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Obama pide al nuevo Congreso republicano que espere a 2012 "para hacer campaña"

  • El presidente de EE.UU. dice que la prioridad debe ser la recuperación
  • El miércoles verá cómo toma posesión el nuevo Congreso
  • Se ha comprometido a tender puentes hacia la oposición

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Obama y su familia se despiden de Honolulu
Obama y su familia se despiden de Honolulu

El presidente de Estados Unidos ha rogado este martes a sus adversarios republicanos que esperen a 2012 "para hacer campaña" para las elecciones presidenciales de ese mismo año ante el ánimo expreso de la nueva mayoría los conservadores en el Congreso de hacer todo lo posible para privarle de un segundo mandato

Obama ha hecho estas declaraciones a bordo del Air Force One que le lleva de vuelta desde Hawaii, donde ha pasado sus vacaciones de Navidad, a Washington, en la que le espera un Congreso hostil a su programa político tras la debacle demócrata en las legislativas de noviembre.

Obama ha expresado su esperanza de que el nuevo presidente de la Cámara, el republicano John Boehner, y el jefe de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, "comprendan que tienen todo el tiempo de hacer campaña para las presidenciales de 2012 en 2012 y que nuestra tarea este año va a consistir en asegurarnos de que se fortalece la recuperación económica".

Pero los republicanos ya han mostrado su itención de desmontar punto por punto la reforma sanitaria, el principal logro de la Administración Obama, que fue promulgada el pasado mes de marzo.

Obama también se ha felicitado de los "progresos remarcables" logrados en las últimas semanas del congreso saliente, de mayoría demócrata, en la que se logró acabar con la ley que discriminaba a los gays del ejército, la aprobación del tratado START con Rusia y la ampliación de las ayudas a los parados a cambio de renunciar a eliminar las exenciones fiscales a los más ricos impuestas por la Administración Bush.

"Espero poder construir sobre esa base mi retorno", ha explicado Obama, que debe llegar a Washington a las 10:30 hora de Washington (16:30 hora española) mientras que el nuevo Congreso elegido en noviembre empezará sus trabajos este miércoles.

Lidiar con la oposición

Entre las áreas donde la Casa Blanca prevé una posible colaboración se encuentra la educación, donde está pendiente renovar la ley "No Child Left Behind" (Que Ningún Niño Quede Atrás) aprobada durante el mandato de George W. Bush.

Podría también aprovechar la mayoría republicana para sacar adelante los tratados de libre comercio pendientes con Colombia y Panamá, atascados en el Congreso ante la oposición demócrata.

Pero la agenda legislativa del presidente puede chocar con los republicanos en áreas como la reforma migratoria, que Obama ha prometido continuar intentando sacar adelante este año, en particular el proyecto de ley conocido como DREAM Act.

Esa medida abriría una vía para la legalización de los inmigrantes indocumentados jóvenes que continúen estudios universitarios o se enrolen en las Fuerzas Armadas.

Donde se esperan las batallas más duras, sin embargo, es en el área de las medidas contra el déficit presupuestario.

Aunque Obama asegura que quiere recortar este déficit, en torno a los 1.500 millones de dólares, también arguye que acometer medidas radicales en estos momentos pondría en peligro la incipiente recuperación económica.

En cambio, los republicanos, que basaron buena parte de su campaña electoral para los comicios legislativos del pasado noviembre en la austeridad fiscal, aseguran que acometerán medidas para reducir el déficit de inmediato.

La agenda institucional

Pero al tiempo que Obama y los republicanos buscan una fórmula para cohabitar o declararse la guerra, el presidente tiene también muchas otras anotaciones en su agenda para las próximas semanas.

Si la semana que viene recibirá en la Casa Blanca al presidente francés, Nicolas Sarkozy, dentro de quince días será el anfitrión de la visita de Estado del presidente chino, Hu Jintao, con quien abordará desde las exportaciones de metales raros a los derechos humanos, pasando por la situación en Corea del Norte o la cotización del yuan.

Obama ya ha comenzado también a preparar su discurso sobre el Estado de la Unión, que pronunciará a finales de este mes ante ambas cámaras del Congreso y en el que expondrá sus prioridades legislativas para este año. Para mediados de febrero debe presentar asimismo su propuesta de presupuesto federal.

Además, el presidente prepara una remodelación de su Gobierno que comenzará esta misma semana o a principios de la próxima, cuando se espera que nombre al nuevo presidente del Consejo de Asesores Económicos, un puesto que ha quedado vacante después de que Larry Summers se marchara en diciembre.

Entre los nombres que se barajan figuran el banquero de inversiones Roger Altman, el rector de la Universidad de Yale Richard Levin y Gene Sperling, del Departamento del Tesoro.

¿Nuevo jefe de gabinete?

Este nombramiento no será la única novedad en la Casa Blanca en las próximas semanas. Según los medios estadounidenses, Obama también baraja nombrar como jefe de Gabinete a William Daley, secretario de Comercio durante el mandato de Bill Clinton, en sustitución de Peter Rouse, quien ocupa el cargo de modo interino.

Además, durante este mes el actual asesor político de Obama, David Axelrod, regresará a Chicago para comenzar a preparar la campaña electoral de 2012 y se espera que le reemplace David Plouffe, el estratega de la campaña de 2008.

Otros cambios podrían afectar al portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, o -de modo no inminente- a personalidades del Gabinete como Gates, quien ya ha indicado que abandonará el cargo este año