Luz verde al nuevo Gobierno de Holanda, que contará con el apoyo externo de la ultraderecha

• La Reina Beatriz de Holanda ha aprobado la formación del nuevo Ejecutivo
• El partido liberal de Mark Rutte fue el ganador de las elecciones
• El partido democristiano completa la coalición a tres bandas del nuevo Gobierno

El primer ministro electo de Holanda, Mark Rutte, habla con la prensa a las afueras del palacio de la Reina Beatriz en La Haya.

La reina Beatriz de Holanda ha encargado al liberal Mark Rutte la formación de un gobierno derechista en minoría con el Partido Cristiano-demócrata y apoyado en el Parlamento por la formación antimusulmana de Geert Wilders, según ha anunciado el servicio de prensa del Gobierno holandés.

"La reina recibió a Rutte por la noche en su palacio. Le encargó la formación de un Gobierno lo antes posible", ha indicado el servicio de prensa del Gobierno en un comunicado.

Mark Rutte, de 43 años, el primer ministro electo de Holanda, había dado la noticia en persona a la prensa momentos antes, al término de una audiencia de casi tres horas con la reina Beatriz en La Haya.

El acuerdo sobre una coalición gubernamental minoritaria entre el Partido Liberal (VVD) y el Partido Cristiano-Demócrata (CDA), apoyado por el Partido para la Libertad (PVV) de Geert Wilders, fue suscrito el pasado 28 de septiembre por los dirigentes de los tres partidos.

Este partido no estará en el ejecutivo, pero decidirá sobre el programa del Gobierno, al que ha impuesto un compromiso para endurecer las medidas contra la inmigración y el compromiso de prohibir el burka.

Necesidad del apoyo de Wilders

Los liberales de Mark Rutte, que ganaron las elecciones legislativas anticipadas del 9 de junio, y los cristiano-demócratas sólo suman 52 escaños sobre un total de 150. Por lo tanto, necesitan el apoyo de los 24 diputados de Wilders para contar con una mayoría parlamentaria de 76 escaños.

El partido antimusulman de Wilders se ha comprometido a respaldar el nuevo Gobierno y a cambio ha obtenido participar en la elaboración del programa gubernamental, que contempla sobre todo un recorte del gasto público de 18.000 millones de euros de aquí a 2015 y un endurecimiento de la legislación sobre la inmigración.

El Partido para la Libertad, que afirma estar en cruzada contra la islamización de Holanda, fue el gran vencedor de las legislativas que ganaron los liberales por un escaso margen de 31 diputados frente a los laboristas del PvdA que obtuvieron 30 diputados.

El Partido Cristiano-Democráta registró una derrota histórica consiguiendo sólo 21 diputados, frente a los 41 que tenía anteriormente.

Las elecciones legislativas anticipadas fueron organizadas tras la caída del Gobierno de coalición de centro-izquierda de Balkenende, víctima de sus disputas internas sobre el mantenimiento de las tropas holandesas en Afganistán.