Enlaces accesibilidad

Un acusado del caso Malaya señala a Roca como socio en la reventa millonaria de una parcela

  • Este lunes se reanuda el juicio por el caso Malaya con la fase de declaraciones
  • Roca declarará en este bloque, dedicado al blanqueo de capitales
  • Será el último en declarar de los cinco procesados en la operación 'Crucero Banús'

Por

El abogado Juan German Hoffmann, acusado de blanqueo de capitales, ha señalado este lunes al presunto cerebro de la trama de corrupción descubierta en el "caso Malaya", Juan Antonio Roca, como integrante de una sociedad que, según la Fiscalía, obtuvo 6 millones de beneficio en la venta de una parcela de Marbella.

Hoffmann ha sido el primero en declarar a petición de la Fiscalía en el juicio del caso Malaya, que se ha reanudado este lunes con la fase de las declaraciones. La Sala ha acordado que el bloque de blanqueo de capitales se divida a su vez en operaciones y que la primera de ellas sea la llamada "Operación Crucero Banús".

Así, la Fiscalía ha optado en su estrategia por dejar a Roca para el último lugar de los cinco procesados que declararán por esta operación.

El primero en declarar pone a Roca en el punto de mira

En este primer bloque del juicio se trata de dirimir si se cometieron los delitos de blanqueo de capitales, fiscal y malversación de caudales públicos en relación con esa operación, por la que están acusados Hoffmann, Roca, el que fuera primer teniente de alcalde de Marbella Pedro Román y su hija Pilar, y el ex comisario Florencio San Agapito.

Aparentemente tranquilo durante su declaración, el abogado marbellí ha afirmado que Roca fue uno de los socios de la sociedad Lispag A.G., constituida mediante administradores fiduciarios en Suiza en octubre de 2001 para hacerse con el capital de la sociedad española Yambali, propietaria a su vez de una parcela en Puerto Banús clasificada como comercial.

Ha reconocido que participó en la operación urbanística y que el convenio con la Corporación municipal para que la parcela pasase a residencial e incrementase su edificabilidad de 532 a 11.406 metros de techo se produjo el mismo día de la compra del terreno, pero ha precisado que la negociación venía de antes.

Conocía a Roca "de hola y adiós"

El imputado no ha explicado cómo se gestó el convenio debido a que era Román el que se encargaba de llevar las gestiones urbanísticas, aunque éste no le daba cuenta de las mismas, por lo que desconoce con quién trataba.

Ha asegurado que en aquellas fechas no mantuvo contacto directo con Roca ni con San Agapito, ambos con una participación en Lispag del 15 por ciento, tan sólo con el entonces promotor inmobiliario Pedro Román -que tenía el 62,5%-, que había adelantado el dinero de la participación de los otros dos.

El papel de Hoffmann fue "montar la estructura jurídica de la operación", mientras que Román se encargó de buscar los medios financieros, ha declarado el abogado, quien ha asegurado que conocía a Roca de "hola y adiós" y que no le consta que éste negociara el mencionado convenio.

En el mismo sentido, Hoffmann ha negado haber utilizado la supuesta influencia de Roca en el Ayuntamiento para lograr el incremento de edificabilidad del terreno que vendieron un año después -en 2002- por 10,4 millones al promotor granadino José Ávila Rojas, también imputado en esta causa.

Fue apoderado pero no administrador de los fondos de Roca

El abogado ha admtido que fue apoderado de los fondos que Juan Antonio Roca tenía en una cuenta en Suiza, pero que no los administraba porque "eso lo hacía el banquero".

A preguntas de su defensa, Hoffmann ha dicho que no tenía ningún conocimiento de las actividades presuntamente delictivas de Roca porque cree que en aquellas fechas "ni siquiera había sido imputado".

Tampoco cuestionó entonces que el ex asesor de Urbanismo de Marbella pudiera tener capacidad económica para afrontar una inversión de 600.000 euros en esta operación, según ha explicado.

Sobre la legalidad del convenio, ha añadido que no dudó de que se ajustara al planeamiento urbanístico porque en Marbella existía "un caos administrativo, que no legal", y en ese tiempo "se construía" en la ciudad y "los bancos financiaban".

El juicio por el "caso Malaya", la operación contra la mayor trama de corrupción conocida en un ayuntamiento en la historia de España, se ha reanudado con la fase de declaraciones después de que el tribunal haya resuelto desestimar todas las cuestiones previas planteadas por las defensas de los 95 procesados.