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Obama recurre a Michelle y al espíritu del 2008 para evitar el hundimiento en las legislativas

  • La Casa Blanca redobla esfuerzos en la recta final de la campaña
  • Los demócratas pueden perder la mayoría en las dos cámaras

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Obama y MIchelle, en el multitudinario mitin de este domingo en Columbus (Ohio).
Obama y MIchelle, en el multitudinario mitin de este domingo en Columbus (Ohio).

Barack Obama y su esposa Michelle han sumado fuerzas para conjurar una derrota de los demócratas en las elecciones legislativas de dentro de 15 días, en su primera aparición conjunta en un mitin desde el 2008.

Según numerosas crónicas, la puesta en escena de este domingo ha recordado a los actos de la campaña en la que el entonces candidato a la Casa Blanca llenaba los recintos y cautivaba a la audiencia.

En esta ocasión, el presidente de Estados Unidos ha reunido, según la policía, a unas 35.000 personas en Ohio (norte), un estado que fue clave hace dos años en su victoria, pero donde la crisis ha golpeado con fuerza el tejido industrial.

A los republicanos se les olvida quiénes causaron el caos en primer lugar

En su discurso ha advertido que los republicanos intentan aprovechar la frustración de los votantes por la situación económica. "Pero se les olvida quiénes causaron el caos en primer lugar", ha dicho en un recinto de la universidad estatal en la ciudad de Columbus, informa Efe.

Además, también ha sacado a colación su exitoso eslogan de campaña: "Todos dicen: 'No, ustedes no pueden', y en el 2008 nosotros les mostramos  que 'Sí, podemos' (Yes we can)".

Los Obama reparten tareas

La Casa Blanca está embarcada en una amplia ofensiva electoral con la intención de luchar contra los pronósticos e impedir que las legislativas del 2 de noviembre traben las ambiciones reformistas de Obama.

Las tareas están repartidas: el presidente se ocupa de atacar la estrategia de "obstrucción" de los republicanos, a los que acusa de dilatar la tramitación de las leyes en el Congreso; al vicepresidente Joe Biden le corresponde evitar el acercamiento de la clase media al Tea Party, el nuevo grupo ultraconservador republicano en auge; y a Michelle Obama le tocan los discursos compasivos y solicitudes de paciencia, explica la agencia France-Presse.

Pese a no tener ningún cargo, la primera dama goza de una gran valoración en las encuestas y el Partido Demócrata parece decidido a aprovechar ese tirón.

Lucha por los estados clave

La ofensiva electoral  llevará a Barack Obama a al menos nueve estados en 11 días, incluidos tres en la costa oeste, con escalas sucesivas en Oregon, Washington, California y Nevada, según AFP.

El viernes, Obama apareció junto a Biden en Delaware (este) para defender el escaño en el Senado que ocupó este último durante 36 años, que es disputado a su sucesor por una candidata del Tea Party y en crecimiento: la novata Christine O'Donnell.

Entre tanto, John McCain, el candidato republicano que perdió ante Obama, también intensifica sus apariciones públicas. Este domingo ha apoyado a su candidata al Senado por California, uno de los estados que intentarán arrebatar a los demócratas.

El Partido Demócrata dispone actualmente de 59 de las 100 bancas en el Senado. Los republicanos deben ganar 10 escaños si quieren obtener la mayoría en esa cámara, necesaria para validar las orientaciones políticas de cualquier gobierno.

En la Cámara de Representantes los republicanos necesitan 39 bancas para arrebatarle la mayoría a los demócratas. El 2 de noviembre, los estadounidenses renuevan la Cámara de Representantes en su totalidad, un tercio del Senado y 37 de los 50 cargos de gobernador.

El Congreso es un importamte contrapeso al poder del presidente de Estados Unidos.