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El Papa pide "un ambiente seguro para los niños" ante las escuelas católicas británicas

  • Benedicto XVI comienza una jornada história en Londres
  • Estará en la abadía de Westmisnter y el lugar donde condenaron a Tomás Moro
  • Pide respeto a la libertad religiosa junto a miembros de otras confesiones

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El Papa saluda al pequeño Adam, de 5 años, a su llegada a un acto con niños en Londres.
El Papa saluda al pequeño Adam, de 5 años, a su llegada a un acto con niños en Londres.

El Papa Benedicto XVI ha hecho un llamamiento en Londres a los alumnos de escuelas católicas a convertirse "en los futuros santos del siglo XXI" y ha pedido a las instituciones católicas que aseguran "un ambiente seguro para niños y jóvenes", en alusión a los escándalos de pedofilia que azotan a la Iglesia católica.

"Espero que entre algunos de vosotros con los que me encuentro hoy se encuentren los futuros santos del siglo XXI", ha declarado el Papa en un discurso pronunciado ante una audiencia de 4.000 estudiantes y 750 profesores de todas las escuelas católicas en el país en el palacio de deportes de la Universidad de Santa María en el barrio londinense de Twickenham, abriendo la seguna jornada de su díficil visita a Reino Unido.

Ánimos para ser santos

"Algunos podéis pensar que ser un santo no es para vosotros (...) Vivimos en una cultura de la celebridad, y los jóvenes son a menudo alentados a  seguir como modelo a personalidades del deporte o el entretenimiento ", ha reconocido tras advertir que el dinero "por sí mismo no es suficiente para hacernos felices"

"La clave de la felicidad es muy sencilla: la verdadera felicidad está en Dios", ha defendido.

Pocos minutos antes había hablado con los líderes de las escuelas católicas británicas, pidiéndoles "asegurar que en nuestras escuelas haya un ambiente seguro para niños y jóvenes", en clara referencia a los escándalos que involucran a sacerdotes pedófilos.

"De hecho, no se puede ser efectivamente educado en una vida de fe sin un clima de confianza y afecto respetuoso", ha recordado.

Benedicto XVI también ha destacado el hecho de que "la presencia de la religión en las escuelas católicas es en realidad un poderoso recordatorio del espíritu católico, a menudo en tela de juicio, que debe impregnar todos los aspectos de la vida escolar".

La intervención del Papa ha sido seguida en directo a través de Internet en todas las escuelas católicas en el país. La Iglesia tiene 2.800 escuelas británicas que proporcionan educación a unos 800.000 estudiantes y 22 institutos superiores y universidades con 12.000 estudiantes.

Mientras, unos veinte manifestantes estaban esperando para este evento. "El Papa se equivoca. Ponte un condón", decía una de las pancartas. Junto a ellos estaban tres hombres vestidos de ángeles enviados por un servicio de citas online para los homosexuales.

Varios eventos similares están anunciados a lo largo de la ruta del Papa por parte de detractores que atacan las posiciones "retrógradas" del Vaticano, la mayor de los cuales tendrá lugar el sábado en Londres.

Llamamiento a la libertad religiosa

El papa ha cerrado su jornada matinal con una reunión ante dirigentes de otras religiones, ante los que ha pedido libertad para que todas las personas puedan practicar la propia religión y participar en actos públicos de culto "sin sufrir ostracismo o persecución".

El Pontífice se ha reunido con 200 líderes de las principales religiones presentes en el país (confesiones cristianas, judíos, musulmanes, hindúes, sij), a los que pidió reciprocidad en el diálogo interreligioso.

El acto se celebró en el colegio universitario St. Mary's University College, de Londres, donde el Benedicto XVI recordó que desde el Concilio Vaticano II la Iglesia ha puesto gran énfasis en la importancia del diálogo y la colaboración entre las religiones.

Para que ese diálogo sea fecundo -ha precisado- es necesario que haya reciprocidad en cuantos dialogan y en los seguidores de las otras religiones.

Momentos históricos

El plato fuerte de la jornada llega por la tarde, cuando entrará lugares simbólicos de la Iglesia Anglicana y de la ruptura con el catolicismo, como la abadía de Westminster y el Palacio de Lambeth,  ambos en Londres, donde llegó anoche tras una primera escala en Escocia.

El Papa será recibido en el palacio de Lambeth por el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, el máximo representante de la Iglesia anglicana tras la Reina, su líder.

Poco después, en un acto sin precedentes para un Sumo Pontífice, el Santo Padre entará en la abadía de Westminster, la prestigiosa iglesia anglicana londinense donde se coronan a los soberanos británicos.

Sobre la tumba de Eduardo el Confesor, uno de los últimos reyes anglosajones y que fue santificado se celebrará la fe cristiana común de católicos y anglicanos y Benedicto XVI rezará con Williams por la "unidad cristiana".

"Será un momento histórico", ha dicho al respecto el arzobispo Vincent Nichols, arzobispo de Westminster y presidente de la conferencia episcopal de Inglaterra y Gales.

Casi cinco siglos después de la ruptura en 1534 por parte de Enrique VIII,  la Iglesia católica espera aligerar tensiones con los anglicanos, avivadas recentemente por el acta papal que ofrece a los fieles decepcionados por la evolución aperturistas de la Iglesia anglicana (que permite los matrimonios homosexuales y que las mujeres se ordenen sacerdotes) que se conviertan a la fe católica.

Posteriormente, el Papa se dirigirá a las 17:10 hora local (18:10 hora española) a los comunes y lores en el palacio de Westminser, el Parlamento británico.

Allí pronuncia su discurso más político, precisamente en el lugar donde Tomás Moro fue condenado a muerte en 1535 por no abjurar de su fe católica.

Acusado de alta traición por no prestar el juramento antipapista ni aceptar el Acta de Supremacía, por la que se reconocía al rey como única cabeza de la Iglesia en tierras inglesas, Moro, pensador, teólogo y humanista además de canciller de Enrique VIII,  sería decapitado en julio de aquel año y canonizado en el siglo XX por la Iglesia católica.

En el lugar de la condena, la llamada Westminster Hall, la parte más antigua del Parlamento británico, construida en estilo gótico en el siglo XI, el Papa se dirigirá a una amplia representación del mundo político y eclesiástico con presencia de miembros de las Cámaras de los Comunes y los Lores, ex primeros ministros y líderes religiosos.

Mientras, la prensa británica destaca este viernes el ataque del papa Benedicto XVI al "ateísmo extremo" y el "secularismo agresivo" en su visita al Reino Unido, si bien dice que el Pontífice extendió la "mano de la amistad" y resaltó los logros históricos de este país.

La prensa destaca su lucha contra "el ateísmo extremo"

Los periódicos británicos dedican numerosas páginas a la visita de Estado que inició ayer Benedicto XVI al Reino Unido, donde fue recibido por la reina Isabel II y ofició una misa al aire libre en un parque de la ciudad escocesa de Glasgow.

"Una mano de amistad, después el Papa se vuelve contra el ateísmo extremo", es el titular del diario The Guardian,  que indica que las palabras del Santo Padre marcaron el matiz que tendrá su visita -oficial y pastoral- de cuatro días por tierras anglicanas.

En ese mismo sentido se refiere The Daily Telegraph, que afirma que Benedicto XVI pidió al Reino Unido que no pierda de vista su herencia cristiana y advirtió contra el "secularismo agresivo".

Según este diario,  el mensaje del Papa fue "inflexible" al resaltar que excluir la religión de la vida pública puede llevar al "ateísmo extremo" de los nazis y de la Rusia soviética.

"La batalla de la fe", es el titular del periódico The Times, que dice que el Papa hará un llamamiento para que el Reino Unido recobre sus valores cristianos y la importancia de la religión.