Enlaces accesibilidad

Wikileaks revela que el Gobierno apoyó una solución favorable a Marruecos en el Sáhara

  • Marruecos pretendía conceder una  autonomía bajo soberanía marroquí
  • Esta postura 'no oficial' de España generó tensiones con Argelia

Ver también: Especial     Wikileaks: Las piezas del 'Cablegate'

Por
Tent burns after Moroccan security forces broke up the tent camp on the outskirts of Western Sahara's capital, Laayoune
Imágen de archivo del campamento saharaui desmantelado por Marruecos en El Aaiún el pasado noviembre

El gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero apoyó entre bastidores la solución propuesta por Rabat para el conflicto del Sáhara en la que Marruecos pretendía conceder a la antigua colonia española una autonomía bajo soberanía marroquí, según informa El País en su edición impresa de este martes, citando decenas de cables de la embajada de EE.UU. en Madrid, París y Rabat filtrados por Wikileaks .

Según este diario, el Gobierno del PSOE se ha esforzado desde su llegada al poder en 2004 por mantener una postura "equidistante", aunque los cables desvelados por Wikileaks revelan una doble postura del Ejecutivo español en la que, en último caso, se alinea de manera matizada con las posturas de Marruecos.

Sin embargo, según El País, "la oferta marroquí para el Sáhara pareció poco generosa a ojos de la diplomacia española".

El rechazo al Plan Baker

Los 'cables' desvelan que esta doble postura se hizo aún más patente tras el rechazo de Marruecos al plan Baker en 2004, que había obtenido el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU. Tras aquello, Marruecos presentó una oferta de autonomía que vio la luz en 2007.

Según El País, España respaldó esa oferta desde el primer momento. En 2006, el embajador español en Rabat, Luis Planas, le dijo a su homólogo estadounidense Thomas Riley que "Marruecos debe presentar un plan creíble de autonomía". Planas matizó que antes de pronunciarse sobre el plan, el Gobierno español necesitaría examinarlo, aunque le "ayudará a sentirse cómodo y le apoyará" para que redacte un proyecto serio.

También en 2006, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, entregó a los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad un documento en que les proponía abandonar los términos de "descolonización, soberanía e independencia" y sustituirlos por palabras como "regionalización, autonomía y autogobierno" con unos conceptos "similares a los que España ha dado a Cataluña", siempre según el periódico.

Los telegramas también revelan detalles de la reunión mantenida en Madrid en febrero de 2007 con una delegación marroquí de alto nivel viajó a Madrid para dara conocer el plan de autonomía que Rabat planteaba como eje de la negociación con el Polisario en los que Marruecos mencionó como ejemplos los modelos español y alemán de autonomía.

Aunque la propuesta marroquí no entusiasmó a la diplomacia española, los cables filtrados por Wikileaks sobre las numerosas conversaciones mantenidas entre diplomáticos estadounidenses y españoles sobre el Sáhara ponen de relieve que ambos países coincidían en varios aspectos con la propuesta de autonomía, aunque España se mostró crítica con el alineamiento de Francia a la postura de Marruecos.

Tensiones con Argel

Incluso, los informes desvelan que el alineamiento del Gobierno español a las tesis marroquíes generaron ciertas tensiones con Argel,  y que el propio presidente argelino, Abdelaziz Buteflika le dijo al presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado en agosto de 2005, que "los socialistas españoles no han sido honestos con los saharauis."

Según los cables filtrado por Wikileaks, Buteflika se quejó también de que España intentara evitar al Frente Polisario como interlocutor y que propuso a Argelia negociar con Francia y Marruecos para resolver el conflicto del Sáhara.

Los socialistas españoles no han sido honestos con los saharauis

Según El País, en 2009 el saharaui Mohamed Cheikh Biadillah, un enviado de Mohamed VI, llevó al presidente Zapatero una carta urgente en la que pedía ayuda para que el mandato de la ONU en el Sáhara (MINURSO) no fuese ampliado y así evitar la supervisión en materias de derechos humanos. España no se pronunció claramente hasta once días después del operativo marroquí por el que se desmanteló un campamento saharaui de El Aaiún, cuando la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, abogó, por primera vez, porque la MINURSO se ocupe también de los derechos humanos.