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JP Morgan advierte que España es el centro de atención en esta crisis, y no Irlanda

  • Su responsable de inversiones avisa que "España es demasiado grande para caer"
  • Estima que una eventual ayuda requeriría el triple que lo calculado para Irlanda

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El responsable de inversión del equipo de renta fija global de JP Morgan Asset Management, Robert Michele, ha señalado este jueves que, aunque se hable de rescatar a Irlanda o Portugal, la verdadera atención está puesta en España, por si el temor de los mercados pudiera extender a la deuda soberana española el castigo que aplican a Irlanda por sus desequilibrios fiscales.

Durante un encuentro con periodistas, Michele y otros responsables de renta fija de la gestora estadounidense se han referido al eventual rescate que la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) quieren emprender con Irlanda.

Este analista ha reconocido que la situación de España es muy diferente a la irlandesa, ya que tanto el déficit público como la deuda española respecto a su PIB es inferior al de Irlanda.

En opinión de Robert Michele, si finalmente las ayudas a Irlanda no llegan a tiempo, España sufrirá dado su peso específico en la Eurozona. Y, a su juicio, ese eventual efecto es el que observan atentamente inversores y autoridades, porque -ha añadido-, en realidad a nadie le importa mucho Irlanda y, dentro de un mes, "haga lo que haga", nadie se va a acordar.

El sistema financiero internacional "no puede dejar que caiga España, es simplemente demasiado grande para caer". Así, ha indicado que si el rescate a Irlanda se calcula que alcanzará los 50.000 millones de euros, el de España "podría triplicar" esa cantidad.

Por eso, Michele ha asegurado que, si hubiera que ayudar a España, deberían participar no sólo la Zona euro, sino Estados Unidos, Japón y Reino Unido.

Por lo que respecta al proceso de reestructuración del sector financiero en España -particularmente el que están llevando a cabo las cajas de ahorro-, Michele ha explicado que estas entidades no se pueden financiar a largo plazo acudiendo a las subastas de liquidez del BCE, lo que representa un problema. También se ha referido a los activos inmobiliarios de la cajas, que "apenas valen nada" y que serán muy difíciles de gestionar.