades por sus "zonas naturales", lo que ha implicado asumir las oficinas que las otras cajas del grupo tenían situadas en su territorio.

BMN inició el pasado 22 de diciembre formalmente su andadura con la obtención de la ficha bancaria y la constitución de su Consejo de Administración, lo que le permite operar con normalidad desde enero.

Ese día se realizó la primera reunión del Consejo de Administración del Grupo bajo la presidencia de Carlos Egea, presidente de Cajamurcia, mientras que la primera de las dos vicepresidencias fue asumida por el director general de Caixa Penedès, Ricard Pagès, y la segunda, por el presidente de Cajagranada, Antonio Jara.

El secretario es el director general de Sa Nostra, Pablo Miguel Dols.

Según el acuerdo, Cajamurcia asume un 41% de la sociedad central y tiene 5 consejeros; Caixa Penedés, un 28% (4 consejeros), Cajagranada, un 18% (3) y Sa Nostra, un 13% (2).